jueves, 14 de diciembre de 2017

Diccionario de mitos y leyendas de America Del Sur "C"

Caa je Hen: Planta de savia dulce que se encuentra en el norte y noroeste argentinos, y países vecinos. Una vieja leyenda indígena narra su origen: Dos naciones de indios se odiaban a través de las edades y generaciones, luchando encarnizadamente entre sí. Cierto día, en que la lucha era más cruenta, apareció ONAGAIT, el espíritu supremo, tratando de que se apaciguaran los odios y la paz reinara entre las tribus.
Como verdadero milagro renacieron el amor y la comprensión. Muerto ONAGAIT, los viejos rivales le sepultaron. Con verdadero estupor vieron que sobre su tumba nació al poco tiempo una planta desconocida: el CAA JHE EN, en cuya savia por su dulzura reconocieron al supremo espíritu.

Cachin: Es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de una dermatopatía ulcerosa en los miembros inferiores, se decía que era transmitida por los brujos y que para ello se valían de las hormigas. En Neuquén se da este nombre a la Parotidits Urleana (paperas) a la que también llaman PUCA o PAIPILLCO estas dos ultimas palabras son de origen Quichua.
Caclla: Amuleto de barro con forma de caras utilizado en los Valles Calchaquíes para alejar el mal.
Calcurá: MA. Ciertas piedras y especialmente la que los indios llaman MELIMILLA (cuatro oros). Se conocen algunas en el Neuquen como la que existe en los caminos que parten de San Martín de los Andes a Chile y del Lago Lacar hacia Huahum. Esta piedra es negra y aurífera, pero incluyen en la denominacion a otras que poseen cavidades naturales aprovechadas por los viajeros para depositar pequeñas ofrendas en bolsitas que contienen azucar, sal, yerba, pan, etc y a veces monedas.
Creen firmemente que la CALCURÁ tiene en su interior el alma de un brujo aprisionada y que como es de naturaleza perversa, el caminante debe brindarle tributos, la ofrenda se completa con un rezo. Uno de los más conocidos dice así:
"PIEDRA MELIMILLA, dejame pasar te lo ruego y te tengo esta luz encendida, para ti la tengo, dejame pasar, soy amigo sincero, no mato, no robo animales, vengo de buen padre y bien sabe la MACHI quien soy, dejame pasar que te traere un regalo" 

Calcushugun: Imprecaciones y maldiciones que formula un brujo a determinada persona a la que quiere dañar, ya sea por un problema personal o por pedido de un tercero que le ha pagado por los servicios (la palabra significa "El hablar del brujo"

Capi Ñaro (Paja Brava): GU. "Cuenta la tradición que cuando aún andaban por el mundo Tupá y Añang, llamando el uno al bien de los hombres y las bestias, y el otro luchando secretamente concitando el mal, existía una tribu inquieta, nómade y guerrera, sin arraigo ni paz. Tupá se llegó hasta esa tribu y alzando sus manos hacia el Sol, les habló llamándoles al bien y pidiéndoles que dejaran su vida de viajeros eternos y se afincaran, fundando el suelo y dando organización a sus familias y chozas. Les aconsejó que buscaran terreno fértil y levantaran sus toldos, que él les daría ingenio y voluntad, que desarrollaran normalmente sus vidas. Y fueron buenos esos hombres. Pero Añang no descansaba, y cuando Tupá abandonó tierras para seguir su camino, aquél, ciego de ira lanzó un anatema terrible a la tribu buena; y allí mis convirtió cada familia en una macizo de paja brava, hirientes, ríspidas, agresivas y ariscas. Realizada su obra de mal, se alejó de los campos y se hundió en los Infiernos, enojado con Tupá. Cuando este regresó de su largo viaje y contempló la obra del Demonio, de nuevo con dulzura se dirigió a las plantas y dijo:  - Añang castigó con crueldad mi obra en vosotras. Os hizo malas, agresivas, hirientes... Yo sin embargo os volveré buenas, cordiales, útiles. Floreceréis como todas las plantas, tendréis un penacho altivo y bello, que será símbolo de pureza, y tendrán utilidad vuestras hojas. Serán ellas las que protejan al hombre de la intemperie y el frió...  Y volvió a caminar por el mundo, enseñando a indios y criollos a quinchar con paja brava".

