En un afluente del río Ucayali vivía un modesto
matrimonio que tenía una hija y dos hijos. Blanca, que
así se llamaba la hijita, usaba siempre vestido blanco y era
muy hacendosa; por eso su madre la quería mucho; además
tenía la particularidad de comer cualquier pescado
con mucha facilidad, por más espinoso que fuera este.
Sus hermanos llegaron a odiarla tanto, de tal manera
que, de común acuerdo y sin el menor escrúpulo, decidie-
ron su perdición; entre los dos buscaron un brujo a fin de
que la convirtiese en ave.
En'efecto, el brujo aprovechando una noche oscura,
convirtió a la muchacha en una hermosa garza blanca —color
de su vestido—y la condenó a vivir en Jas orillas de los
lagos y ríos, alimentándose solo de peces.
Los indios chamas de la región del Ucayali tienen mucha
fe en esta leyenda pues, cuando pasa una garza blanca
por encima de sus chozas haciendo oír su característico
grito de cau cau caucau, obligan a los niños a tragar inmediatamente
su saliva, a fin de que en lo sucesivo no se atoren
al comer pescado, aun cuando por la noche tuvieran
que comer sardinas o chambiras, que son los pescados más
espinosos. Y dicen que esta es la razón por la que nuestros
indios comen con gran facilidad el pescado.
solo lo leo por tarea
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