miércoles, 6 de marzo de 2019

EL GUARDIÁN

Una noche, mientras que el guardián de la caravana dormía, unos ladrones
vinieron a saquear los bienes de los mercaderes. Al despertar, vieron éstos que sus
riquezas y sus camellos habían desaparecido y fueron a pedir cuentas al guardián.
Éste les dijo:
«¡Han venido unos ladrones, disimulados bajo unas mantas y se han apoderado de
todo!—
¿Pero por qué no has intervenido?
—¡Yo estaba solo y ellos eran numerosos y armados hasta los dientes!
—¡Pero si no tenías fuerza suficiente para rechazarlos, tenías que habernos
llamado!
—Ellos me amenazaron con su espada diciendo: “¡Cállate o eres hombre
muerto!”. Tuve tanto miedo que no pude gritar. ¡Pero, si queréis, puedo gritar
ahora!».
De nada sirve recitar oraciones una vez que el maldito Satanás ha arruinado ya tu
existencia.

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