Carlos Gardel: Origen :Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Distribución Casi mundial: Se realizan los ritos en la Ciudad de Buenos Aires, en el Cementerio del Oeste donde está sepultado y se levanta un monumento que recuerda su figura, a quien se le identifica universalmente con el TANGO.
El 24 de Junio y el 2 de Noviembre (y en el resto del año aunque con mucha menor intensidad) el mausoleo esta cubierto permanentemente de flores, especialmente claveles. El 24 de Junio de 1935 su avión se estrelló en Medellin, Colombia, en condiciones confusas que no han podido ser explicadas fehacientemente hasta la fecha. Hay quienes opinan que al remontar el avión, hubo un entredicho entre los miembros de su compañia que terminó a los tiros y fue la causa de que el avión se estrellase. Otros opinan que el motivo fue la competencia entre las compañias aéreas por explotar las recién nacidas rutas comerciales. Se dice que el avión en que viajaba Gardel, al despegar fue embestido por otro avión de una compañia rival.
Hay una frase popular que denota la veneración popular que se repite entre el pueblo de varios paises: CARLOS GARDEL CADA DIA CANTA MEJOR.
Detalles que se advierten en el monumento que lo recuerda son dos: un clavel que se coloca en la solapa izquierda de su estatua y un cigarrillo que se ubica encendido en actitud de estar fumando, también en su mano izquierda. A su estatua se le conoce como EL BRONCE QUE SONRIE.
Cabe señalar que estadísticamente predominan entre quienes practican este rito popular el género femenino y hay un sinnúmero de placas y exvotos, algunos atribuyéndole algunos milagros, provenientes de los más remotos lugares, por ejemplo: México, Colombia, Puerto Rico, Ecuador, Uruguay, Brasil, Estados Unidos de Norteamérica, Japón, etc.
Abundan los exvotos con leyendas ingenuas y sentimentales: "Carlitos, tu mina inspiradora, Rosa" ; "Carlos Gardel: Por los Favores Recibidos, Elena de Corrientes".
El hecho que en oportunidades no pronunciara la N en algunas canciones y la trocara por R obedecía a los medios rudimentarios mecánicos de grabación de los discos: con la energía de la propia voz se hacia vibrar una membrana que hacia incidir una púa en una rosca sin fin que grababa sobre el disco matriz de pasta. La voz era conducida desde una bocina donde el cantor de esos tiempos introducía prácticamente toda la cara y un caño la llevaba hasta la púa. Eso hacia necesario consonantes fuertes, ya que las débiles no alcanzaban a dejar la huella en el disco, (Targo en vez de Tango) y no a un defecto de pronunciación como han llegado a afirmar algunos de sus biógrafos.

Cataratas del Iguazú: GU. La leyenda guaraní sostiene que fue obra de un dios celoso de una bella muchacha llamada Naipú, que vivía a orillas del río y de quien se había enamorado. Pero Naipú prefirió los amores de un mortal, y se marchó con su amante en una canoa. El dios, enfurecido, produjo las cataratas para detenerlos. En 1541, el adelantado Alvar Núñez Cabeza de Vaca descubrió los "Saltos de Santa María" mientras cruzaba la costa atlántica desde el estado brasileño de Santa Lucía hasta Asunción del Paraguay. Formadas por más de 3 kilómetros de saltos de una altura media de 80 metros, las Cataratas -en guaraní "agua grande"- del Iguazú minimizan a las del Niágara, especialmente por su tamaño y colorido.El río Iguazú, que nace en la zona brasileña de la Serra do Mar y fluye hacia el oeste en un curso sinuoso de 500 kilómetros para desembocar en el Paraná, arroja su caudal de agua desde una altura de 70 metros a través de 275 saltos diseminados en forma de media luna. Prácticamente todos se encuentran en territorio argentino, porque el
límite pasa por la descomunal Garganta del Diablo, un desfiladero con paredes de agua de 150 metros de ancho por 700 de largo. Para acercarse a este salto, lo mejor es hacerlo en un bote neumático desde Puerto Canoas, sin ningún riesgo ya que, lamentablemente, la pasarela de Puerto Canoas a la Garganta del Diablo se perdió por causas naturales. Dentro del Parque Nacional Iguazú, el río se ensancha 1.500 metros y tuerce hacia el sur, para luego retomar hacia el norte, formando una enorme U que contiene la gran falla que da lugar a un abrupto desnivel en el terreno. En esta curva abundan islas e islotes que fragmentan el río en numerosos brazos; cada uno de ellos dará lugar a un salto al llegar al barranco.Como bien se dice en la región: "Argentina pone el espectáculo y Brasil cobra la entrada", porque para tener una visión de conjunto conviene cruzarse unas horas al país vecino. Sin embargo, para conocer los saltos de cerca y observar la increíble variedad de plantas y aves, lo mejor es explorar detalladamente las pasarelas y senderos argentinos. Cuatro horas es lo mínimo que se requiere para recorrer los varios kilómetros de pasarelas. El paseo se divide en dos circuitos: el Inferior -cuya extensión es de 1 kilómetro y requiere más de una hora de caminata- y el Superior. Este último, tiene 700 metros de largo y recorrerlo lleva cerca de 30 minutos, es ideal para los amantes de la flora y el más descansado, ya que no hay que trepar y uno no corre peligro de mojarse. Conviene hacerlo a la mañana y dejar el Inferior para después de almorzar. Es recomendable desembarcar en la isla San Martín, el peñón incrustado en el centro de los saltos más importantes donde se filmó gran parte de la película La Misión. Vale la pena, sobre todo para ver el salto Escondido y La Ventana, una extraña formación rocosa donde anidan los "jotes" (pajarracos enormes tipo buitres que sobrevuelan las cataratas). El Parque Nacional Iguazú ocupa 55.000 hectáreas de selva tropical que alberga más de 2.000 especies conocidas de plantas, 400 variedades de aves -la tercera parte del total de las argentinas- y una serie de animales típicos, como el yaguareté, los lagartos o yacarés, coatíes, puercoespines, carpinchos, monos y hasta los auténticos macucos -especie de pavas de monte, que le dieron el nombre al sendero.Ideal para recorrerlo en mountain bike, el Sendero Macuco es una picada de 4 kilómetros ubicada dentro del Parque Nacional, que atraviesa uno de los ambientes naturales más ricos del país.


