La Hermandad de la O, residente en la iglesia de Nuestra Señora de la O en
Triana, tiene como titular a Nuestro Padre Jesús Nazareno, cuya hermosísima imagen
es una soberbia escultura barroca realizada por Pedro Roldán, uno de los grandes
imagineros del Siglo de Oro.
El Señor está representado durante su camino hacia el Calvario, cargado con la
Cruz al hombro. La Cruz es una magnífica pieza, que llama la atención por estar
revestida de carey, concha de tortuga que se traía de las Indias, y que era de gran
precio.
La Cruz del Nazareno de la O tiene su leyenda. En cierta ocasión, la Hermandad
quiso mejorar la cruz que primitivamente llevaba, y para ello hicieron labrar una en
madera de cedro. Sin embargo, una vez construida no satisfizo del todo, pues parecía
pobre al lado de tan rica escultura. Ocurrió que en cierto día que estaba celebrándose
la Misa de la Hermandad, el capellán que predicaba, dijo para tranquilizar a los
Hermanos, preocupados por el problema de la Cruz:
—No os preocupéis que Dios proveerá.
Todavía estaba terminando de celebrarse la Misa, cuando llegaron a la puerta de
la iglesia varios hombres, que por su indumentaria manifestaban ser marineros, y
depositaron en el pórtico un gran envoltorio o fardo, diciendo:
—Éste es el pago de una promesa que habíamos hecho al salvarnos el Señor de un
naufragio en los mares del Sur.
Cuando se abrió el fardo resultó contener unas riquísimas piezas de concha de
carey, que inmediatamente la Hermandad acordó que sirvieran para que un artífice
llamado Manuel José Domínguez, revistiera de carey la Cruz del Señor Nazareno, lo
que realizó el artista con gran maestría, poniendo en las aristas unas cantoneras de
plata, de gran mérito.
La Cruz de carey, o mejor dicho de cedro revestido de carey, pueden verla los
sevillanos en la iglesia de la O, y en el desfile procesional de esta cofradía cuando
recorre las calles de Sevilla, hechas templo y a la vez museo vivo, durante la Semana
Santa.
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