1. Los Fir Bolg, los Fir Domnann y los
Galioin en la mitología irlandesa. 2. Los Fir Bolg, los Fir Domnann y los
Galioin en la epopeya heroica irlandesa. 3. Asociación de los Fomoré o dioses
de Domna, Dei Domnann, con los Fir Bolg, los Fir Domnann y los Galioin. 4.
Establecimiento en Irlanda de los Fir Bolg, los Fir Domnann y los Galioin. 5.
Origen de los Fir Bolg, los Fir Domnann y los Galioin. Doctrina primitiva,
doctrina de la edad media. 6. Introducción de la cronología en esta leyenda.
Lista de los reyes. 7. Taltiu, reina de los Fir Bolg, es la madre nutricia de
Lug, uno de los jefes de los Tuatha De Danann. Asamblea anual de Taltiu el día
de la fiesta de Lug o Lugus.
1.
Los
Fir Bolg, los Fir Domnann y los Galioin en la mitología irlandesa.
De las tres razas legendarias que, en la mitología
irlandesa, corresponden a las razas de oro, plata y bronce de la mitología
griega, hemos estudiado hasta ahora a las que ocupan los dos primeros puestos
en el orden cronológico establecido por los escritores irlandeses. El primer
lugar le cupo a la familia de Partolón, idéntica a la raza de plata de la
mitología griega y, como aquella, caracterizada por su escasa inteligencia. En
castigo de un crimen, fue aniquilada por una enfermedad epidémica en el término
de una semana; análogamente, la raza de plata había sido precipitada en la
tumba por la legítima cólera de Zeus.
A continuación aparece la familia de Nemed, belicosa
como la raza de bronce de la mitología griega y que, como aquella, perece por
las armas: la familia de Nemed fue destruida en la matanza de la torre de
Conann, cuando combatía a los Fomoré. También su contrapartida griega, los
hombres de la raza de bronce, arrebatados por el ardor de la guerra, se
degollaron mutuamente hasta perecer todos.[1]
Así pues, las dos primeras razas de la mitología irlandesa, es decir, la
familia de Partolón y la de Nemed, son idénticas a las dos últimas de las tres
razas primitivas de la mitología griega. El desarrollo ordenado de nuestra
exposición parecería reclamar aquí el estudio de la tercera de las razas
míticas irlandesas, que corresponde a la primera de las razas míticas griegas,
ya que esta tercera raza, conocida con el nombre de Tuatha De Danann,
"gente de los dioses hijos de la diosa Dana", es idéntica a la raza de
oro que, según Hesíodo y Ovidio, habitó la tierra antes que las otras dos. En
la mitología irlandesa, en cambio, cronológicamente es la última de las tres
razas de las que no desciende la población histórica de la isla; sin embargo,
tanto los catálogos de la literatura épica irlandesa como los resúmenes en los
que se nos presentan las leyendas mitológicas irlandesas con la pretensión de
que las tomemos por relatos históricos, intercalan, entre la leyenda que
concierne a Nemed o la segunda de las razas míticas, y los relatos que cuentan
la llegada de la tercera de ellas, es decir, los Tuatha De Danann, una historia
fabulosa donde vemos cómo se estableció en Irlanda una de las razas que todavía
ocupaban esta isla en el período heroico, es decir, en una época donde, a la
mitología pura, suceden los relatos legendarios de base histórica.
Habitualmente se designa a esta raza con la palabra
compuesta Fer-Bolg, Fir-Bolg en plural, "los hombres de Bolg".
Pero, para ser exactos, hay que puntualizar que esta raza se componía de tres
pueblos diferentes: los Fir Bolg u hombres de Bolg, los Fir Domnann u hombres
de Domna, y los Galioin. Tal es el orden en el que se los menciona
tradicionalmente. Puede que se trate de un orden alfabético, ya que, si bien
las letras no ocupan el mismo lugar en el alfabeto ogámico que en el latino,
ambos coinciden, no obstante, en colocar la b antes que la d, y
la g después de aquellas. Así, pues, los Galioin son los últimos
alfabéticamente, y los hombres de Bolg preceden a los hombres de Domna.