 Chacas; WI. Amuletos de los tobas, wichis (matacos) y Pilagás para ahuyentar los espíritus malignos, proteger a los cazadores, evitar la fatiga y las mordeduras de serpientes.
El amuleto consiste en un collar de plumas de avestruz con fibras de chaguar, semillas y piedras, y se usa atado sobre las pantorrillas o tobillos.

Chiqui
Chumaihuen: m.zool. (Dromiciops australis gliroides, Thomas). Monito de Chiloé, Comadrejita trompuda, Perrito del árbol o de la Virtud. Según la creencia local habita en el corazón mismo de los coigües, sin comunicación alguna con el exterior porque, siendo un animalito de virtud, no necesita alimentarse para vivir. Quien se topa con uno de ellos tendrá larga vida y fortuna. [El género Dromiciops recluido en los bosques entre Concepción a Chiloé, sería el representante viviente de una subfamilia [Microbio-theriinae ] considerada extinguida desde el oligoceno superior. Se trata de un marsupial polyprotodonto que desde lejos se le ve como un ratoncito de larga cola. En las hembras grávidas se advierte una zona de pelos de color rojo acanelado, sobre el área marsupial que se mantiene durante toda la lactancia. Los individuos de laI. de Chiloé son diferentes respecto de los continentales, lo que nos da una idea de la prolongada presencia de este animalito en nuestro medio, como para lograr una diferenciación mutacional. Exteriormente esta característica se nota en el color más oscuro del Dromiciops chilote. Estos animalitos viven en lo más profundo del bosque y buscan su cobijo en palos ahuecados o construyen nidos musgosos, con hojas de quila y bien protegidos. El medio inclemente en que viven, con bajas temperaturas y mucha humedad, lo lleva a generar mecanismos de adaptación térmica realizando un `sueño invernal' durante el período más frío. En este letargo el ritmo cardíaco baja de 230 pulsaciones por minuto a menos de 30. La cola prehensil y sus extremidades relativamente desarrolladas y con voluminosos cojinetes, facilitan su desplazamiento en el medio, con movimientos tanto poderosos e intensos, como lentos. La cola le permite, al mismo tiempo, almacenar alimento para su hibernación. Este combustible energético lo obtiene de larvas e imagos, especialmente de insectos. (G. Mann. "Los pequeños...". Zoología... Nº 40, 1978)]. [Una conseja nos cuenta: Cuando nació Jesucristo, los primeros que estuvieron adorándolo en el Portal de Belén fueron la mula y el buey. Cuando Nuestro Señor murió a los 33 años, el buey estaba vivo todavía. Este animal sintió el momento de la muerte; supo que la gente había matado a Jesús. Entonces tuvo tanta tristeza, tanta pena, que comenzó a morirse y, al momento de exhalar el último aliento, se escapó el corazón del buey por la boca -ese corazón bondadoso y adorador de Jesús Divino-. Se escapó por la boca a lugares remotos, llegando -según dice la gente- a establecerse en las montañas de Chiloé. Allí el corazón se transformó en ese animalito virtuoso que es el chumaihuén. Una canción dice: 
Ciguapa: Las ciguapas son extrañas mujeres salvajes que habitan en las montanas y poseen poder mágico. Son de tez morena, de ojos negros y rasgados, de pelo suave y lustroso, tan largo que es la única vestimenta de su cuerpo a la intemperie. En algunas regiones los campesinos dicen que son diminutas y de cuerpo desproporcionado; otros que tienen las piernas largas y delgadas; algunos afirman que son velludas y unos pocos que están bellamente emplumadas. Todos sostienen sin embargo que tienen el rostro hermoso y  que son muy ariscas. Quizás las ciguapas mas que bellas y ariscas, sean tristes, pues tienen los pies al revés y dejan huellas contrarias al rumbo de su destino... Estas criaturas son esencialmente nocturnas o prefieren las zonas oscuras de los bosques; cuando salen lo hacen en busca de frutas, peces o aves con los cuales se alimentan. Nunca se ha oído hablar a las ciguapas; afirman que emite aullidos e hipidos cuando corren por los campos, y cuando saltan o duermen entre las ramas de los árboles. Cuentan que las ciguapas tienen un corazón cazador, y que salen por las noches de las serranías en busca de algún caminante nocturno al que embruja , ama y luego mata. Al decir de las leyendas las ciguapas tienen malas costumbres; estas salen de sus moradas a robar manteca y carne cruda de las cocinas, aunque afirman que les gusta el maíz y otros granos que se siembran en los conucos. En algunas regiones han visto a las ciguapas cabalgar por las madrugadas en los llanos de las montanas, y las han descubierto haciendo trenzas en las crines y las colas de los caballos. Se dice que una ciguapa se atrapa un día de luna creciente con un perro jíbaro y cinqueño. No obstante, se añade que es preferible dejarlas en paz, pues es tan grande el dolor que sienten en cautiverio, que al final mueren de pena. Alguna vez se escucho la leyenda de un ser de los bosques llamado ciguapo. Era este un gallo vuelto de espaldas, con el lomo emplumado y el pecho con senos de mujer. Cuentan que su grito se asemeja al llanto de un niño, y que esperan terribles infortunios a la persona que se atreve a matar a una de estas aves. Si usted ve a una ciguapa, nunca la mire a los ojos para que no le embruje con su poder... 
