EL siguiente esquema
presenta muy brevemente los conceptos fundamentales de la teología y la cosmogonía indias, como es asumida
‘en la mayor parte de los mitos y leyendas anteriormente vistos
|
Los dioses
La
Realidad Absoluta es Brahmán (neutro), quien, asumiendo atributos, se convierte
en ishvara, dios o gran señor. lshvara tiene tres aspectos, a saber, Brahma,
Shiva y Vishnu, con sus shaktis o
energías, Sarasvati, Devi y Lakshmi. Los adoradores sectarios identifican a uno
de éstos con el más alto ishvara, y ven a los otros ‘dos aspectos como meros
devas. Por ello aparece una cierta confusión de importancia relativa en las
leyendas. de acuerdo con el particular punto de vista sectario desde el cual
son relatadas. Las sectas más importantes son los Shaivas, que adoran a Shiva; los Vaishnavas, que adoran a Vishnu (principalmente ‘en sus avatars, como Rama y Krishna), y los Shaktas, que adoran a Dcvi como el
Supremo. Casi toda la adoración india es monoteísta; no hay para el devoto
individual ninguna cónfusión de Dios con los dioses.
Avatars son
encamaciones especiales asumidas por porciones del Supremo para ayudar en el
proceso de evolución y liberación. Usualmente se reconocen diez de estos avatars del supremo Vishnu, de los
cuales Rama, Krishna y Buda son los pasados, y Kaiki está por llegar. «Cuando
esto ocurra», dice Shri Krishna, «la ley falla y surge la falta de reglas, oh
tú de la raza de Bharata, entonces yo me hago nacer a mí mismo en un cuerpo.
Para vigilar la rectitud, para destruir a los malhechores, para establecer la
ley, nazco época tras época.»
Nombres diferentes
Una
fuente de confusión para el estudioso de la mitología india aparece al
principio en los nombres por medio de los cuales puede darse a conocer una
divinidad, incluso la misma Suprema Divinidad.
Los
más importantes nombres identificatorios son, para Shiva, Mahadeva, Hara,
Nataraja, y para Vishnu, Han, Narayan. Rápidamente se adquiere familiaridad con
estos nombres, y se descubre que los diferentes nombres se refieren a muchos
aspectos del Ser Único, dado que los dioses tienen una conciencia múltiple, y
por división de sus atributos aparecen y actúan en muchos sitios y muchas
formas coherentemente y al mismo tiempo. Se habrá observado que cada dios, ya
sea ishvara o deva, tiene una contrapartida o aspecto femenino. Estas esposas
son las shaktis o poderes sin los cuales no podría haber creación o evolución.
Por ejemplo, la shakti de Shiva es Devi, cuyos otros nombres son Sati, Urna,
Durga, Chanti, Parvati, Kali, etc.; es ella quien es amada por muchos millones
como la Madre, y todos estos adoradores hablan de Dios como una Ella. La gran
distinción sexual impregna todo el universo, y la psicología del sexo es en
todos sitios la misma: todas las cosas que son masculinas son de Shiva, y las
femeninas son de Urna.
Poderes cósmicos
Distintos
de ishvara son los devas Indra, Agni, Varuna, Yama, poderes cósmicos antiguos
personificados que sólo eran adorados en los antiguos tiempos védicos, antes de
la aparición de Shiva y Vishnu. Estos devas habitan en s-warga, un paraíso olímpico; ellos conceden a sus adoradores
diversos deseos, pero nunca son salvadores de almas. Sú condición mortal es
como la del hombre, y swarga es un
sitio donde los deseos y las ilusiones son cumplidas, donde también los seres
humanos obtienen la recompensa por las buenas ‘accionés en los intervalos entre
un nacimiento y otro. Los devas no practican tapas (ascetismo) o se sacrifican ellos mismos por el mundo,
tampoco se encaman como avatars. Los
seres humanos, mediante tapas o
sacrificios rituales, y generalmente mediante buenas acciones, pueden alcanzar
un sitio en swarga, e incluso la
condición de un deva; pero esto no excluye la necesidad del renacimiento en la
Tierra, ni puede ser considerado en ningún sentido como salvación (mukti, moksha) o como equivalente de
alcanzar nirvana. Nirvana es un
estado, swarga un lugar.
