Los Jappiñuñus, cuya denominación proviene de las palabras jappi, asir, coger, y ñuñu la teta de la mujer, eran duendes en forma de mujer, con largas tetas colgantes, los cuales volaban por los aires en las noches diáfanas y a horas silenciosas, cogían a las gentes con sus tetas y se las llevaban.
Toda vez que el indio siente volar en el aire a deshoras de la noche alguna ave nocturna, no cree que es ave sino supone que es algún Jappiñuñu, que lo está acechando para arrebatarlo y huye apresurado al interior de su casa, o se acurruca junto a un pedrón para que lo proteja. Si ha desaparecido un individuo en la noche, por algún motivo inexplicable, como por ejemplo un crimen o una huida intencionada, atribuyen a sus parientes cuando no han podido tener noticias de él, que el jappiñuñu, se lo ha llevado.
Sin embargo, este mito va perdiendo mucho de su importancia en la imaginación popular y no será extraño que desaparezca a la larga.
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