Club del SIDA: Muchas leyendas urbanas tienen su origen en la desconfianza que genera el otro en cuanto persona distinta y de la cual no conocemos nada. Distintos grupos étnicos y geográficos se dan cita en las grandes ciudades, muchas veces manteniendo y a la vez mezclando sus costumbres originarias con las del lugar en donde se instalan. 
Es el caso de la historia que circula con algunas variantes en torno al SIDA. Las dos principales son:
Relato de la Variante 1: Un hombre se va de viaje a Rio de Janeiro con intenciones de dar rienda suelta a sus instintos: caipirinha, mujeres... Se instala en un hotel, y va a bailar "Help" la discoteca mas famosa de Copacabana, de la que se dice que cuando a las chicas se les pregunta el nombre responden "100 reales". Finalmente esta persona acuerda el precio con una mulata espectacular, y vá con ella hasta el hotel, en donde se entrega a una noche de desenfreno. En la maratón amatoria, olvida -conciente o inconcientemente- de utilizar preservativos. Cuando despierta a la mañana siguiente, la mulata ya no se encontraba en la habitación. Se levanta asustado, temiendo haber sido victima de un robo, y revisa sus pertenencias. Todo está en su lugar: pasaporte, cheques de viajero, dólares, tarjetas de crédito... Más relajado entra al baño a lavarse la cara, y en el espejo encuentra escrito con rouge: "Bienvenido al club del SIDA" 
Relato de la Variante 2: Una chica viaja a los Estados Unidos en un plan de intercambio estudiantil. Alli convive con una nueva familia que tiene dos hijos varones. Finalmente se enamora del hijo mayor, con el cual mantiene relaciones sin utilizar preservativos. Aparentemente todo está bien. Cuando finaliza su período de intercambio, la acompañan al aeropuerto. Alli su el joven le entrega una caja de regalo, diciendo que tenia una sopresa, e insistiendo en que la abra solo cuando el avión hubiese levantado vuelo. Luego de las despedidas de rigor la chica sube al avión y se acomoda en su asiento. Abre el paquete esperando encontrar alguna sorpresa agradable. En su lugar encuentra una rosa negra, con una tarjeta que dice "Bienvenida al Club del SIDA"
En ambos casos las intenciones son claramente moralizantes, y se relacionan con la prohibición de tener sexo con extraños/extranjeros. Estos relatos fueron muy fuertes hace algunos años atrás, cuando la falta de conocimiento sobre el SIDA y su prevención era aun mayor que ahora. Su fin es didáctico e intenta mostrar los peligros que advierte la sociedad, a la vez que muestra en forma expresa sus miedos.  Muchas veces existe un grado de compromiso con la víctima por parte de quien cuenta la historia: conoce a un amigo del primo de la víctima, al sobrino del médico que lo atendió... Estas relaciones tienen como objetivo lograr un mayor compromiso con la historia, si bien nunca se ha comprobado la existencia real de alguna de ellas. De hecho, es más importante el grado persuasivo que tienen ("no tengas relaciones sexuales con el extranjero") dentro de la comunidad. Nueva Variante: El viaje de Egresados / LA ROSA NEGRA:  Una alumna me contó que su primo viajó a Bariloche en viaje de egresados. Era un contingente de más menos 30 alumnos de quinto año de una escuela de Adrogué , los acompañaba el profesor de química.Todo iba bien. Hicieron las excursiones programadas y, cada noche, iban a un boliche distinto, las entradas también estaban incluidas.Uno de los compañeros conoció a una chica de Bariloche y, pasó con ella todos los días que duró el viaje.Se conocieron en el boliche y se enamoraron. Transaron y, cuando llegó el momento de la despedida con mucha onda intercambiaron direcciones y teléfono. El pibe volvió a Buenos Aires con la idea de llamarla o enviarle una carta,pero a las tres semanas de haber llegado fue él el que recibió noticias. Llamaron a su puerta.Era de un correo privado.El chico no estaba,así que su mamá fue la encargada de recibir la caja. Cuando llegó de la escuela,la caja estaba sobre su cama. Era alargada,rectangular,envuelta en papel de regalo con un gran moño rojo. La abrió a presuradamen te. La caja contenía una rosa negra y una tarjeta con una inscripción que decía "BIENVENIDO A MI MUNDO. TENGO SIDA". La firma de la chica y un beso marcado cerraban el espantoso mensaje.