Entre
los devas está Kamadeva y su esposa Rati (deseo). Asociados con los devas en swarga están los rishis (incluyendo
Narada, Vishvamitra, Vashishtha, etc.) y los prajapatis (incluyendo Daksha); los primeros son sacerdotes, los
últimos devotos de los devas. Swarga también
es el hogar de una variedad de seres míticos, las apsaras, los gandharvas, los
kinnaras y los animales especiales que son vehículos de los dioses, tal como
‘el Garuda de Vishnu y la rata de Ganesha. Las apsaras son las doncellas
bailarinas de la corte de Indra; los gandhanvas y los kinnaras, los músicos, y
estos últimos tienen formas que son sólo en parte humana, algunos siendó de
naturaleza en parte animales, otros parte pájaro. Las apsaras, los gandhanvas y
los kinnaras no ‘entran en el ciclo de encamación humana y evolución, pero comó
los frailes de la mitología occidental, pueden en raras ocasiones hacer
alianzas con los humanos.
Yama,
aunque uno de los devas, es el señor de Hades, donde son expiadas las malas
acciones de los seres humanos en los intervalos entre un nacimiento y el
siguiente. Debe entenderse que una parte del intervalo entre nacimientos es
pasada en Hades, otra parte en el cielo, de acuerdo con la proporción de mérito
conseguida por el individuo en cuestión. Los demonios (asuras, daityas,
rakshasas) están constantemente en guerra con los devas, quienes están
representados cuando se dirigen a Brahma, Shiva o Vishnu pidiendo ayuda.
El universo
Hablando
de cosmogonía hindú, debemos comprender principalmente nuestro sistema solar,
pero está claro que principios similares son aplicables a cualquier otro
sistema, o a todo el universo compuesto de muchos sistemas. Ya no puede concebirse
ninguna creación original del universo; pero hay alteraciones, parciales y
completas, de manifestación y retractación. Al inicio del ciclo (kalpa) el mundo es creado por el
aspecto Brahma de ishvara; durante el ciclo es sostenido por Vishnu, y al fmal,
como Shiva, él lo destruye. Este proceso cósmico sucede de acuerdo al siguiente
esquema de tiempo:
Un
ciclo, o día de Brahma, un kalpa, el
período de la duración del sistema solar es 12.000 años de los devas, ó
4.320.000.000 años terrenales. Al principio de cada día cuando Brahma se
despierta, los nombrados en los mitos como «Tres Mundos», junto con los devas,
rishis, asuras, hombres y criaturas, se manifiestan de nuevo de acuerdo con su
méritos individuales (karma, acciones);
sólo aquellos que en el previo kalpa obtuvieron
directa liberación (nirvana, rnoksha), o
a quienes pasan más allá de los Tres Mundos a planos superiores, no reaparecen
más. Al fmal de cada día los Tres Mundos, con todas sus criaturas, otra vez son
establecidos en el caos (pralaya), reteniendo
sólo un germen de necesidad de remanifestación. La noche de Brahma es del mismo
largo que el día.
La
vida de nuestro Brahma o ishvara es de cien años de Brahma, al final de los
cuales el tiempo no sólo los Tres Mundos, sino todos los planos y todos los
seres —ishvara mismo, devas, rishis, asuras, hombres, criaturas y materia— y
establecidos dentro del caos (inaha-pralaya,
«gran caos») resistiendo por otros cien años de Brahma, cuando aparece un
nuevo Brahma y una nueva creación. Se verá que tanto las principales como las
menores alteraciones de la evolución e involución son representadas como
necesitadas de ley natural, la fuerza latente de acción pasada (karma). La causalidad gobierna toda la
existencia condicionada. Todo el esquema es altamente científico.
El
día de Brahma se divide en catorce manvantaras,
sobre cada uno de los cuales preside un manu,
o maestro. Cada manvantara es
seguida de una gran inundación, que destruye los continentes existentes y se
traga todos los seres vivos, excepto los pocos que son conservados para la
repoblación de la Tierra. El nombre de nuestro manu es Vaivasvata, que es la fuente de las Leyes de Manu,
formulando la estructura básica de la sociedad hindú. El día de Brahma también
se divide en mil ciclos-yuga (maha-yuga),
cada uno consistente en cuatro épocas, los yugas de Satya, Treta, Dvapara y Kali, de los cuales los últimos
tres son períodos de degeneración progresiva del primero. Los cuatro yugas juntos duran 4.320.000 años; el
primero 1.728.000, el segundo 1.296.000, el tercero 864.000 y el último
432.000. El presente año (1913 d.C.) es el aniversario número 5013 del yuga del
presente maha-yuga; este maha-yuga es el vigésimo octavo del
séptimo manvantara de nuestro kalpa, llamado el Varaha kalpa, porque
en él ‘Vishnu es encamado como un verraco (varaha);
y este kalpa es el primer día del
día número cincuenta y uno de la vida de nuestro Brahma.
