Este romance de autor anónimo del mismo siglo XIII en que ocurrió el hecho, ha
sido encontrado, escrito en una de las páginas del Libro del Repartimiento que mandó
hacer el rey don Alfonso X el Sabio. Es posible, aunque no seguro, que lo escribiera
el mismo rey Alfonso X. Dice así:
Estando sobre Sevilla
el rey Fernando el Tercero
ese honrado Garci Pérez
iba con un caballero.
Solos van por un camino,
solos van por un sendero:
Siete caballeros moros
a ellos venían derechos.
Dijo aquél a Garci Pérez:
—No es bien que los aguardemos,
que dos solos pocos somos
para siete caballeros—.
Respondiera Garci Pérez:
—No es aqueso de hombres buenos:
mas si vos queréis seguirme
a todos los romperemos—.
No quiso su compañero:
las riendas vuelve partiendo.
Pidió García sus armas
que las lleva su escudero.
Don Lorenzo Gallinato
y el rey, están en un cerro:
don Lorenzo dijo al rey:
—Veo solo un caballero
que si los moros le atienden
él hará un hecho muy bueno.
Veréis si no le conocen
un escogido guerrero—.
A punto va Garci Pérez,
su camino va siguiendo:
los moros en un tropel
ademanes van haciendo.
Pasase por medio dellos
sin que conozca miedo.
En las armas le conocen
y no osaron atendello.
Él se va por su camino
echa menos una coffia
que trahia so el capello,
acueda volver por ella
hasta do se puso el yelmo.
El escudero llorando
dijo: —Non fagais eso
que la coffia vale poco
y podríais perderos cedo.
—Espera aquí, non te rures,
que es coffia de muchos prescio,
a labrada por mi amiga:
non la perderé si puedo—.
Volviendo por do viniera
alcanzó los moros presto:
ellos que bien le conoscen
non osaron atendello.
Allí hallará su coffia,
vuélvese con ella cedo.
Dijo el rey a don Lorenzo:
—¡Ay Dios, que buen caballero—!
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