El ardacho de Berlanga

En la colegiata de Berlanga, Soria, se conserva, colgado de un muro, el cuerpo del
monstruoso lagarto, el ardacho, del que se asegura que vivió en la región, oculto en
escondrijos subterráneos, y que durante muchos años atemorizó a los pastores por la
mortandad que causaba en sus rebaños. La seguridad popular en la existencia del
monstruo es tanta que su forma ha dado origen a una especie de bollo muy conocido
en la localidad.
Sin embargo, muchos cronistas sugieren que el cuerpo del verdadero ardacho
debe de ser otro, porque el que, descabezado, se guarda en la colegiata, pertenece a
un cocodrilo disecado que, no hace demasiado tiempo, se trajo de Panamá un fraile
natural de la villa que fue obispo en tierras americanas.