lunes, 25 de marzo de 2019

EL CUERPO INCORRUPTO DEL GORRIÓN

Este relato es una historia verídica que le aconteció al bisabuelo del actual propietario de la taberna del Gorrión, allá por el año 1918:
Había terminado la 1ª guerra mundial y una princesa rusa salió huyendo de su patria con destino a EE.UU. Atravesó toda Europa y llegó a España con la intención de embarcar en Cádiz. Uno de los puntos de paso era Jaén y, como estaba tan cansada, se hospedó aquí con dos de sus damas pidiendo alojamiento y comida.
La princesa se sentó justo en la mesa sobre la que había colgado un jamón aún fresco, por lo que no es de extrañar que le cayera encima una gota de grasa. Por su parte, el dueño del Gorrión muy apurado, le dice a la princesa que la va a llevar a la parte de arriba de la casa para tratar de limpiarle la mancha. No sabemos la forma en que se la quitaría; el caso es que, cuando terminó, la princesa le dio un beso de amor al hombre. Éste, loco de alegría, como no sabía de qué manera darle las gracias al jamón, decidió indultarlo. Muy interesante tuvo que ser el rato que pasaron el gorrión y la princesa en aquella sala de limpieza, pues con el hambre que se pasaba en aquella época, indultar al jamón era poco menos que pecado.
La historia fue escrita por el bisabuelo del Gorrión en un pergamino, y la metió en una botella que se conserva en el bar, a la vista del público.

No hay comentarios:

Publicar un comentario