Los mitos, eternamente vigentes

Los mitos nunca perderán su vigencia, por más que el hombre de ciencia con su ego inflado que no le permite mirar hacia adentro, trate de desecharlo, las verdades más trascendentales están en los mitos y en las leyendas, claro no como respuestas a los fenómenos naturales, el arco iris no es una serpiente de 7 colores, ni el universo se origino cuando un Gigante asesino a un Dragón; pero si las grandes respuestas con respecto a la naturaleza de la conducta humana y sus a veces violentas pasiones.
Más que en su sentido literal se debe de buscar el significado de todo mito y leyenda y se encontrara un tesoro en filosofía prerracional, Para muestra la epopeya de Gilgamesh que nos enseña la imposibilidad de vencer a la muerte y las reacciones del hombre ante esta, que nos habla de cómo sufre el hombre por ser un intermedio entre los dioses inmortales y los animales inconscientes hasta cierto grado de que es la ley de la tierra el morir (lo cual coincide en cierto grado con los posteriores griegos que también vieron al hombre como el único ser capaz de filosofar es decir buscar el conocimiento, un intermedio entre los animales irracionales y los dioses que lo saben todo) y como la muerte de nuestros seres cercanos nos puede aterrar, más que nada por ser un reflejo de nuestra muerte, o la leyenda de belerofonte el héroe que derroto a la quimera se volvió tan orgulloso que irrito a los dioses y cayo en desgracia, o la leyenda de Edipo el hombre que resolvió el acertijo de la esfinge , mato sin saber a su padre y se caso con su madre , que se adelanto en más de 2000 años a Freud y que la psicología ha reconocido su valor al grado de crear el termino “complejo de Edipo”. Y así con los miles de mitos que el hombre ha creado en su paso por la tierra, cada uno contiene una valiosa lección sobre la esencia del hombre.
Por eso me llaman mucho la atención los mitos y también los sueños, que también contienen un contenido valioso, pero oculto en un simbolismo misterioso, que de seguro vienen a ser algo así como la mitología propia de cada uno