a. Sobreviven muchas versiones diferentes de la vuelta del Argo a
Tesalia, aunque se conviene generalmente en que, siguiendo el consejo de Fineo,
los argonautas costearon el Mar Negro en dirección contraria al sol. Algunos
dicen que cuando Eetes los alcanzó, cerca de la desembocadura del Danubio,
Medea mató a su joven hermanastro Apsirto, al que había llevado a bordo, y lo
descuartizó y arrojó un pedazo tras otro a la corriente rápida. Esta cruel
estratagema demoró la persecución, porque obligó a Eetes a recoger cada trozo para
enterrarlo luego en Tomi.
Se dice que el verdadero nombre del hermanastro de Medea era Egialeo, que
«Apsirto», que significa «arrojado», sólo recuerda lo que les sucedió a sus
miembros descuartizados después de su muerte.
Otros sitúan el crimen en Eea misma y dicen que Jasón mató también a Eetes.
b. La versión más minuciosa y coherente, no obstante, es que
Apsirto, enviado por Eetes en persecución de Jasón, alcanzó al Argo en la
desembocadura del Danubio, donde los argonautas convinieron en desembarcar a
Medea en una isla cercana consagrada a Ártemis, dejándola a cargo de una
sacerdotisa durante unos días; entretanto un rey de los brigios juzgaría el
caso y decidiría si debía volver a su patria o seguir a Jasón hasta Grecia y en
poder de quién quedaría el vellocino de oro. Pero Medea envió un mensaje
privado a Apsirto, fingiendo que la habían raptado por la fuerza y pidiéndole
que la liberara. Esa noche, cuando él desembarcó en la isla y con ello violó la
tregua, Jasón le siguió, le acechó y le dio muerte por la espalda. Luego cortó
las extremidades de Apsirto y chupó tres veces parte de la sangre derramada,
que escupió cada vez, para impedir que el ánima le persiguiera. Tan pronto como
Medea estuvo otra vez a bordo del Argo, los argonautas atacaron a los
colquideos que se habían quedado sin jefe, dispersaron su flotilla y huyeron.
c. Según algunos, después de la muerte de Apsirto el Argo volvió
atrás y remontó el Fasis hasta el Mar Caspio, y desde allí pasó al Océano
Indico, volviendo al Mediterráneo por el lago Tritonis.
Otros dicen que remontó el Danubio y el Save y luego descendió por el Po, que
se une con el Save, al mar Adriático.
Pero lo persiguieron las tormentas y lo llevaron alrededor de toda la costa de
Italia, hasta que llegó a la isla Eea de Circe. Otros más dicen que remontó el
Danubio y luego llegó a la isla de Circe por el Po y las rebalsas arremolinadas
donde se une con el Ródano.
d. Otros sostienen que los argonautas remontaron el Don hasta que
llegaron a sus fuentes; luego arrastraron el Argo hasta las fuentes de otro río
que corre hacia el norte y desemboca en el golfo de. Finlandia. O que desde el
Danubio lo llevaron hasta las fuentes del río Elba y por las aguas de éste
llegaron a Jutlandia. Y que desde allí navegaron hacia el oeste hasta el
océano, pasando por Gran Bretaña e Irlanda, y llegaron a la isla de Circe
pasando entre las Columnas de Heracles y a lo largo de las costas de España y
Galia.
e. Estas no son, sin embargo, rutas practicables. La verdad es que
el Argo volvió por el Bosforo, la ruta por la que había ido, y pasó por el
Helesponto sin inconvenientes porque los troyanos ya no podían impedírselo.
Pues Heracles, a su regreso de Misia, había reunido una flota de seis naves
[proporcionadas por los dolios y sus aliados percotes] y, remontando el río
Escamandro a cubierto de la oscuridad, sorprendió y destruyó a la flota
troyana. Luego entró en Troya abriéndose camino con su clava y exigió que el
rey Laomedonte le entregara las yeguas devoradoras de hombres de Diomedes, que
éste había dejado a su cargo algunos años antes. Cuando Laomedonte negó que
tuviera conocimiento alguno de esas yeguas, Heracles los mató a él y a todos
sus hijos, con excepción del infante Podarces, o Príamo, a quien nombró rey en
su lugar.
f. Jasón y Medea ya no estaban a bordo del Argo. Su mástil
oracular había hablado una vez más, negándose
a llevarla hasta que se hubiesen purificado del asesinato, y desde la
desembocadura del Danubio habían ido por tierra a Eea, la isla en que vivía
Circe, la tía de Medea. Ésta no era la Eea campaniana adonde Circe fue a vivir
más tarde, sino su anterior residencia en Istria; y Medea condujo a Jasón allá por el camino por el que
los dones envueltos en paja de los hiperbóreos son llevados anualmente a Délos.
