Una señora de Shipashbamba tenía un esposo muy
tirano, que la maltrataba sin compasión.
Habiéndose perdido un novillo, la mandó a la montaña,
haciéndole esta prevención: «Si vuelves con el novillo
te recibiré, en caso contrario te mataré a palos».
Llevando a su pequeña hija a la espalda y con un perrito
por compañía, la mujer buscó a su novillo por todos los
senderos. Ya cansada y hambrienta se sentó a llorar sobre
una piedra en el sitio denominado Huembo. Compadecido
Dios de su sufrimiento, la convirtió en piedra, y aún
puede vérsela hoy; la gente la llama la piedra de Jayac o
del Hambre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario