miércoles, 3 de abril de 2019

POSEIDÓN.

Cuando los hijos de Crono, tras derrocar a su
padre, se repartieron sus dominios, Zeus se quedó con los amplios
cielos y la tierra, Hades con el mundo subterráneo de los
muertos y Poseidon obtuvo el anchuroso mar. En sus profundidades
habita, junto a su esposa, la nereida Anfitrite.
De allí emerge en su carro de caballos con cola de pez, y navega
triunfal por sobre las olas rodeado de tritones ÿ nereidas,
llevando en la mano su arma distintiva, el tridente. Con él agita
los mares en las tormentas y también las entrañas de la tierra en
los terremotos. Es tremendo en su furia, prolífico en sus amores,
y padre de muchos héroes y monstruos. Por su aspecto vigoroso,
con su larga melena oscura y su amplio tórax y podero
sos brazos, se parece a su hermano Zeus. Pero Zeus blande el
rayo y Poseidón, el tridente. A veces, cuando la estatua ha perdido
el arma distintiva, podemos dudar si nos encontramos
ante una efigie de Zeus o de Poseidón, como en la magnífica estatua
broncínea encontrada en Sunion (ahora en el Museo de
Atenas).
Su nombre parece indicar una antigua relación con la Tierra.
La etimología de Poseidón deriva de Potis, «señor», y Da,
«Diosa de la Tierra». Otro epíteto suyo, muy frecuente en Homero,
es el deEnnosígaios, «el que abraza o agítala tierra» (yya
se encuentra, en forma de Ennosídaon en las tablillas micénicas).
Es una divinidad de muy antigua implantación en Grecia
como el señor del mar y el bronco productor de los seísmos y
los temporales. No es raro que tuviera culto en muchos lugares
costeros. Como en la micénica Pilos, en Corinto, en Atenas, en
la jonia Mícale, y en varias islas, como Rodas, Creta y Délos.
Entre los héroes que fueron hijos suyos recordemos a Neleo,
en el Peloponeso, y a Pelias, en Yolcos, y a Teseo, el ateniense.
De entre los argonautas, Eufemo, Anceo y Ergino son
hijos suyos. De su relación con la gorgona Medusa nacieron, al
ser degollada ella por Perseo, el caballo Pegaso y el bello Crísaor.
También son hijos suyos el gigante Anteo y el cíclope Polifemo,
así como Cieno, Oto, Efialtes, Amico, Cerción, Escirón,
Sinis, y otros brutales tipos que a menudo fueron vencidos por
héroes civilizadores. De sus amores en forma de caballo con la
diosa Deméter, también metamorfoseada en yegua, o acaso con
una Erinis, junto a la fuente Telfusa, en Beocia, nació el divino
caballo Arión, velocísimo potro que regaló a Adrasto, y que
salvó al héroe de la matanza en Tebas. Es larguísima su prole ribereña
y, en parte notable, está formada por monstruos y seres
de impulsos salvajes. Esa afinidad del dios con ciertos elementos
turbulentos está en su propia naturaleza, como personifica
ción de las fuerzas elementales y violentas del mar y los terremotos.
Pero Poseidón ha rivalizado con otros dioses para obtener
algún dominio costero. Y es curioso que no ha salido victorioso
en sus enfrentamientos: así en Corinto frente a Helios, cedió el
peñasco del Acrocorinto y tuvo que contentarse con la ciudad
baja en el istmo, en Argos tuvo que ceder ante la poderosa
Hera, y en Atenas debió resignarse a que Atenea quedara como
patrona de la ciudad de su nombre. Poseidón obsequió a la
ciudad con una fuente en la Acrópolis, pero Atenea plantó allí
el primer olivo. Los dioses que arbitraron el pleito le concedieron
a ella el triunfo, aunque el dios marino recibiera siempre
grandes honores. Poseidón es respetado, pero Atenea logra
proteger a sus favoritos de las iras feroces del dios, como pasó
con Ulises. Poseidón se mantuvo irritado con él, que había dejado
ciego a su hijo Polifemo, y lo persiguió por el mar hasta
que llegó de regreso a Itaca.
Como dios de las aguas está también asociado a la fecundidad
de la tierra y la producción de fuentes. Así los manantiales
de Lerna, cerca de Argos, son un regalo del dios de las aguas,
contento después de su encuentro amoroso con la danaide
Amímone.
A Poseidón le está consagrado el caballo, como su animal
más próximo. En caballo se metamorfosea para algunos encuentros
amorosos, como hemos dicho. El dios lleva también
el sobrenombre de Hippios, y a él se le sacrificaban caballos,
arrojándolos al mar, en alguna fiesta en Rodas. Pêro también
sabe, en un par de ocasiones, producir del mar un hermoso
toro blanco, como el que se ayuntó a la cretense Pasífae, y que
luego domó Heracles en Creta, y Teseo en Maratón, o el toro
que asustó a los caballos de Hipólito y causó la muerte de
éste.
Con relación al caballo y a la navegación Poseidón parece
entrar en concurrencia con Atenea. Pero está claro el deslinde
de sus competencias mutuas: Atenea es la inventora del freno y
de la técnica de navegar, es decir, del arte civilizado para dominar
a los elementos naturales, mientras que Poseidón es quien
promueve y anima el ímpetu de esas fuerzas naturales, y desde
dentro controla la salvaje y furiosa potencia del caballo y del
mar agitado.
Santuarios famosos de Poseidón eran el de Corinto, la ciudad
comercial del istmo, y también el alto y blanco templo de
Sunion, en el cabo desde donde se avistaban antes los navios
que apuntaban al Ática. Poseidón recibe en latín el nombre de
Neptuno y también en el mundo latino, tan destinado al ámbito
del mar como el griego, fue un dios importante. Un dios no
tan querido como Zeus o Atenea, pero ampliamente respetado
y temido.

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