Pero el más importante de estos tres pueblos parece
haber sido aquel que la costumbre nombra en segundo término: los Fir Domnann u
hombres de Domna. Según la tradición, tal como nos la ha conservado un poema
del siglo XI, éstos habrían ocupado tres de las cinco grandes provincias en que
se dividía Irlanda en la época heroica: el Munster meridional, el Munster
septentrional y el Connaught; los Galioin se habrían contentado con el Leinster
y los Fir Bolg con el Ulster. La leyenda de Tuan mac Cairill, en cambio, más
lógica que los demás textos, nombra a los Fir Domnann antes que a los Fir Bolg
y los Galioin.
2.
Los
Fir Bolg, los Fir Domnann y los Galioin en la epopeya heroica irlandesa.
Esos tres pueblos parecen haber sido la población
que los goidels o scots, es decir, los irlandeses, encontraron en la isla cuyo
nombre llevan hoy en día cuando, en una fecha mal determinada hasta el
presente, se establecieron en ella. Por lo tanto, en el período heroico los Fir
Bolg, Fir Domnann y Galioin no estaban fundidos en absoluto con la raza
dominante, y ocuparon un lugar importante entre los adversarios de esos héroes
del Ulster a quienes la literatura épica trata con particular fervor.
Así, por ejemplo, uno de los principales episodios
de la gran epopeya que tiene por tema el robo del toro de Cualngé consiste en
un duelo entre el primero de los guerreros del Ulster, el célebre Cuchulainn, y
Ferdiad, el más eminente guerrero del ejército de Ailill y de Medb, rey y
reina, respectivamente, del Connaught. Ferdiad, digno émulo del héroe que
reunió en su persona las más eminentes cualidades y que, en cierto modo, se
elevó a la categoría de un semidiós, es un Fer Domnann, un hombre de Domna, y
el más cumplido guerrero de esta raza enemiga.
Tres mil Galioin formaban parte del mismo ejército
al que pertenecía Ferdiad. Un día que la reina Medb recorría el campo en carro
para verificar el estado de sus tropas, observó que los Galioin eran los que
habían venido a la guerra con mas ímpetu. Cuando los otros guerreros apenas
comenzaban a instalarse en su campamento, los Galioin ya habían levantado sus
tiendas. Cuando los demás acabaron de levantar sus tiendas, los Galioin ya
habían preparado la comida. Cuando los demás comenzaron a comer, los Galioin ya
habían terminado; y, cuando los demás acabaron su comida, los Galioin no sólo
se habían acostado, sino que ya dormían.
En otro pasaje se cuenta cómo los Fir Bolg, en la
época de Cuchulainn, violaron un compromiso que habían contraído con el rey
supremo de Irlanda y se convirtieron en vasallos de Ailill y de Medb,
alineándose así, al igual que los Galioin y los Fir Domnann, entre los enemigos
del Ulster y de la heroica pléyade de guerreros que fueron gloria de este
reinado. Esta traición provocó cuatro duelos, en uno de los cuales Cuchulainn
mató al hijo del jefe de los Fir Bolg.
3.
Asociación de los Fomoré o dioses de Domna, Dei
Domnann, con los Fir Bolg, los Fir Domnann y los Galioin.
En la literatura épica irlandesa existe pues, una
especie de dualismo. Por un lado Conchobar, Cuchulainn y los guerreros del
Ulster, héroes favoritos de los file; y, por el otro, un grupo enemigo
cuyo elemento fundamental está constituido por los Fir Bolg, los Fir Domnann y
los Galioin (especialmente los Fir Domnann, antaño amos de las tres quintas
partes de Irlanda). Tanto los Fir Bolg como los Fir Domnann y los Galioin están
aquejados por toda clase de vicios y defectos: son charlatanes, traidores,
avaros, enemigos de la música, pendencieros; sus adversarios, por el contrario,
se distinguen por su bravura y generosidad. La mitología nos ofrece un dualismo
análogo: por un lado los dioses buenos, los dioses del día, de la luz y la
vida, a los que se llama Tuatha De Danann, y entre los que se destaca Ogmé, el
de la faz solar, Grian-ainech, y cuyo jefe es in Dag-de, literalmente
"el buen Dios"; por el otro lado, encontramos a los dioses de la
muerte y de la noche, los dioses malignos comúnmente llamados Fomoré. Pero en
algunas ocasiones, a estos últimos también se los menciona con el nombre de la
principal de las tres razas enemigas que combatían a los héroes del Ulster: a
veces, al jefe de los Fomoré se le llama "dios de Domna". El dios de
Domna, dia o de Domnand, es el dios enemigo, así como los hombres
de Domna, Fir Domnann, son los hombres enemigos.