Comegente: Cuentan las crónicas dominicanas, que a finales del siglo XVIII, existió un sanguinario asesino a quien por la índole de sus crímenes, sospecharon antropófago y sobrenombraron el Comegente. Se describe este hombre como "negro, que parece indio; el pelo como los demás negros pero muy largo; de estatura menor que lo regular, bien proporcionado en todos sus miembros, y tiene de particular los pies demasiado pequeños".  Durante mucho tiempo, las atrocidades que cometía el Comegente aterrorizaron a la población, y se urdieron en torno a el las mas oscuras especulaciones. Se dijo que había ido a Haití, donde aprendió la hechicería; que podía estar en muchas partes a la vez; que recorría largos caminos en una sola noche valiéndose de medios sobrenaturales. La gente aseguraba que mataba a sus victimas con una especie de garrocha, y afirmaba que no se podía atrapar pues en cuanto sus pies tocaban un río o arroyuelo, desaparecía en el aire dejando un olor nauseabundo tras de si.  Lo cierto fue -de acuerdo a las crónicas- que el aborrecible asesino, tras muchas noches de búsqueda por las comarcas,  finalmente se atrapo. Atribuyen la hazaña a un campesino conocido como "seno Antonio", quien el día de San Antonio, haciendo uso de un "bejuco de brujas" , ato al Comegente y lo trajo a la capital donde se condeno a muerte y se ejecuto  sin que quedaran registrados históricamente los detalles criminológicos del proceso. En nuestros días, el Comegente es un ser legendario. Se afirma todavía que deambula por los caminos con su garrocha...
Computadora: Desde la popularización del correo electrónico e Internet, circulan mensajes de email advirtiendo de virus apocalípticos, historias conmovedoras, y formas de ganar dinero fácilmente. Entre los usuarios de Internet se las conoce como "hoax" (bromas) y también como "Urban Legends" (leyendas urbanas, en este caso cyber-urbanas)
Estas son tres ejemplos de ellas:
1) La Historia de Craig Shergold. Un niño moribundo quiere que Uds. le manden tarjetas postales para poder estar registrado en el Libro Guinness de Records Mundiales
La historia comenzó en 1989 cuando a un muchacho ingés de 9 años llamado Craig Shergold le diagnosticaron un tumor cerebral terminal. El niño quiso estar registrado en el libro de records Guinness como la persona que recibió más tarjetas de saludo.
Su deseo fue satisfecho en 1990 después de recibir 16 millones de tarjetas. Craig es ahora un adulto sano que estudia en la universidad, y no desea recibir más tarjetas.
Desafortunadamente, hace algunos años alguna persona pensó que sería divertido "resucitar" la historia de Craig Shergold, pero en vez de pedir que la gente envíe sus tarjetas a Craig en Inglaterra, esta persona invitaba a enviar tarjetas a la fundación Make-A-Wish. Obviamente, Make-A-Wish no tenía nada hacer con esta petición falsa.
En los últimos 8 años Make-A-Wish se ha visto inundado literalmente millones de tarjetas (que envía directamente a reciclado) y de millares de llamadas telefónicas. La situación es tan mala que Make-A-Wish se ha visto forzada a ofrecer una página web con aclaraciones al respecto:
http://www.wish.org/craig.htm 
y una linea gratis (800-215-1333)
Hay otras tres versiones similares de esta leyenda:
La primera versión dice que la Asociación Nacional de Cancer de Pulmón donará tres centavos para la investigación por cada email.que reciba.
La segunda versión dice que el hospital de niños del valle en Pittsburgh donará 7 centavos a la National Diesese Society en honor de un niño que murió de ostriopliosis del hígado. Ni el hospital ni la enfermedad existen.
La tercer versión dice que la Sociedad Americana de Cancer (American Cancer Society ) recibira una donación de 3 de sus sponsors por cada carta que reciba para el tratamiento de Jessica Mydek, una niña de siete años enferma de carcinoma cerebral. La entidad (que si existe) tuvo que desactivar su cuenta de email (ACS@AOL.COM ) por la cantidad de mensajes recibidos a partir de la cadena.
Mas informacion en: http://www.cancer.org/chain.html
2) La Historia del Programa de Bill Gates que Rastrea el Email. Remitan una carta por email a todos sus amigos, y Bill Gates les dará dinero
Esta historia comenzo a rondar la Red alrededor de noviembre de 1997. Supuestamente Bill Gates experimentaba con un programa de rastreo de e-mails, y pedía que el receptor del mensaje diera copia (forward) a sus conocidos, y si alcanzan a 1000, cada uno de la lista recibiría 1000 dólares
El mensaje original:
"My name is Bill Gates.
I have just written up an e-mail tracing
program that traces everyone to whom this message is forwarded to.
I am experimenting with this and I need your help. Forward this to
everyone you know and if it reaches 1000 people everyone on the list
will receive $1000 at my expense.
Enjoy. Your friend, Bill Gates."
La postura de Billy Gates al respecto:
http://www.microsoft.com/billgates/columns/1998Essay/3-25col.htm
Una historia similar circulo con un pequeño cambio de personajes:
'Envíe un mensaje del email a todos sus amigos y Disney le dará US$5000 o un viaje gratis a Disney World"
3) Advertencias varias sobre Virus: "Si recibe un mensaje que dice ... NO LO ABRA!!"
Primero, usted no puede contagiarse un virus simplemente por abrir o leer una carta de email, sin importar si el Subject dice GoodTimes, Win a Holliday, Join the Crew... En los 30 años de historia de Internet, no existió un solo virus de email.
En segundo lugar, usted no puede conseguir un virus con sólo bajar un archivo. El virus se puede contagiar solamente si se ejecuta un archivo infectado, p.e. un documento de word con Macro Virus: abrir la carta no le hará nada, pero abrir el documento adjunto con el word si.
Tercero, en vez de tener cuidado a determinados nombres de fichero (buddylst.zip, aol4free.exe, o budfrogs.exe) debería cuidarse de todos loarchivos que reciba, especialmente si la fuente no es segura, ya que cualquier archivo podría tener un virus. Siempre es mejor tener un buen antivirus que actuar de manera paranoica.
Finalmente, los virus "nuevos, muy maliciosos" se crean y descubrieron cada día. Por ejemplo el antivirus de la empresa McAfee detecta 13.000 virus, y advierte que se crean 250 nuevos cada mes. Porque entonces puede estar interesada alguna persona en avisar a todo el mundo que hay UN nuevo virus?
Coquena: Divinidad del noroeste argentino considerada protectora de las vicuñas y guanacos. El mito cuenta que Coquena vaga por los cerros durante la noche conduciendo rebaños cargados de oro y plata en bolsas atadas con serpientes para depositar su carga en las minas del Potosí.
Quien se encuentra con esta divinidad se convierte en aire, en un espíritu. Otorga bienes en abundancia, asi como castigos terribles: se cuenta que al encontrar un cazador de Tilcara que había sacrificado muchas vicuñas le dió gran cantidad de plata para que abandone esta ocupación. El cazador contó el episodio a un indio, quien quiso imitarlo matando gran cantidad de vicuñas. Sin embargo Coquena respondió con ira, aprisionando al codicioso y lo condenó a pastorear ganado a perpetuidad.
El indígena puneño no caza más vicuñas de las que precisa para su sustento para no despertar la ira de Coquena.

