a. Al niño Lino de Argos hay que distinguirlo del Lino hijo de
Ismenio al que Heracles mató con una lira. Según los argivos, Psámate, la hija
de Crotopo, tuvo al niño Lino con Apolo y temiendo la ira de su padre, lo
abandonó en una montaña. Lo encontraron y criaron unos pastores, pero luego fue
despedazado por los mastines de Crotopo. Como Psámate no podía ocultar su pena,
Crotopo no tardó en sospechar que era la madre de Lino, y la condenó a muerte.
Apolo castigó a la ciudad de Argos por este doble crimen enviando a una especie de harpía llamada Poine que arrancaba
a los niños pequeños de sus padres, hasta que un tal Corebo se encargó de
matarla. Entonces afligió a la ciudad una peste y, como no daba señales de
disminuir, los argivos consultaron al oráculo de Delfos, el cual les aconsejó
que propiciaran a Psámate y Lino. En consecuencia, ofrecieron sacrificios a sus
ánimas, y las mujeres y doncellas cantaron cantos fúnebres a los que todavía
llaman linoi; y como Lino había sido criado entre corderos, llamaron al
festival arnis, y al mes en que se celebraba arneios. Como la peste seguía
haciendo estragos, por fin Corebo fue a Delfos y confesó que había matado a
Poine. La Pitonisa no le dejó que volviera a Argos, pero le dijo: «Lleva mi
trípode de aquí y erige un templo a Apolo donde se te caiga de las manos.» Eso
le sucedió en el monte Gerania, donde fundó primeramente el templo y luego la
ciudad de Tripodisco, y fijó allí su residencia. Se muestra su tumba en la
plaza del mercado de Megara, coronada por un grupo de estatuas que representan
la muerte de Poine y son las esculturas de esa clase más antiguas que
sobreviven en Grecia.
A este segundo Lino se le llama a veces Etolino, y los arpistas lo lloran en
los banquetes.
b. Un tercer Lino yace también enterrado en Argos: era el poeta al
que algunos llaman hijo de Eagro y la musa Calíope, haciéndole así hermano de
Orfeo. Otros dicen que era hijo de Apolo y la musa Urania, o Aretusa, una hija
de Posidón; y otros que era hijo de Anfímaro, hijo de Posidón, y Urania; o de
Magnes y la musa Clío.
Lino era el músico más grande que había aparecido en la humanidad y el celoso
Apolo lo mató. Había compuesto canciones en honor de Dioniso y otros héroes
antiguos, y las escribía luego con letras pelasgas; y también una epopeya de la
Creación. Lino, en realidad, inventó el ritmo y la melodía, era sabio en todo y
enseñó a Támiris y Orfeo.
c. La lamentación por Lino se extendió por todo el mundo y es el
tema, por ejemplo, de la Canción de Mañeros egipcia. En el monte Helicón,
cuando uno se acerca al bosque de las Musas, el retrato de Lino está esculpido
en la pared de una pequeña gruta en la que los sacrificios anuales que se le
hacen a él preceden a los que se ofrecen a las Musas. Se alega que está
enterrado en Tebas y que Filipo, el padre de Alejandro Magno, después de
derrotar a los griegos en Queronea, trasladó sus huesos a Macedonia, de acuerdo
con un sueño, pero después volvió a soñar y los devolvió.
1.
Pausanias
relaciona este mito del niño Lino con el de Mañeros, el espíritu del cereal
egipcio, por quien se cantaban cantos fúnebres en la época de la cosecha; pero
Lino parece haber sido el espíritu del
lino (linos) que se siembra en la primavera y se cosecha en el verano. Tenía a
Psámate por madre, porque, según Plinio (Historia natural xix.2), «sembraban el
Uno en tierra arenosa». Su abuelo y asesino era Crotopo porque —también según
Plinio— los tallos de lino amarillentos, después de ser arrancados por las
raíces y dejados al aire libre, eran machacados con los «pies trituradores» de
mazos de estopa. Y Apolo, cuyos sacerdotes vestían túnicas de Uno y que era el
patrono de toda la música griega, lo engendró. La muerte de Lino por perros se
refiere evidentemente a la maceración de los tallos de lino con destrales de
hierro, procedimiento que Plinio describe en el mismo pasaje. Frazer sugiere,
aunque sin pruebas que le apoyen, que Lino es una consecuencia de haber oído
mal los griegos las palabras fenicias ai lanu, «¡Ay de nosotros!». Etolino
significa «Lino condenado».
2.
