Akbar, llamado el Grande, consideraba con cuidado a sus enemigos. Su bienamado consejero mantenía una lista de ellos. A menudo Akbar preguntaba, “¿No han encontrado una manera de estar en la lista nombres valiosos? Cuando vea un nombre que valga la pena enviaré mi saludo a este amigo disfrazado.”
Y Akbar dijo más adelante, “Me regocija que yo pueda aplicar en la vida la sagrada Enseñanza, que le pueda dar abundancia a la gente y que esté a la sombra de grandes enemigos.”
Así hablaba Akbar, sabiendo el valor de los enemigos.
Durante los ataques de los enemigos se le preguntó a Akbar por qué había tantos ataques.
Akbar respondió, “Permítanle también un pasatiempo a los enemigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario