miércoles, 3 de abril de 2019

ARES

Es el dios de la guerra, hijo de Zeus y de Hera, Curiosamente
queda bastante mal parado en la épica griega. En la
litada es zafio y odioso, y resulta derrotado y herido un par de
veces: por el héroe Diomedes y por su hermana Atenea. Probablemente
porque representa la cara más brutal, tumultuosa y
sangrienta, de la odiosa y lamentable guerra, mientras que Atenea
es la diosa de la inteligencia bélica. A Ares le acompañan
divinidades que personifican el terror, como Fobos y Deimo, y
también Eris, la Discordia.
En cambio resulta afortunado en sus amoríos con Afrodita.
De ellos nace Harmonía, que fue esposa del héroe Cadmo, fundador
de Tebas. Pero el dios tuvo otros hijos de otros encuentros.
Resulta muy simbólico que la más bella de las diosas tenga
amores con el más guerrero de los dioses, y que él deponga sus
armas y su furia ante los encantos de la diosa del amor. (En la
Odisea se relata el truco con que Hefesto los atrapó con una
red a ambos haciendo el amor en su lecho conyugal —el de
Hefesto y Afrodita—.)
En Roma, Marte es el equivalente de Ares. Allí tuvo el dios
de la guerra una mucho más alta consideración. Fue padre de
Rómulo y Remo, los gemelos que fundaron la ciudad que se engrandeció
con continuos triunfos en las guerras contra muchos
pueblos.

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