Según la doctrina céltica, la noche precede al día y
la muerte precede a la vida, así como el padre precede al hijo;[2]
de la misma manera, los dioses malos han precedido a los buenos, y los
hombres malvados llegaron a este mundo antes que los buenos, es decir, antes
que los goidels o scots o, en otras palabras, antes que la rama de la raza
céltica a la que debemos los relatos legendarios a los que nos hemos referido.
Esta asociación entre los hombres malvados y los malos dioses, vencidos ambos,
la encontramos también en la literatura sánscrita de la India, donde la misma
palabra, Dasyu, designa simultáneamente a los demonios y a las razas
enemigas que precedieron a los arios en la India y de quienes éstos
conquistaron las vastas llanuras situadas al sur del Himalaya. Mientras que el
grupo oriental de la familia indoeuropea se creaba, por medio de la victoria,
un nuevo dominio territorial, el grupo occidental de esta misma familia debía a
sus armas un éxito similar; y este acontecimiento militar, tan fecundo en consecuencias
políticas, produjo en el orden literario un efecto análogo al que produjera en
la India, es decir, una mezcla casi idéntica de historia y mitología.
4.
Establecimiento en Irlanda de los Fir Bolg, Fir
Domna y Galioin.
Los Fomoré, dioses de la noche, la muerte y el mal,
vinieron a Irlanda antes que los Tuatha De Danann, o dioses del bien, la luz y
la vida. En efecto, los Tuatha De Danann todavía no han hecho su aparición en
nuestro relato, y ya veremos más adelante cómo llegaron a Irlanda. En cambio,
ya nos hemos referido a los Fomoré en dos oportunidades, en ocasión de sus
combates contra Partolón y contra Nemed. Por lo tanto, los Fomoré son
contemporáneos de las dos razas legendarias que ocuparon Irlanda en primer
término; y, en la literatura irlandesa primitiva, no existe ningún relato que
nos cuente cómo llegaron a Irlanda. Sólo en una fecha reciente se tuvo la idea
de convertirlos en una tribu de piratas llegados por mar como los escandinavos
y los daneses de los siglos IX y X. No existe, ni parece haber existido jamás,
un relato titulado "Emigración a Irlanda de los Fomoré o de los dioses de
Domna". Estos dioses parecen remontarse al origen mismo de las cosas. Pero
había un relato donde se veía cómo habían llegado a esta isla los hombres de
Domna.
El título de este relato aparece en los dos
catálogos más antiguos de la literatura épica irlandesa; y, como hemos dicho,
el primero de estos catálogos parece remontarse hasta los alrededores del año
700. En este título, "Emigración de los Fir Bolg", Tochomlod Fer
m-Bolg, sólo se menciona al primero de los tres pueblos de los cuales los
Fir Domnann eran el principal. Pero aunque esta pieza se haya perdido, los
fragmentos que nos han llegado a través de diversos documentos muestran que los
hombres de Domna desempeñaban en la misma un importante papel. Un poema
atribuido a Gilla Coemain, autor del siglo XI, nos dice: Cinco reyes
vinieron en tres flotas a través del mar azul. No era un asunto sin
importancia; con ellos estaban los Galioin, los Fir Bolg y los Fir Domnann. Uno
de esos cinco reyes era el de los Fir Bolg; se llamaba Rudraige y ocupó el
norte de Irlanda, el Ulster. Los Fir Domnann tenían tres reyes, cada uno de los
cuales fundó un reino: el reino de Connaught, el de Munster septentrional y el
de Munster meridional. Finalmente, los Galioin, que, como los Fir Bolg, eran
mandados por un solo rey, fundaron el reino de Leinster. Los cinco reyes eran
hermanos; confiaron la autoridad suprema a uno de ellos: Slane, el rey de los
Galioin.
