En
la ladera del Triple Pico vivía un elefante real. Deambulaba por los bosques
con sus manadas de esposas. Calenturiento por los jugos exudados de su sien, se
sumergió un día en el lago para disminuir su sed; después de beber a sus
anchas, cogió agua en su trompa y se la dio a sus esposas e hijos. Pero justo
entonces un enojado cocodrilo le atacó, y ambos lucharon un interminable rato,
cada uno esforzándose por arrastrar al otro hacia sí mismo. Lastimosamente los
elefantes bramaban desde la orilla pero no podían ayudar. Finalmente el elefante
real se debilitó, pero el cocodrilo no estaba cansado, ya que estaba en su
propio elemento.
Entonces
el elefante real rogó ardientemente y con devoción al Adorable, al Ser Supremo;
inmediatamente vino Vishnu, sentado sobre Garuda, seguido por los devas, Empujó
al cocodrilo y golpeó su cuello con un disparo de disco, y así salvó al
elefante real.
Éste
fue el resultado de una antigua maldición; el elefante era un gandharva que en
otra vida había insultado a un rishi que le molestaba durante su juego. El
rishi era el cocodrilo. Mediante el insulto de otro rishi el gandharva se
volvió un elefante.
El
elefante de la historia está para una típica alma humana de nuestra época,
excitado por deseos; demasiado entregado a los placeres sensuales, el demonio
lo hubiese llevado, no sabe adonde. No había salvación para él hasta que llamó
a Vishnu, quien rápidamente salva a todos los que llaman a él con devoción.
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