miércoles, 3 de abril de 2019

SIRENAS: SEDUCCIONES Y METAMORFOSIS:UN ABORDAJE FRACASADO

DEREK WALCOTT ULISES ENFRENTADO, SUCESIVAMENTE, A ‘MERMAIDS’ Y SIRENAS

Como ya hemos observado, las mujeres marinas (mermaids) constituyen una especie bastante más amplia que la de las antiguas sirenas, aunque estas, las “sirenas” se integren, previa su metamorfosis en bellas damas acuáticas con cola de pez, en esa categoría más amplia. Así pues, resulta sorprendente que un mismo escritor nos ofrezca al viejo Ulises enfrentado, en dos encuentros sucesivos, con las unas y las otras. Es lo que vemos en La Odisea de Derek Walcott, una pieza teatral algo posterior a su extenso poema épico Omeros.98 Citaré tan solo algunas líneas del Acto II, escena primera.
Advirtamos que aquí no viaja Odiseo en el barco con sus marineros a los remos, sino solitario en una balsa, “andrajoso y quemado por el sol”, en el primer encuentro, y acompañado por unos marineros fantasmas, que le impiden saltar al mar, en el siguiente. En el primero podemos figurarnos a las mermaids como las que aparecen en el cuadro de Draper; en el segundo, con sirenas, se recrea la escena de la Odisea homérica.

Escena A: (dos mermaids suben –entre diversos peces– a la balsa de Ulises).
SEGUNDA SIRENA: ¿Entonces no somos bienvenidas?
ODISEO: Tengo ya pescado de sobra, eso es todo.
PRIMERA SIRENA: Somos hermosas.
OD: Sois muy hermosas: pero sois pescados que hablan.
SS: Nos pescaste, amor.
OD: De ninguna manera. Yo no os he pescado.
PS: No, hemos saltado a bordo.
SS: Es que nos diste pena, Odiseo.
PS: ¿Nunca has soñado con dos muchachas juntas en una cama?
OD: ¿Con pescados? ¿No os parece que hay un problema mecánico?
PS: Siempre hay maneras.
SS: Y medios. Ya sabes, como inclinar la balanza a tu favor.
PS: ¿Y acariciar sus pechos brillantes y mojados? Es fácil.
SS: Los peces copulan con los hombres. ¡Míranos! ¿No somos solo cuentos de verduleras viejas!
PS: Mi mamá era un delfín y mi papá venía de Nicosia.
SS: ¿Has visto el ceño que tiene? Fruncido como un ancla.
OD: Las dos os vais a ir ahora mismo a vuestra casa.
AMBAS: ¡No queremos dejarte!
OD: La única manera de combatir la locura es con locura.
SS: Adelante. Dile a la gente que nos viste. ¿Quién te creerá?
Escena B. En la niebla los fantasmas de marineros ahogados suben a la balsa: Tassos, Stratis, Stavros, Costa. Pronto le advierten a Ulises que se guarde de las peligrosas sirenas; luego, según las órdenes de Ulises, lo amarran a bordo. (Doy solo algunas líneas de ese diálogo):
TASSOS: ¿Has oído hablar de las sirenas, capitán? Son dos viejas brujas.
STRATIS: Andan allá tiradas en un campo amarillo. Auténticas arpías.
TASSOS: ¿Sabes con qué encienden fuego? Con esqueletos de marineros.
STAVROS: Como si fueran tablones blanqueados de hueso.
ODISEO. ¿Tan lejos te ha llevado la deriva, Stavros?
TASSOS: Sus mandíbulas cuelgan como monederos vacíos, pero de ellas, sus canciones…
STAVROS: Si las escuchas te ahogas, capitán. No seas curioso.
[…]
TASSOS: Trepan, con una garra, luego otra, sobre la guerra de las olas.
COSTA: Para cantarnos su canción, que sale de las bisagras de sus fauces.
STRATIS: Viene la música, capitán, para romperte el corazón de placer.
COSTA: ¡Míralas! ¡Trepan sobre las rocas para orientar su canción!
STRATIS. Que te abre un agujero en tu nervudo corazón, luego te ahogas.
ODISEO: ¡Atadme al mástil! Ponedme cera en los oídos. ¡Rápido!
Lo que sigue es, más o menos, lo que ya contaba Homero. Por más que Odiseo grita que le desaten, los marineros solo lo hacen cuando ya están lejos del peligro.
STAVROS: Ya estamos fuera de su alcance, capitán. ¿Puedes oírla aún?
ODISEO: No.
STAVROS: La oíste y estás vivo, y ningún otro lo conseguirá.
ODISEO: ¡Ah, Stratis, me sentí tan feliz! ¡No hay alma que resista!
STAVROS: Lo sé. Humo que surge de la montaña es su canción.
ODISEO: Y, Costa, después de esto cualquier música es ruido.
COSTA. Se apaga en tus oídos, como caracolas que pierden la voz del mar.
ODISEO: A través de los velos de su canción, vi los ojos de mi amada.
COSTA. Todo lo que has amado o deseado estaba en esa felicidad.99

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