5.
Origen de los Fir Bolg, los Fir Domnann y los
Galioin. Doctrina primitiva, doctrina de la edad media.
¿De dónde venían estos nuevos pobladores? Si nos
fiamos de Nennius, venían de España, ya que, según él, todos los emigrantes que
llegaron a Irlanda provenían de allí; y es que, en él, "España" es la
traducción evemerista de las palabras célticas que designan al misterioso país
de los muertos. Pero, según la doctrina que prevalecía en Irlanda en el siglo
XI, tanto los Fir Bolg como los Fir Domnann y los Galioin provenían de Grecia.
Los treinta descendientes de Nemed que escaparon de la muerte en la matanza de
la torre de Conann permanecieron algún tiempo en Irlanda; pero luego,
ahuyentados por las enfermedades y por las exacciones de los Fomoré,
renunciaron a esa desastrosa permanencia y se dividieron en tres grupos.
Uno se estableció en las regiones septentrionales de
Europa, de donde regresaría a Irlanda con el nombre de Tuatha De Danann (más
adelante veremos que la primitiva doctrina céltica les atribuía un origen muy diferente,
ya que los consideraba venidos del cielo). Otro grupo se estableció en Gran
Bretaña, y, según esta leyenda relativamente moderna, de él descienden los
bretones.
Finalmente, algunos de los descendientes de Nemed se
refugiaron en Grecia; pero los habitantes de esta inhospitalaria comarca los
redujeron a la esclavitud y los emplearon en uno de los trabajos más duros: se
trataba de transformar una zona rocosa en campos fértiles. Y, para ello, esos
desdichados se veían obligados a tomar tierra de la llanura, meterla en bolsas
de cuero —bolg, en irlandés— y transportarla sobre sus espaldas hasta la
cima de las rocas. Fatigados por tan ruda labor (que en realidad sólo ha sido
inventada para proporcionar una etimología al nombre de los Fir Bolg), cinco
mil de ellos se rebelaron, transformaron en barcos las bolsas de cuero en las
que hasta entonces habían transportado la tierra, y se dirigieron a Irlanda a
bordo de esos navíos. Estos formaban tres flotas, que llegaron a Irlanda en el
curso de la misma semana: la primera el sábado, la segunda el martes, y la
tercera el viernes siguiente. Los tres pueblos alcanzaron la costa por orden
alfabético: primero los Fir Bolg, luego los Fir Domnann, y finalmente los
Galioin.
6.
Introducción
de la cronología en esta leyenda. Lista de los reyes.
Cuando, en el siglo XI, se hizo sentir la necesidad
de una cronología irlandesa análoga a la cronología bíblica, tal como la había
creado la ciencia greco-romana del siglo IV, se dijo que entre el desastre de
la torre de Conann y la llegada a Irlanda de los Fir Bolg, Fir Domnann y
Galioin, habían transcurrido doscientos o doscientos treinta años.
Anteriormente,"la tradición mitológica no contenía indicación cronológica
alguna.
También data del siglo XI una lista de los reyes de
Irlanda en la época de la dominación de los Fir Bolg, Fir Domnann y Galioin.
Menciona nueve reyes, y la duración total de sus reinados abarcó treinta y
siete años. El último y más notable de los mismos —único que, probablemente,
pertenezca a la leyenda primitiva— fue Eochaid mac Eirc, llamado en otras
partes Eochaid "el soberbio", en irlandés garb, y también
Eochaid mac Duach. Reinó durante diez años, y durante ese tiempo no cayó sobre
Irlanda lluvia de tormenta, sino sola-; mente rocío. Fue entonces cuando hizo
su aparición el derecho. No hubo año en que no se juzgara; al no haber más
guerra, los venablos, que se habían vuelto inútiles, desaparecieron.
