lunes, 25 de marzo de 2019

WIRAQOCHA Y CAMAC Versión de Diego de Molina*

* Molina (1649) 1928: 62-69


Aunque este idioma no tiene la claridad que nuestra denominación y unas
no siguen a otras, con todo, en partes tiene su similitud, siendo muy al trasumpto
de las cosas. Por ejemplo: si el hombre, homo, tomó su denominación ab
humo, id est de limo terre do fue formado, acá runa, que es lo que homo arucasca,
mudando en la derivación de n en r. Otra mejor, runa deste verbo runachani,
que es formar y dar ser al hombre; pues supieron tos indios que ellos fueron
hechos del Cámac, que quiere decir Hacedor, a quien adoraron envueltos en sus
cermonias, y gentilidad; y derivando nosotros a Eva virago quia de viro sumpta
est, acá cuando se une la mujer con el varón llamamos a la mujer cariacouc,
formando el nombre de la mujer e incorporándole con el del varón, con que dicen
su razón a nuestra similitud; y de la misma manera que los latinos formaron
deste verbo lapido sus nombres y sus compuestos, así la misma naturaleza produjo
en los indios verbos y nombres y nacieron en los lomos dellos; como del verbo
lapido, rumi, la piedra, rumiani, rumiachini, y los demás que enseña el Arte; no
que los maestros le formen de su motivo, variando con la licencia que tienen,
que entonces formaran confusión, sino que el mismo natural tiene anchuroso
campo donde se recree el entendimiento y produzga lindezas con su probación.
También es metaphórica como la nuestra, pues al correo que va con presteza
decimos va como viento, y acá huayra cacha es lo mesmo aprovechándonos
del nombre el aire y del mensajero. Damos el nombre del lobo al glotón, y acá
al zorro, el buitre, y al ratón, que se sustentan de hurtar, sua hucucha, sillu,
Atoe; y del mismo modo que llamamos rameros a los halcones nuevos que
recién salidos del nido, se exercitan volando de rama en rama, y llaman páxaro
del aire al ya experto, y diestro en la región del aire, donde se señorea con su
vuelo y sabe hacer sus zabullidos, y tomar la altura para hacer la presa de rapiña,
así en esta lengua tomó la naturaleza el vuelo, y el barlovento a todas las
aves, páxaros, y truenos, ríos, relámpagos, rayos, para producir el nombre,
cogiéndole las sílabas del movimiento de las cossas inanimadas y de su ruyelo
y de las animadas del canto y prolación. Veamos como canta el gallo y dirá
atahuallpa; ese pues, es su nombre y pruébase porque estando los pescadores
del Inca teniendo sus redes, vieron venir una nao de españoles, admiráronse
de ver la máquina yendo a dar noticia al Inca del prodigio le dixeron; poderoso
señor, has de saber que hemos visto una gente extraordinaria, blancos, rubios
y barbados, y que a modo de nuestros carneros traen otros animales grandes;
también traen otros con cuernos, oímos cantar una ave que traen (como diximos)
porque los indios nunca tuvieron gallinas, sino solamente cría de patos.
Sucedió, pues, que en aquella sazón le nació al Inca un hijo a quien le puso
el nombre de Atahuallpa por ser cossa a su modo portentosa, y traer el nombre
majestad, pues el nombre huallpa le aplicaban mucho antes a su dos Tocapu
Viracocha, de quien ellos fingieron ser uno de los dos hijos de Cámac.
Comunicó el inca con los de su consejo la embajada de los pescadores
y les dixo: Verdaderamente, según lo que estos dicen, esa gente que viene
es grandiosa y digna de ser servida, porque por las señas son differentes de nosotros,
y sin duda son hijos de nuestro gran Viracocha, a quien adoramos,
pues hasta el ave que traen alude a nuestra adoración: y así desde entonces llamaron
a los españoles Viracocha y que adoraron al Ima imana Viracocha, que
quiere decir en quien se incluyen todas ¡as cossas. Esto verifica el Licenciado
Polo en la visita que hizo en el Cusco, y según lo dicho fue grande la reverencia
que tuvieron a los Españoles por tenerlos por hijos del Ima imana Viracocha.
Si lo que les enseñaban de la fee no fuese differente de lo que les vían hacer
con la cudicia del oro, y plata, mucho estuviera hecho, pues lo contrario ayudara
mucho para persuadirles a la verdad, pues sabemos que hacen más caso
de lo que sus caciques les mandan que lo que nosotros. Y volviendo a nuestro
propósito, que es bien que pues nuestra enarración no admite otras historias,
ni exemplos, es bien dilatar el gusto y convidarles con cosas que se entretenga
y aperciba mejor que con preceptos secos y sin jugo que más sirven
de ofuscar que de enseñar.
Fingieron antiguamente los indios en sus fábulas cómo el Cámac tuvo
dos hijos, el uno llamado Tucapu Viracocha y el otro Ima Imana Viracocha;
al Tacapu Viracocha le cupo visitar toda la tierra que su padre había hecho,
y este tuvo potestad de dar, y aplicar los nombres a todos los animales, y a las
aves, conforme a su modo, y parecer; y a las aves y pájaros, conforme sus can
tos y a las demás cosas, conforme hemos dicho. Óigase cómo canta el buho y
dice tucu y ese es su nombre; a la lechuza, chúsic, al mochuelo pacapa; al gorrión
pisiu, al pájaro carpintero llacllac por lo que hace; finalmente, no había ave ni
pájaro, por pequeño que sea, que por el canto no sea conocido su nombre. Y si
a todo género de aves le nombramos con distinción, al pavo, la ave montesa, la
tórtola, el silguero, la philomena, que por el canto es conocido, y no le conocemos,
ni tenemos el género femenino, que como a cosa propia le apliquemos:
deste mismo modo es también acá, pues habiéndole aplicado el nombre por las
sílabas del canto solo el macho, que es el que canta de todas las aves, ese se alza
con el nombre, y a bulto se le dá el mismo a la hembra, particularizando si acertamos
a conocerle, diferenciando del macho, diciendo china chivillo, china
urpay, tórtola hembra y todo hembra. También dan nombres a los ríos, pacha,
la fuente, pucyo; el manantial, por el ruido con que sale el agua, sallallalla; al
trueno connunu cuando tiembla la tierra, y así los demás.
Al otro Ima Imana Viracocha, le cupo aplicar los nombres a los árboles, y
yerbas para las medicinas, y las que eran para venenos, pues muchas destas se
conocen por los efectos que caussan, como la anta naui para mal de ojos, &.
La primera que sembró el maíz dicen que fue Mama Huaco, hermana de Manco
Cápac Inca, y esta chacra, que fue la primera, fue abajo del arco principal del
Cusco, y a honor desta chacra, cuando della se debía de coger el maíz, se armaban
caballeros, y se horadaban las orejas. Finalmente, parece que no dexaron
cossa a que no le aplicasen el nombre, pues hasta las hechiceras saben, y el demonio
les ha enseñado, que los pelos de los páxaros y sus plumas causan effecto,
aplicando unas plumas galanas de muchos visos de un tominejo pequeño
llamado huacanqui con otro llamado pilco, que tiene varios colores, a estos por
su hermosura les siguen los demás páxaros que vuelan, y dicen por este fingido
y endemoniado nombre, que del mismo modo que atrae con su lindeza a las
aves, así atrae también a los amantes, y así los llaman conforme al endemoniado
effecto, maihuanqui, o huacanqui, que quiere decir amartelar o hacer llorar.

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