Corocote:  Corocote es un cemí de un cacique llamado Guamorete, el cual lo tenía en lo alto de su casa. Estando siempre allí, en las noches bajaba y yacía con las mujeres. Un día los enemigos de Guamorete le hicieron la guerra y durante la misma le quemaron la casa. Dicen que entonces el cemí se levantó y se marchó del lugar a la distancia de un tiro de ballesta junto a unas aguas. Así luego de la muerte de su señor, de mano en mano pasó por varios caciques manteniendo la costumbre de estar con las mujeres. Un día a Corocote la nacieron dos coronas por lo que se comentaba “por tener dos coronas ciertamente es hijo de Corocote”. Por último estuvo en poder de un cacique llamado Guatabanex en un lugar conocido por Jacagua. Etnia de origen : Grupos Aruacos, Taínos. País de origen : Caribe Continental (Venezuela, Guyana, Colombia y algunas regiones de Brasil) e Insular (Cuba, Rep. Dominicana, Puerto Rico y las Bahamas entre otras).
Cosakait: Nombre que los tobas dan al árbol de Palo Santo. Según la leyenda recopilada por Lázaro Flury, en la época embrionaria del mundo, cuando los seres humanos formaban una pequeña minoría, COSAKAIT, el más apuesto y virtuoso de los varones de aquel grupo se había enamorado de una joven doncella.
Sin embargo no era correspondido por la bella mujer, y al sentirse desdichado enfermó gravemente. En su lecho de muerte llamó reiteradamente a la joven para verla por última vez, pero ésta se negó.
"-Decidle que no quiero morir. Mas Yago (Dios) me quita la vida. Pero estaré siempre con ella. Adornaré su cabeza de flores perfumadas. Ahuyentaré los parásitos de su lado. Daré fragancia al agua que beban sus labios y laven sus ojos. Iré al cielo en el humo aromado de su ruego en la ceremonia del NAREG. Y estaré donde ella se encuentre y le dare lo que pida..."
Tras estas palabras, la fiebre abrasó su cuerpo y murió invocando el nombre de su amada. Donde lo sepultaro creció el árbol COSAKAIT, característico por sus flores y madera perfumada.

Cotupeye: m. Machitún para sacar el susto o el efecto del Trauco. //2 Tratamiento para sanar el empacho de los niños. Ceremonia que un curioso (chamán) realiza para quitar el susto. Éste lleva un manojo de paja con lana negra al que se le ha puesto una brasa. El dueño del enfermo con una varita va huasqueándolo, mientras la machi va romanceando: "Cutupelle, metapelle, que entre su juicio; que vuelva su espíritu". Así hasta que llegan al lugar en donde el niño recibió el susto. Si el motivo fue un árbol, una lancha, etc., se le raspará y se guardarán las raspaduras. Si, por el contrario, el causante fue una persona o un animal, se le cortará un mechón de pelo. En el primer caso, después de raspar al culpable y de huasquearlo, se iniciará el regreso a casa, en la misma forma como de ida. Al enfermo se le sentará en la cama, mientras la curiosa pone a hervir las raspaduras a las cuales ha agregado ciertas yerbas especiales para el susto y en seguida la machi rociará el cuerpo del pa-ciente soplando el agua milagrosa con la boca en todo el cuerpo con el objeto de hacer que entre su juicio. Esta ceremonia debe hacerse al momento de oscurecer y con no menos de cuatro personas como acompañan-tes de la curiosa. (Elena Quintana de G. "Voces del archipiélago" p. 41). En Apiao se cree que para calmar a una persona asustada hay que agitarle un pañuelo sobre la cara , al tiempo que se le dice una y otra vez: "¡Tu juicio, tu pello!" (Cárdenas et. al. "Los Chono..". 220-230 pp.) Var.:hacer cutipe, cotupelli. Etim.:m.COUTUN, COUTUCAN ``dar flechazos o buscar a alguien para ello'. PELLI, PELLÜ `alma'. 
Cuarajhy Yara: GU. Especie de duende o pequeño demonio, representado en la región guaraní como un hombre blanco de pelo rojo con los pies cubiertos de plumas para disimular sus huellas y el ruido de los pasos.