Los
eventos relatados en el Mahabharata tuvieron
lugar en el Treta-yuga de nuestro maha-yuga.
Las historias más antiguas de las batallas de los dioses y los asuras y las
leyendas de los rishis van más lejos hacia atrás: la Agitación de los Océanos,
por ejemplo, tuvo lugar en el sexto manvantara;
el rescate del elefante del cocodrilo en el cuarto; la encamación del
verraco en el primero, y la emergencia de Brahma, llamado el nacimiento del
loto debido a su origen de un salto desde el ombligo de Narayana, en el mismo
inicio del kalpa. Los Tres Mundos (triloki), a los cuales se ha hecho
continua referencia, son el plano físico (Bhur), el plano astral (Bhuvar), el
cielo (Swarga); estos tres sólo, con los mundos subterráneos, están
involucrados en la diaria creación y disolución. Esto también constituye el
Samsara o Merodeo, la condición de nacimiento y renacimiento, donde el deseo (kama) y personalidad (ahamkara) son los principios que guían
la vida. Sobre los Tres Mundos hay otros cuatro planos que perduran a través
del período de vida de un Brahma; éstos son alcanzados por los que pasan más
allá de los Tres Mundos sin alcanzar directa liberación; ellos siguen a ishvara
y alcanzan la liberación con él al concluir el período de cien años Brahma.
Bajo los Tres Mundos están los siete Patalas o mundos subterráneos (distintos
del reino de Yama); éstos están habitados por los nagas, las serpientes
semihumanas, que poseen una rica civilización material de su propiedad. Estos
mundos subterráneos son soportados sobre la cabeza del naga Ananta (Infinito),
que también soporta a Narayana durante su reposo en la noche de Brahma.
La
Tierra es soportada por ocho elefantes, uno en cada una de las ochos
direcciones cardinales. También hay dioses guardianes de las direcciones; los
del Este, Sur, Oeste y Norte son Indra, Yama, Varuna y Kuvera; de acuerdo con
el budismo, sin embargo, son los regentes de estos dioses los que son los
guardianes de las direcciones, y son estos regentes quienes están representados
en las más antiguas deidades-figuras, aquellos del Bharhut Stupa (siglo u a.C).
Aun los primeros brahmanes también tenían representaciones de los devas, pero
hechas en materiales no permanentes; mientras que la representación de ishvara
y los budas supremos es un desarrollo posterior, alcanzando sus tipos más altos
en los siglos vii u vm a.C.
La
causa primera de la creación es inexplicable, dado que en un universo
condicionado por la causalidad las causas deben preceder a las causas
precedentes hasta siempre. Pero el proceso de manifestación o creación es más
apropiadamente considerado como un tiempo exterior, e igualmente pasado,
presente o futuro. Ningún motivo puede asignarse a esta voluntad, un hecho que
es míticamente representado llamando al proceso del mundo Lila, el divertimiento del Señor; u, otra vez, diciendo que el Ser
desea ver la reflexión de su propia perfección espejada en su No-Ser.
Geografía mítica
La
geografía mítica de nuestro sistema también debe ser descrita. Hay siete
continentes-islas rodeados de siete mares. Jambudwirpa (el mundo) es el más
interior de éstos; en el centro de este continente se eleva la montaña dorada
Meru, con una altura de ochenta y cuatro mil leguas sobre la tierra. Alrededor
de los pies de Meru están las montañas que limitan la tierra, de las cuales el
Himalaya está al Sur; la tierra de Bharat-varsha (India) está entre el Himalaya
y el mar salado. Meru está apuntalada por cuatro montañas, cada una de diez mil
leguas de altura; de éstas, una es Mandara, usada como pivote para la agitación
del océano. El nombre de este continente, Jambu-dwipa, deriva de Jambu, árbol
que crece sobre una de esas cuatro montañas. Sus frutos son tan grandes como
elefantes; cuando ellos están maduros caen sobre la montaña y su jugo forma el
río Jambu, cuyas aguas dan salud y vida a aquellos que las beben. También hay
lagos y bosques y espolones de las montañas.
