Un día un chacal cayó en un cacharro de pintura. Cuando se vio con todo el pelaje
cubierto de pintura de todos los colores, se dijo:
«¡Soy un pavo real, un elegido entre los animales!».
Y adoptando unos aires llenos de pretensiones, fue a reunirse con los demás
chacales. Éstos le dijeron:
«¡Oh, pobre chacal! ¿De dónde te vienen esas pretensiones y estas maneras?
¿Estás loco o estás haciéndote el payaso?».
Los que mienten y se suben a la cátedra para hacerse admirar por el pueblo ven
un día que su orgullo es objeto de vergüenza. No esperan más que los halagos del
pueblo pero su interior es tan engañoso como su apariencia.
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