Fuegos fatuos a los
que el indígena considera manifestaciones de ultratumba. Cuando en el camino
aparece uno de estos fuegos, el mismo deja de ser transitado por largo tiempo.
Los Criollos por lo general, los llaman LUZ MALA son reales y obedecen a varios
fenómenos naturales: pueden ser emanaciones de metano, comunes en terrenos
pantanosos (ej. región de la Provincia de Buenos Aires, cerca de la Bahía de
Samborombon) otras veces producidos por gases de la descomposición de
sustancias orgánicas (sobre todo grasas) enterradas muy cerca de la superficie
y también por la fosforescencia de las sales de calcio componentes de
esqueletos de animales esparcidos en el campo (osamentas).
En los dos primeros casos la luminosidad es tenue e intermitente oscilando o
trasladandose de un punto a otro, impulsadas por la mas leve brisa, en el caso
de la fosforescencia de las "osamentas" pese a estar fija, concurren
varios factores, como el agotamiento visual, el miedo, la falta de puntos de
referencia en la oscuridad y la imaginación que hacen que el observador las vea
moverse.
Esos movimientos (virtuales o reales, hacen que las "Luces Malas"
sean referidas a "Almas en Pena", que por ese medio manifiestan su
deseo de vincularse a un alma viva para que le sirva de compañía. Estas almas
andan errantes porque sus pecados no le permiten entrar al cielo, pero tampoco
son tan graves como para merecer el infierno. Según la superstición, buscan
esta compañía hasta que algún familiar realicen algún acto que las redima.
AILEN MULELO significa "Brasa ardiente que anda o camina"; pues
AILLIÑ es brasa y AMULEN es andar, deambular, caminar. También se lo conoce con
el nombre de BOY TATA.
Para liberarse de la LUZ MALA el paisano reza y luego muerde la vaina de su
cuchillo, ya que el arma blanca es la única defensa posible.
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