a. Durante la ausencia de Teseo en el Tártaro, los
Dioscuros reunieron un ejército de laconios y arcadios, marcharon contra Atenas
y exigieron la devolución de Helena. Cuando los atenienses negaron que la
tuvieran ellos, o que tenían la menor idea de dónde podía estar, los Dioscuros
procedieron a saquear el país de Ática, pero los habitantes de Decelía, que
desaprobaban la conducta de Teseo, los guiaron a Afidna, donde encontraron y
rescataron a su hermana. Los Dioscuros destruyeron Afidna, pero los decelianos
están todavía exentos de todos los impuestos espartanos y tienen derecho a
asientos de honor en los festivales espartanos; sus tierras fueron las únicas
que se salvaron de la guerra peloponense, cuando los invasores espartanos
asolaron el Ática.
b. Otros dicen que quien reveló el lugar en que se
ocultaba Helena fue Academo o Equedemo, un arcadio que había ido al Ática por
invitación de Teseo. Los espártanos, ciertamente, le trataron con gran honor en
vida y en sus posteriores invasiones respetaron su pequeña propiedad junto al
río Cefiso, a seis estadios de Atenas. Esta propiedad se llama ahora Academia,
un bello jardín, bien regado donde se reúnen los filósofos para expresar sus opiniones
irreligiosas sobre la naturaleza de los dioses.
c. Maratón mandaba el contingente arcadio del
ejército de los Dioscuros y, obedeciendo a un oráculo, se ofreció para el
sacrificio al frente, de sus hombres. Algunos dicen que fue él, y no Maratón,
el padre de Sición y Oorinto, quien dio su nombre a la ciudad de Maratón.
d. Ahora bien, Péteo, hijo de Orneo y nieto de Erecteo,
había sido desterrado por Egeo, y los Dioscuros, para mortificar a Teseo
hicieron que su hijo Menesteo regresara del exilio y le nombraron regente de
Atenas. Este Menesteo fue el primer demagogo. Durante la ausencia de Teseo en
el Tártaro se congració con el pueblo recordando a los nobles el poder que
habían perdido con la federalización y diciendo a los pebres que les robaban el
país y la religión y se habían convertido en súbditos de un aventurero de
origen oscuro, quien, no obstante, había abandonado el trono y se decía que
había muerto.
e. Cuando cayó Afidna y Atenas se
hallaba en peligro, Menesteo incitó al pueblo a que recibiera a los Dioscuros
en la ciudad corno sus benefactores y liberadores. De hecho se comportaron muy
correctamente y sólo pidieron que se les admitiese en los misterios eleusinos
como había sido admitido Heracles. Esa petición fue concedida y los Dioscuros
se convirtieron en ciudadanos honorarios de Atenas. Afidno era su padre
adoptivo, como Filio lo había sido de Heracles en una ocasión análoga. En
adelante se les rindieron los hombres divinos a la salida de su constelación,
en agradecimiento por, la clemencia que habían mostrado con el populacho; y
llevaron jubilosamente a Helena de vuelta a Esparta, con Etra, la madre de Teseo,
y una hermana de Pirítoo como su sierva. Algunos dicen que encontraron a Helena
todavía virgen; otros, que Teseo la había dejado encinta y que en Argos, al
volver a su patria, dio a luz a una niña, Ingenia, y dedicó un templo a Artemis
en agradecimiento por su buen parto.
f. Teseo, quien volvió del Tártaro poco tiempo
después, erigió inmediatamente un altar a Heracles Salvador y volvió a consagrarle
todos sus templos y bosquecillos sagrados menos cuatro. Sin embargo, las
torturas, le habían debilitado mucho y encontró a Atenas tan corrompida por las
facciones y la sedición que ya no pudo mantener el orden. Después de hacer salir a
sus hijos a escondidas de la ciudad y enviarlos a Eubea, donde les dio albergue
Elpenor, hijo de Calcodonte —aunque algunos dicen que habían huido antes de su
regreso— y de maldecir solemnemente a los atenienses desde el monte Gargeto, se
embarcó para Creta, donde Deucalión le había prometido albergarlo.
g. Una tempestad desvió la nave de su curso y el
primer lugar en que desembarcó fue la isla de Esciros, cerca de Eubea, donde el
rey Licomedes, aunque era amigo íntimo de Menesteo, le recibió con toda la
magnificencia debida a su fama y su linaje. Teseo, que había heredado una
propiedad en Esciros, pidió permiso para establecerse allí. Pero Licomedes,
hacía ya tiempo que consideraba suya esa propiedad, y con el pretexto de
mostrar a Teseo sus límites, le llevó engañosamente a la cima de un alto risco
y lo precipitó desde él. Luego se excusó diciendo que Teseo había caído accidentalmente
cuando paseaba borracho después de comer.
h. Menesteo, que había quedado en posesión absoluta
del trono, fue uno de los pretendiente de Helena, y condujo las fuerzas atenienses
a Troya, donde adquirió gran fama como estratega, pero murió en batalla. Le
sucedieron los hijos de Teseo.
