domingo, 24 de marzo de 2019

LEYENDA DE JASMINA

Jasmina era la amada del Condestable Iranzo, mora bellísima de ojos rasgados y verdes, que vivía en los aposentos expresamente dispuestos para ella por D. Lucas en el castillo. Otros nobles, envidiosos de la aventura amorosa que disfrutaban el paladín y su amada o, quizás recelosos del trato tan favorable que daba a moros, gitanos y judíos, aprovecharon que Iranzo salió a batallar para entrar en la habitación de Jasmina. Allí y, aunque estaba embarazada, la violaron y después la quemaron viva. Desde entonces, no es raro contemplar en los atardeceres solitarios y silenciosos, el llanto de una bella princesa mora por las almenas de la fortaleza, esperando a su amado.
Esta visión (fantasmogénesis = Espíritu envuelto en periespíritu) fue contemplada por el guarda del castillo, allá por 1960, cuando se estaban ejecutando las obras del Parador; concretamente, por la antigua entrada de éste (escaleras de la cafetería). (Basado en charla de Josefina Vázquez Florido; año 2004) (V. ilustración -5- ruinas castillo JD.L.J.)
En alguna ocasión, al tomar una fotografía al cuadro del Condestable que hoy se expone en el salón de armas del Parador, ésta ha salido velada.
No se sabe muy bien si los sollozos que se escuchan y las visiones que se han constatado, son por este episodio o por el de la mora del palacio de los Reyes (Convento de Santa Catalina) (E)

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