Adoraban los indios de Pqcasmayo y los más de los llanos por principal
y superior dios a la Luna, porque predomina sobre los elementos,
crea las comidas y causa alborotos del mar, rayos y truenos. En una
huaca era su oratorio que llamaban sian, que en lengua yunga quiere
decir casa de la Luna. Teníanla por más poderosa que al Sol, porque él
no aparecía de noche y la Luna sí se dejaba ver de noche y de día...; y
también porque la Luna eclipsa [al Sol] y el Sol jamás a ella... En los
eclipses del Sol hacían festines a la Luna, festejando su victoria. En los
de la Luna, lloraban en él bailes lúgubres, mientras duraba su eclipse...
Creían los indios de los llanos que cuando la Luna no aparecía aquellos
dos días, iba al otro mundo a castigar a los ladrones que habían
muerto...
Tenían por deidad dos estrellas que llamaban Pata, que son las que
llamamos las [tres] Marías y muchos de estos indios cuentan hoy que
la estrella de en medio es un ladrón y malhechor que la Luna quiso
castigar y envió las dos estrellas que lo llevasen asido (que eso quiere
decir Pata) y lo entregaron a que se lo comiesen buitres; éstos son figurados
en cuatro estrellas que están más abajo de las [tres] Marías y que
en memoria de este castigo ejemplar citan aquellas siete estrellas en el
cielo, acordando la culpa y el castigo.
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