En
la cima de Meru está la ciudad de Brahma, extendiéndose catorce mil leguas,
famosa en el cielo; a su alrededor están las ciudades de Indra y otros
gobernantes del cielo. Cerca de la ciudad de Brahma fluye el Ganges, rodeando
la ciudad; de acuerdo con un informe, el río se divide en cuatro, fluyendo en
direcciones opuestas; de acuerdo con otro, el Ganges, después de escapár del
cielo y de las trenzas de Shiva se divide en los siete ríos. sagrados de India.
En las laderas de la base viven los gandharvas, kinnaras y siddhas; los
daityas, asuras y rakshasas en los valles. Todas estas montañas se incluyen en
el Swarga (paraíso), donde se disfruta el fruto de las buenas acciones.
Bharata-varsha (India, o tal vez todo el mundo humano) es una de las nueve
tierras situadas en áreas rodeadas de varias montañas de las que se habla. De
estas nueve, sólo en la Bharata-varsha hay pena, agotamiento y hambre; los
habitantes de otras varshas están
exentos de toda angustia y dolor, y no hay entre ellos distinción de yugas. Bharata es la tierra de trabajos,
donde los hombres hacen sus acciones, ganando su lugar en el cielo o la
liberación; o, puede ser, renacen en el infierno, de acuerdo con su mérito.
Bharata es, por ello, el mejor de los varshas;
otros varshas son sólo para gozar. Felices son aquellos que renacen, aun
siendo dioses, como hombres en Bharatvarsha, dado que ése es el camino al
Supremo.
Historia de la teología
Con
respecto a la historia de algunas ideas de las que aquí se habla: De los himnos
del Rig-Veda, que regresan a un
momento en que los arios todavía no estaban establecidos en el valle del
Ganges, sino que vivían entre los tributarios de los indos, conocemos una época
en que no había castas, ni adoración privilegiada, ni sistema brahmánico de
gobierno, sino que había muchas tribus pastoriles gobernadas por reyes menores
hereditarios. La antigua religión védica consistía en la adoración de poderes
personificados de la Naturaleza, dioses del cielo, el aire y la tierra.
Gradualmente la creencia en estas distintas deidades lleva a la convicción de
que ellos son manifestaciones del Uno, que tiene muchos nombres, como
Prajapati, Vihsvakarma, etc., pero es finalmente llamado Brahman, una palabra
que en los himnos antiguos no significa nada sino el poder del devoto, en una forma
análoga a la cristiana concepción del Logos.
A esto fue agregada la idea de que este brahmán no era nada sino «El que
todo lo penetra» (atman), conociendo
al cual se conoce a todos. Así tenemos una junto a otra dos fases de la
religión: el viejo culto de sacrificio, donde el hombre busca encontrar un
sitio en el Paraíso por medio de un comportamiento moral y ofrendas a los
dioses, y la búsqueda del mayor conocimiento, el conocimiento del brahmán. Esta
posición fue alcanzada antes del tiempo de Buda; el total desarrollo del
sistema brahmánico descrito arriba alcanzó forma al suceder los siglos.
Filosofía
La
filosofía que prevalece (hay por supuesto también otros sistemas, aunque todos
están estrechamente interconectados), la doctrina de la realidad esotérica con
la que se relacioña el sistema esotérico relatado arriba, es una forma de
intransigente monismo llamado Vedanta; mantiene que hay sólo Una Realidad, el
Brahmán, de quien nada puede ser predicado. Éste es El No Mostrado, el No
Conocido Dios; cualesquiera sean las cualidades o atributos que uno pueda
esperar usar para expresar su naturaleza, en una famosa frase védica: «No es
eso, no es eso» (neti, neti). Conocer
esa realidad es conocer todo, de la misma forma que conocer la arcilla es
conocer todo lo que está hecho de arcilla, las aparentes diferencias consisten
sólo en nombre y forma (namarupa). Esta
realidad está dentro de nosotros mismos; y nosotros en ella. Es, de hecho,
nuestro único verdadero Mismo (atman), oscurecido
en nosotros por la personalidad (ahamkara)
.y atributos (upadhis). El
conocimiento de esta realidad es liberación (nwksha,
nirvana), exactamente corno una vasija de barro se rompe nos damos cuenta
que el espacio interior es uno con el’espacio exterior. Alcanzar esta
liberación es el más alto fin de la, vida.