CUCO o COCO: Ser imaginario cuya función es asustar a los chicos en relación a una conducta determinada. Son seres oscuros e imperceptibles que actúan únicamente en la más profunda espesura de la noche. Sus víctimas predilectas son los niños y las mujeres, a quienes agarra con fuerza de la ropa.
Es utilizado por las madres como amenaza si no se duermen, se niegan a comer, desobedecen las órdenes de los mayores. Las acciones más temidas por parte del Cuco son dos: devorar al niño travieso (te comerá...) o llevárselo a un lugar muy lejano, del que no se da retorno (te llevará).

Cudiñ: AR. Para los indios araucanos la placenta -cudiñ- poseía poderes mágicos negativos. Por ejemplo dicen que arrojada en un campo de cultivo lo tornará estéril, especialmente cuando se hace durante una noche con luna llena.
Debido a este supuesto poder los araucanos cuando encuentran un animal parturiento esperan que expulse la placenta para enterrarla profundamente, y así evitar que algún enemigo personal la utilice para convertir su campo de cultivo en un terreno árido.
Es de suponer que esta creencia se basa en la analogía de la esterilidad natural durante el periodo de lactación de todas las hembras de mamíferos (mamalia). Recordemos también que la placenta es comida por muchos animales, inclusive herbívoros, después del parto.
El hecho de comerse la placenta (cosa que también hacen las mujeres esquimales) es altamente beneficioso para la "puérpera" sea de la especie que sea, puesto que la placenta es una fuente muy rica de estrógenos y progesterona, (hormonas femeninas). En primer lugar colaboran para que la posibilidad de hemorragias post-parto se reduzca, ya que el estrógeno sensibiliza al miometrio (músculo uterino) para que se contraiga bajo los efectos de la oxitócica (hormona hipofisaria cuya función es hacer que el útero se contraiga, especialmente durante el parto. Durante el periodo de post-parto la contracción uterina evita la pérdida de sangre en la superficie cruenta que dejó la placenta al desprenderse). Por otro lado la progesterona es la hormona que estimula la proliferación del endometrio (mucosa uterina) con lo que se acelera la cicatrización del sitio de implantación placentaria y además estimula la proliferación de los acinos de la glándula mamaria (causa por la cual aumenta su volumen durante la preñez) y durante la lactancia progesterona + prolactina (hipofisaria) estimulan la producción de leche.  Para redondear el tema, aunque nos apartemos un poco de CUDIÑ, recordemos que existe otro sistema de seguridad natural para evitar las hemorragias post parto. El estímulo de succión sobre el pezón estimula la secreción de oxitocina que por un lado contrae el músculo liso que rodea los acinos de la glándula mamaria, facilitando la salida de la leche y por otro hace que el útero se contraiga (a estas contracciones, en nuestra cultura, en lenguaje popular coloquial se las llama "entuertos"...) En la cultura industrializada actual en vez de darle a la puérpera en las maternidades bocaditos de placenta cruda se le dan las hormonas mencionadas en forma inyectable.