i. Se dice que Teseo raptó por la fuerza a Anaxo de
Trecén, y que yació con Yope, hija del tirinto Ificles, Sus amoríos turbaron
con tanta frecuencia a los atenienses que tardaron en apreciar su verdadero
mérito incluso varias generaciones después de su muerte. Pero en la batalla de
Maratón su espíritu se elevó de la tierra para alentarlos y cayó plenamente
armado sobre los persas; y cuando se logró la victoria, el oráculo de Delfos
ordenó que sus huesos fuesen llevados a su patria. La población de Atenas había
sufrido los ultrajes de los esciros durante muchos años, y el oráculo anunció
que eso continuaría mientras ellos tuviesen los huesos.Pero recuperarlos era una
tarea difícil, porque los esciros eran no menos ariscos que feroces, y cuando
Cimón conquistó la isla no quisieron revelar el lugar donde estaba la tumba de
Teseo. Pero Cimón vio que un águila hembra escarbaba con el pico y revolvía con
las uñas la tierra en la cima de una colina. Consideró eso como una señal del
cielo, tomó una piqueta, fue apresuradamente a donde estaba el agujero hecho
por el águila y comenzó a ensancharlo. Casi inmediatamente la piqueta chocó con
un ataúd de piedra y dentro de él encontró un esqueleto más grande de lo
ordinario, armado con una lanza de bronce y una espada; sólo podía ser el de
Teseo. El esqueleto fue conducido reverentemente a Atenas, donde lo volvieron a
enterrar con una gran ceremonia en el templo de Teseo, cerca del Gimnasio.
j. Teseo era un hábil tocador de
lira y se convirtió en el patrono, juntamente con Heracles y Hermes, de todos
los gimnasios y escuelas de pugilismo de Grecia. Su semejanza con Heracles es
proverbial. Intervino en la cacería del jabalí de Calidón; vengó a los
campeones que cayeron en Tebas y no fue uno de los argonautas porque estaba
detenido en el Tártaro cuando ellos partieron para la Cólquide. La primera
guerra entre los peloponenses y los atenienses fue causada por su rapto de
Helena y la segunda por su negativa a entregar los hijos de Heracles al rey
Euristeo.
k. Los esclavos y labradores maltratados, cuyos
antepasados buscaron en él protección contra sus opresores, se refugiaban en su
templo, donde se le ofrecían sacrificios el día 8 de cada mes. Este día puede
haber sido elegido porque llegó por primera vez a Atenas desde Trecén el día 8
del mes Hecatombeón, y volvió de Creta el día 8 del mes Pianepsión. O quizá
porque era hijo de Posidón, pues las fiestas de Posidón se observan también en
ese día del mes, porque siendo el ocho el primer cubo de un número par,
representa el poder inquebrantable de Posidón.
*
1. Menesteo el erectida, que es elogiado en la Ilíada ii.552 y ss. por su excepcional
capacidad militar, y reinó en Atenas durante los cuatro años de ausencia de
Teseo en el Tártaro, parece haber sido su mellizo y co-rey mortal, el
equivalente del lapita Pirítoo. Aquí aparece como un prototipo de los demagogos
atenienses, quienes, durante el transcurso de la guerra peloponense,
favorecieron la paz con Esparta a cualquier precio; pero el mitógrafo, aunque
lamenta su táctica, cuida de no ofender a los Dióscuros, a quienes los
navegantes atenienses pedían ayuda cuando los ponían en peligro las tormentas.
2. El tema del pharmacos
emplumado reaparece en los nombres del padre y el abuelo de Menesteo, y en la
muerte del propio Teseo. Ésta se produjo en la isla de Esciros («pedregosa»),
nombre que se escribe también Sciros,
lo que indica que en la ilustración gráfica de la que se ha deducido la fábula
la palabra scir (forma abreviada de
Scirophoria, que explica por qué el rey es arrojado desde un risco) ha sido
tomada equivocadamente por el nombre de la isla. Si es así, Licomedes sería la víctima; el suyo era un nombre ateniense común.
Parece que originariamente se ofrecían sacrificios a la diosa Luna en el octavo
día de cada lunación, cuando entraba en su segunda fase, que era el momento del
mes oportuno para la plantación; pero cuando Posidón se casó con ella y se
apropió de su culto, el mes se convirtió en un periodo solar que ya no estaba
vinculado con la luna.
3. La importancia mítica de Maratón («hinojo»)
reside en el uso que se hacía de los tallos de hinojo para llevar el nuevo
fuego sagrado desde un fogón central a los particulares (véase 39.g) después de
su extinción anual (véase 149.3).
4. Antes de terminar con la historia de Teseo
permítaseme que agregue otra nota sobre el jarrón de Tragliatella (véase 98.3),
en el que aparecen el rey sagrado y su sucesor escapando de un laberinto. Ahora
ya he visto la pintura del otro lado de este jarrón, que tiene un interés
extraordinario como el prólogo de esa escapatoria: ilustra un desfile a pie en
la dirección del sol encabezada por el rey sagrado desarmado. Siete hombres le
escoltan y cada uno de ellos lleva tres jabalinas y un gran escudo con el dibujo
de un jabalí, y el sucesor armado con una lanza va a la retaguardia. Esos siete
hombres representan, evidentemente, los siete meses gobernados por el sucesor,
que caen entre la cosecha de manzanas y la Pascua de Resurrección, y el jabalí
es su insignia familiar (véase 18.7). La escena tiene lugar el día de la muerte
ritual del rey, y la diosa Luna (Pasífae, véase 88.7) ha salido a su encuentro:
una terrible figura con túnica y con un brazo en jarras, amenazante. Con el
otro brazo extendido le ofrece una manzana, que es su pasaporte para el
Paraíso; y las tres jabalinas que lleva cada hombre significan la muerte. Sin
embargo, al rey le acompaña una pequeña figura femenina con túnica como la
otra; podemos decir que es la princesa Ariadna (véase 98.k), que ayudó a Teseo
a salir del laberinto mortal en Cnosos. Y él muestra audazmente, como un
contra-hechizo de la manzana, un huevo de Pascua, el huevo de la resurrección.
La Pascua era la estación en que se realizaban las danzas de la ciudad de Troya
en los laberintos hechos sobre el césped en Gran Bretaña, y también en Etruria.
Un huevo sagrado etrusco de traquita negra pulimentada, encontrado en Perusa,
con una flecha en relieve a su alrededor, es este mismo huevo sagrado.
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