Sin
embargo, el mito se ha reducido a la norma corriente del niño abandonado por
temor a un abuelo celoso y criado por pastores, lo que indica que la industria
de la ropa de lino en Argólide desapareció a causa de la invasión doria, o de
que los egipcios la vendían a menor precio, o de ambas cosas, y la sustituyó la
industria de las ropas de lana; sin embargo, se siguieron entonando anualmente
los cantos fúnebres en honor del niño Lino. Es probable que la industria del
lino fuera establecida por los cretenses que civilizaron Argólide; la palabra
griega para cuerda de lino es merinthos y todas las palabras terminadas en
inthos son de origen cretense.
3.
Corebo,
cuando mató a Poine («castigo») probablemente prohibió los sacrificios de niños
en el festival de Lino, los sustituyó con corderos, y llamó al mes «Mes del
Cordero». Se le ha identificado con un eleo del mismo nombre que ganó la
carrera pedestre en la Primera Olimpíada (776 a. de C.). Tripodisco parece no
tener relación con los trípodes, sino derivarse de tripodizein, «encadenar tres
veces».
4.
Como
la cosecha del lino era la ocasión para los cantos fúnebres y la trituración
rítmica, y como en el solsticio estival —a juzgar por los ejemplos suizos y
suabos citados en Golden Bough de Frazer— los jóvenes saltaban alrededor de una
hoguera para que el lino creciera a gran altura, se suponía la existencia de
otro Lino místico, uno que llegó a la edad viril y fue un músico famoso,
inventor del ritmo y la melodía. Este Lino tenía por madre a una Musa y por
padre al Hermes arcadio, o al Eagro tracio, o Magnes, el antepasado epónimo de
los magnesios; en realidad no era heleno, sino guardián de la cultura pelasga
pre-helena, que incluía el calendario de árboles y el saber acerca de la
Creación. Apolo, quien no toleraba rivales en música —como lo demostró en el
caso de Marsias (véase 21.f)— lo mató, según se dice, indirectamente; pero ésta
era una versión errónea, pues Apolo adoptó y no mató a Lino. Posteriormente se
atribuyó su muerte más apropiadamente a Heracles, patrono de los invasores
dorios incivilizados (véase 146.1).
5.
A
Lino se le llama hermano de Orfeo a causa de la semejanza de su destino (véase
28.2). En los Alpes austríacos (según me informa Margarita Schón-Wels) no se
admite a los hombres en la cosecha del lino, ni en el proceso de secarlo,
golpearlo y macerarlo, ni en las hilanderías. E1 espíritu gobernante es la
Harpatsch, una bruja aterradora, con las manos y la cara tiznadas con hollín.
Si se encuentra accidentalmente con algún hombre lo abraza, le obliga a bailar,
le acomete sexualmente y le tizna con hollín. Además, las mujeres que golpean
el lino, llamadas Bechlerinnen, persiguen y rodean a todo extraño que se
introduce por error entre ellas. Le obligan a tenderse en el suelo, lo
pisotean, le atan las manos y los pies, lo envuelven en estopa, le estregan la
cara y las manos con desechos de lino punzantes, lo frotan contra la corteza
áspera de un árbol derribado y por fin lo hacen rodar por la ladera. En las
cercanías de Feldkirch sólo hacen que el transgresor se acueste y pasan sobre
él, pero en otras partes le abren la bragueta e introducen en ella desechos de
lino, y eso es tan doloroso que tiene que escapar con las piernas desnudas. En
las cercanías de Salzburgo las Bechlerinnen mismas le quitan los pantalones y
amenazan con castrarlo; cuando huye, purifican el lugar quemando ramitas y
entrechocando las hoces.
6.
Poco
se sabe de lo que sucede en las hilanderías, pues las mujeres guardan el
secreto; excepto que cantan un canto fúnebre llamado el Flachses Qual
(«Tormento del Lino»), o Leinenklage («Lamento del Lino»). Parece probable, por
tanto, que las mujeres que cosechaban el lino solían apresar, atacar
sexualmente y desmembrar a un hombre que representaba el espíritu del lino;
pero como éste fue también el destino de Orfeo, quien protestó contra los
sacrificios humanos y las orgías sexuales (véase 28.b), se ha descrito a Lino
como su hermano. La Harpatsch resulta familiar: es la bruja de la cosecha de
cereal, representante de la diosa Tierra. Se entrechocan las hoces solamente en
honor de la luna; no se las utiliza en la cosecha del lino. Se atribuye a Lino
la invención de la música porque esos cantos son puestos en boca del propio
espíritu del lino y porque algunas cuerdas de lira se hacían con hilo de lino.
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