domingo, 24 de marzo de 2019

LEYENDA DEL MONAGUILLO VOLADOR

Andresito, monaguillo de la iglesia de San Andrés, robaba flores para ofrecérselas a la Virgen Inmaculada que hay en el camarín de la Sacra Capilla. Un día en que subió a la torre con el sacristán para voltear las campanas, cayó al vacío. Cuando el sacristán bajó a verlo creyendo que se había matado, se lo encontró con los faldones enganchado de las ramas de un árbol, y es que, al caer, invocó a la Virgen María, y en ese momento se le infló la sotana como un paracaídas y quedó suspendido en el aire al engancharse en el árbol por tal motivo, lo que le salvó la vida. Da fe del suceso una cruz blanca que se pintó en la torre de la iglesia para conmemorar este milagro.
Tal suceso se publicó en el “Avisador de Jaén” en 1847 y nos lo relata Ortega y Sagrista en la segunda parte de “Escenas y costumbres de Jaén” (1988)

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