La
vida de cada alma individual (jivatman) sigue
un doble sendero —la primaria voluntad para la experiencia (pravritti margaya)— y la posterior voluntad de rechazo (nivritti margaya), o brevemente, el
camino de la búsqueda y del regreso, familiar a los místicos de todas las
épocas y países. El proceso de encarnación y liberación es siempre progresivo;
pero en vista de que el liberado no vuelve, está claro que los buscadores deben
estar siempre en la mayoría. Sin embargo, es algo malvado para una comunidad
estar compuesta sólo de aquellos que buscan, sin una debida posibilidad
transformadora para aquellos que regresan.
La sociedad humana
Sobre
esta base los antiguos rishis se establecieron como las cuatro almas de la vida
humana, Dharma, Artha, Kama, Moksha,
es decir, Moralidad, Consecución, Salud, Cumplimiento de Deseos y Liberación.
El hecho de que almas individuales estén en diferentes estapas de desarrollo,
además de poseer capacidades especiales o tendencias tanto como méritos propios
de acuerdo con la naturaleza de su acción pasada, se refleja en la teoría de
casta (yama, litetalmente, color),
cada una con su apropiada moralidad (svadharma).
«Casta»,
como ha dicho Sister Nivedita, «es continuidad de raza; es el sentido histórico;
es la dignidad de la tradición y propósito para el futuro. Es aún más: es la
familiaridad de todo un pueblo en todos sus rangos con el único supremo motivo
humano: la noción de noblesse oblige.»
Matrimonio
Moksha, o
liberación, es fmalmente alcanzado por el individuo solo, y depende de la
relación de él o ella con Dios. Pero los fmes seculares de vida, moralidad,
riqueza, deseo y, sobre todo, el nacimiento de niños, requiere cooperación de
hombres y mujeres. Entonces en el sistema social hindú se hace gran énfasis en
el matrimonio; más allá de la recomendación del celibato para los miembros de
todas las instituciones religiosas, se declara expresamente que nadie puede
alcanzar el cielo después de la muerte, o pueden permanecer sus ancestros allí,
si no ha tenido un niño. El matrimonio hindú es indisoluble, excepto en la
cuarta casta. La poligamia está permitida, pero es comparativamente rara,
debido a que el número de hombres y mujeres es aproximadamente el mismo; la
razón más usual para un segundo matrimonio es la falta de niños en el primero.
Como en tantos otros sistemas, la base del matrimonio es el deber más que el
amor romántico. El estado espiritual elevado de la mujer hindú se refleja en la
mitología; realmente, como hemos visto, hay muchos millones de hindúes que
piensan habitualmente en Dios como en una Ella.
Es Ella. (dice
Shankaracharya) con quien Shiva busca
protección…
Cuyas palabras son dulces,
La destructora de enfermedades,
Extendiéndose siempre y en todos los sitios,
Tierna enredadera de inteligencia y felicidad.
«La
madre», dice Manu, «excede a cien padres en el derecho a la reverencia y en la
función de maestro.» Y otra vez en el Kubjika
Tantma: «Cualquiera que haya visto los pies de mujer, que los adore como a
los de su maestro.»
Renunciación
Todos
viven como ciudadanos salvo aquellos pocos que sienten ya en su juventud la
irresistible llamada a la renunciáción (vairagya,
marchándose), y así se convierten en monjes o monjas. Para éstos el
ascetismo es una vocación. El ciudadano, por otra parte, como hemos visto, debe
casarse y tener un niño. Pero la vida como ciudadano no es para toda la vida,
aun de un hombre ordinario; llega un momento en que él, también, se marcha del
mundo. Su vida es planificada en cuatro etapas (ashramas), como sigue: estudiante, cabeza de familia y ganador de
riqueza, retirado, y finalmente completa renunciación a todas las ataduras. Es
la fuerza de carácter, el mérito acumulado en muchas vidas así ordenado, lo que
gradualmente madura en el alma individual, hasta que al final siente la
irresistible llamada y se inclina con todas la fuerzas hacia la liberación (nirvana).
No hay comentarios:
Publicar un comentario