sábado, 23 de marzo de 2019

LA AYUDA DEL CIELO

El Soberano estaba convencido que en toda hora difícil vendría la ayuda del cielo hacia él. Llegó la hora de declararle la guerra al Príncipe de Golconda y el Soberano estaba sorprendido por su decisión. Cuando el ojo del Soberano se posaba sobre el suelo vio una hormiga que llevaba una gran carga. Y la hormiga la soportaba.
Finalmente Akbar exclamó, “¡Por qué uno se debería atormentar con la carga de Golconda!” Y él dio la orden de detener los preparativos para la marcha.
* * *
En otro momento el Soberano asistió a la Corte y deseó participar en pronunciar un veredicto. Mas su atención se dirigió hacia el vuelo tembloroso de una mariposa que batía sus alas en contra de una ventana. Y olvidó la palabra que él había cristalizado y pensó, “Que sean los jueces los que cumplan con su deber,” diciendo en voz alta, “El día de hoy sólo soy un invitado aquí.” Y el veredicto fue piadosamente justo.
* * *
Los enemigos de Akbar atentaron contra su vida. Un asesino permaneció detrás de un árbol en el jardín donde el Soberano estaba caminando solo. Una serpiente negra avanzó sobre el sendero y el Soberano se regresó para llamar a sus servidores. Buscando a la serpiente, ellos encontraron al asesino detrás del árbol.
Entonces el Soberano dijo, “La ayuda del cielo se arrastra sobre la tierra. Dejemos que sólo los ojos y los oídos estén abiertos.”

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