7.
Taltiu,
reina de los Fir Bolg, es la madre nutricia de Lug, uno de los jefes de los
Tuatha De Danann. Asamblea anual de Taltiu el día de la fiesta de Lug o Lugus.
Eochaid había desposado a Taltiu, hija de Magmor, en
castellano, de la "Gran llanura", es decir, del país de los muertos.
Más tarde se convirtió a Magmor en rey de España y a Taltiu en una princesa
española llevada a Irlanda por Eochaid. Ya en esta época tan antigua regían en
Irlanda las costumbres que dominaron en la época heroica y en tiempos
posteriores: todos hacían criar a sus niños por una familia distinta de la suya
propia. Por lo tanto, Taltiu, mujer del rey de los Fir Bolg, fue la madre
nutricia del dios Lug, uno de los Tuatha De Danann, uno de los jefes de esos
dioses buenos, de esos dioses de la luz y la vida de los que tanto los Fir Bolg
como los Fir Domnann y los Galioin, así como sus dioses, los Fomoré, eran
adversarios.
Por otra parte, entre esos grupos enemigos
existieron relaciones aún más íntimas, ya que el mismo Lug, que un día mató a
Balar, rey de los Fomoré, era nieto de su víctima.
La conquista de Irlanda por los Tuatha De Danann
puso fin a la dominación de los Fir Bolg, los Fir Domnann y los Galioin;
Eochaid mac Eirc perdió el trono junto con la vida, pero Lug no olvidó los
cuidados maternales con los que Taltiu rodeara su infancia, y, cuando ella
murió, se ocupó de su funeral. Taltiu había expirado el primero de agosto en la
localidad que, en irlandés, lleva su nombre —hoy Teltown— y que inicialmente
fuera un extenso bosque, donde, después de desmontarlo, Taltiu se construyó una
vivienda. Esta localidad se convirtió en punto de reunión de una asamblea anual
de negocios y placeres famosa por sus juegos y carreras de caballos, e
importante por el comercio y los matrimonios a los que daba ocasión. Dicha
asamblea comenzaba quince días antes del primero de agosto, día de la muerte de
Taltiu, y finalizaba quince días después de dicha fecha. Se mostraban la tumba
de Taltiu y la de su marido, y en la edad media se pretendía no haber perdido
el recuerdo del acontecimiento fúnebre cuya memoria, según se decía, era
perpetuada por esta reunión anual.
El nombre de Lug, hijo adoptivo de Taltiu, estaba
asociado al de la mujer de la que recibiera cuidados maternales. El primero de
agosto, principal día de la feria de Taltiu, llevaba el nombre de "fiesta
de Lug" en todo el dominio de la raza irlandesa, tanto en Irlanda como en
Escocia y en la isla de Man, y la tradición irlandesa atribuía a Lug la
invención de las antiguas asambleas paganas con fecha fija de las que algunas
de nuestras ferias constituyen un último resto. Según se decía, él había introducido
en Irlanda las diversiones que constituían el principal atractivo de estas
reuniones periódicas, las carreras de caballos o de carros —y, en consecuencia,
también la fusta que apresuraba el paso de los caballos—, el ajedrez o el juego
análogo al que se llamaba fidchell.
Lug ha dado su nombre a los Lugu-dunum de la
Galia, cuyo nombre significa fortaleza de Lugus o Lug. El principal de ellos,
hoy Lyon, fue sede, bajo el imperio romano, de una célebre asamblea anual
llevada a cabo el primero de agosto en honor de Augusto; no obstante, es
probable que ésta sólo constituyera una manifestación renovada de una costumbre
más antigua. Indudablemente, los galos, antes de reunirse cada primero de
agosto en Lugu-dunum para honrar a Augusto, lo habían hecho durante largo
tiempo, en esa misma fecha, para honrar a Lugus o Lug, como hacían los
irlandeses en Taltiu.
[1]
Hesíodo, "Los trabajos y los días", versos 152-153.
[2]
César, "De bello gallico", VI, 18, pars. 1, 2, 3.
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