Las provincias de Jauja y Huancayo fueron en remotos
tiempos cubiertas por las aguas del río Mantara, que no
teniendo por dónde desaguar, cubrió todo el valle, formando
un inmenso lago. Dícese que en este enorme lago
existía una peña de grandes dimensiones, a la que llamaban
los vecinos habitantes Wanka, y que solo era visible
en las primeras horas de la aurora. Sobre la piedra aparecía
un venerable anciano con barbas de felino, acompañado
de dos misteriosos personajes. El peñón estaba ubicado en
la hoy plaza de Huamanmarca, de la ciudad de Huancayo.
Por un fenómeno físico bien conocido, las aguas del
lago abrieron su cauce por la quebrada llamada Chupuro,
y la llanura quedó desecada; pero, por efecto de la altura,
quedaron las lagunas de Paka en Jauja; de Nawinpuquio
en Ahuac; de Llulluchas en Huayucachi. Y cuenta la leyenda
que en el mismo sitio donde existió el peñón se edificó
la iglesia de la Santísima Trinidad de Huancayo, que
fue destruida, ocupando actualmente su lugar el Hotel de
Turistas. La fiesta de esta divinidad se celebraba con gran
pompa y solemnidad por todos los indios wankas, diez leguas
a la redonda, fiesta a la que asistía lo más grande y
noble de la sociedad de ese tiempo.
ta mal
ResponderEliminarcomo q esta mal?? es para mi tarea XDD
ResponderEliminaryo
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