Circe, a la que acudieron como suplicantes, los purificó a regañadientes con la
sangre de una cerda joven.
g. Ahora bien, a sus perseguidores colquideos se les había
advertido que no debían volver sin Medea y el vellocino de oro, y sospechando
que ella había ido a ver a Circe para que le purificase, siguieron al Argo por
el mar Egeo, alrededor del Peloponeso y por la costa del Iliria, sacando la conclusión acertada de
que Medea y Jasón habían dispuesto que los fueran a buscar en Eea ».
h. Sin embargo, algunos dicen que Apsirto mandaba todavía la
flotilla colquidea en ese momento y que Medea lo atrapó y asesinó en una de las
islas ilirias llamadas ahora las Apsírtidas.
1.
La
combinación del viaje occidental con el oriental fue aceptada hasta que
aumentaron los conocimientos geográficos de los griegos y se hizo imposible
conciliar los elementos principales de la fábula: a saber, la conquista del
vellocino de oro desde el Fasis y la purificación de Medea y Jasón por Circe,
quien vivía en Istria o frente a la costa occidental de Italia. Sin embargo,
como ningún historiador podía ofender a su público rechazando el viaje como
fabuloso, se suponía al principio que los argonautas habían vuelto del Mar
Negro por el Danubio, el Save y el Adriático; luego, cuando los exploradores
descubrieron que el Save no desemboca en el Adriático, se supuso que existía
una confluencia del Danubio y el Po, por los que el Argo podía haber navegado;
y cuando más tarde se comprobó que el Danubio era navegable sólo hasta las
Puertas de Hierro y que no se unía con el Po, se sostuvo que había remontado el
Fasis hasta el mar Caspio, y desde allí hasta el Océano Indico (donde se
extendía otra Cólquide a lo largo de la costa malabar; Tolomeo Hefestiono:
viii.1.10), y había vuelto por la «corriente del Océano» y el lago Tritonis.
2.
Como
poco después se negó también la posibilidad de esta tercera ruta, los
mitógrafos sugirieron que el Argo había remontado el Don, el cual, según se
suponía, tenía sus fuentes en el Golfo de Finlandia, desde donde podía
circunnavegar a Europa y volver a Grecia por el estrecho de Gibraltar. O que de
algún modo había llegado al Elba por el Danubio y un largo transporte por
tierra, y luego descendido por ese río hasta su desembocadura, y así vuelto a
Grecia a lo largo de las costas de Irlanda y de España. Diodoro Sículo, quien
tuvo la sensatez de darse cuenta de que el Argo sólo podía haber vuelto por el
Bosforo, por donde había ido, trató este problema de una manera más realista e
hizo la observación esclarecedora de que al Ister (ahora el Danubio) se lo
confundía con frecuencia con el Istro, un arroyo de poca importancia que
desembocaba en el Adriático cerca de Trieste. La verdad es que, inclusive en la
época de Augusto, el geógrafo Pomponio Mela podía informar (ii.3.13 y 4.4) que
el ramal occidental del Danubio «desemboca en el Adriático con una turbulencia
y violencia iguales a las del Po». La toma del vellocino, la persecución por
los colquideos y la muerte de Apsirto se habrían producido originalmente en el
norte del Adriático. Ovidio prefería creer que Apsirto había sido asesinado en
la desembocadura del Danubio y enterrado en Tomi, porque ése era el lugar donde
él mismo estaba destinado a morir.
3.
Se
dice que Eea (véase ITO.i-l y 5) había pertenecido a Crises, padre de Minia y
bisabuelo de Frixo; y Crises significa «de oro». Muy bien puede haber sido su
espíritu, más bien que el de Frixo, el que se ordenó a los minias que
apaciguasen cuando fueron en busca del vellón. Según Éstrabón, Frixo tenía un
altar de héroe en Mosquia, en el Mar Negro, «donde nunca se sacrifica un
carnero»; no obstante, ésta debe haber sido una fundación posterior, promovida
por la fama del viaje del Argo; así los romanos construyeron también templos a
los héroes y heroínas griegos introducidos ficticiamente en su historia
nacional.
4.
El
nombre «Apsirto», que conmemora el deslizamiento de sus restos corriente abajo,
era quizás un título local de Orfeo después de su desmembramiento por las
Ménades (véase 28.d).
5.
Tanto
Valerio Flaco como Diodoro Sículo afirman que Heracles saqueó Troya en el viaje
de ida y no el de vuelta, pero esto parece ser un error.
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