Cuentos: El sapo Kuartam se transforma en tigre
Un shuar iba de cacería e incrédulo imitó el canto del sapo Kuartam, que vive en los árboles. “Kuartam-tan, Kuartam-tan”, lo retó en medio de la noche, pero nada pasó. “Kuartam-tan, Kuartam-tan, a ver si me comes”, dijo y rió. No lo hagas, le había dicho su mujer, porque puede transformarse en un tigre. No le creyó. Kuartam, el sapo, se convirtió en felino y lo comió. Nada se escuchó de su ataque, pero la mitad del cuerpo del shuar había desaparecido. Al alba, la muchacha decidió matar a Kuartam. Llegó hasta el árbol donde el batració cantó la noche anterior. Tumbó el árbol que al caer mató a Kuartam, que se había convertido en un sapo con un estómago inmenso. La mujer cortó rápidamente la panza de Kuartam y los pedazos del shuar rodaron por los suelos. La venganza no le devolvió la vida al shuar pero su mujer pudo contar que nunca es bueno imitar a Kuartam. A lo lejos de la tupida floresta se escuchó un nuevo: “kuartam-tan, kuartam-tan”, sin saber si era un sapo o un shuar a la espera de un tigre.
Las velas del amador
Don Juan Tenorio había llorado sobre la tumba de Doña Inés. Al final, acaso, había entendido que el Amor era una expiación. Por eso, en la escena del teatro se develaba una estatua. En medio de las sombras Doña Inés sale de su tumba y exclama: “Don Juan mi mano asegura/esta mano que a la altura/tendio tu contrito afán/y Dios perdona a Don Juan/al pie de la sepultura”. Cuando el relato de Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, cruzó el mar desde España, el actor llegó tan maltrecho que se lo confundió con cualquier personaje entregado a los lances amorosos. Y había una diferencia: los donjuanes de América no sufrían por amor. Sin embargo el personaje se había convertido en sinónimo de buscador de aventuras amatorias y por eso no fue casual que en San Miguelito, en Tungurahua, el cazador de fragancias del pueblo sea conocido como Don Tenorio, olvidándose el de Juan, porque hasta el nombre no había podido desembarcar de España. Este mozuelo llevaba una máxima: la empresa amatoria más ardua lo catapultaría a ser la admiración de todas las muchachas del pueblo. Por este motivo eligió a una hija de Maria, como se conocía a las doncellas que estaban con la profesión de beatas en el cuello. La joven llegaba temprano a la iglesia envuelta en una chalina negra y su cara cubierta de un velo casi imperceptible, aunque se podía intuir su cabellera larga. Don Tenorio la esperó con paciencia. Sabia que no hay diligencia mejor que la realizada con cautela. La damisela declinó, al inició, la invitación pero ante los ruegos aceptó encontrarse en las primeras sombras de la tarde. Los jóvenes parecieron entenderse con las miradas. La mujer lo condujo hasta una casa apartada. Al cerrar la puerta una habitación mínima se develó ante la insistencia de un escaso fuego producido por siete velas. Las siluetas se proyectaron en las paredes ásperas con olor a tierra. Las sombras parecían disiparse y cuando Don Tenorio se acercó el leve resplandor se consumió. Las palabras se quedaron flotando en el aire. El joven llamó tiernamente a su futura amada pero no obtuvo respuesta. Después a tientas intentó localizar una cerilla pero fue inútil. Palpó la pared y tampoco encontró la salida. Fue allí que comenzaron los fatigosos gritos envueltos en un eco bronco, en medio de una estancia oscura. Su cuerpo cayó al suelo sólo para comprobar que la tierra era más húmeda que antes. Para el tercer día Don Tenorio tenia la garganta lacerada y sus leves quejidos eran cada vez más distantes. Pero no dio tregua y siguió gritando mientras sus manos arañaban la pared, con rastros de sangre. Ese día el sepulturero del pueblo llegó mas temprano y escucho unas voces que salían de una tumba. Antes de que el aliento se le termine llego hasta la casa del teniente político con la inesperada noticia y la cara desencajada como un mal agüero. Cuando los dos hombres se dirigieron al cementerio ya les acompañaba una muchedumbre ansiosa por escuchar las voces que salían del cementerio. El panteonero, junto con algunos vecinos, cavó rápidamente la fosa y en medio de terrones negruzcos apareció la cabeza de Don Tenorio, con los ojos lastimados por la luz. Fue sacado al vilo y antes que pudiera decir nada se arrodilló delante de medio pueblo y pidió perdón por su único delito: burlador de mujeres. Los viejos de San Miguelito aun no se ponen de acuerdo en las versiones del hecho. Hay quienes aseguran que Don Tenorio entró en un convento; otros dicen que una alma del otro mundo se enamoró del mozuelo. Mas, en los textos de Zorrilla se puede encontrar una alegoría de lo sucedido en San Miguelito y es cuando la sombra de Doña Inés exclama:
Más tengo mi purgatorio
en este mármol mortuorio
que labraron para mí.
Yo a Dios mi alma ofrecí
en precio de tu alma impura
y Dios, al ver la ternura
conque te amaba mi afán
espera a Don Juan
en tu misma sepultura.

¿Hasta cuándo Padre Almeida?
Una mueca se desvaneció leve cuando el joven cura Manuel de Almeida divisó la altura de una de las ventanas y la mínima distancia de los muros, que a él –en su primer día en el convento- le resultaron tentadores. El joven acababa de egresar del noviciado y atrás –le pareció a él- había quedado las cuitas de amor doblegadas por las oraciones y los pasajes bíblicos. Ahora, entraba en la abadía franciscana de San Diego, construida como una suerte de retiro casi a las faldas del Pichincha y de amplias estancias donde el silencio era el dominante, ante el susurro de los rezos. Hijo de Tomás de Almeida y Sebastiana Capilla, el muchacho lo primero que hizo al entrar en su oscura celda fue guardar bajo la estera sus naipes y extrajo de su hábito franciscano una carta perfumada. La abrió y releyó una caligrafía preciosa de evocadoras palabras de a un tiempo que parecía no pertenecerle más. Suspiró y tuvo la sospecha de esta aún enamorado... Pero ese amor que antaño le había empujado a entrar al convento se había transformado en un amor a los deleites mundanos. A él le ocurrió que esa expansión amatoria le prevenía de los peligros de ciertos ojos que casi había olvidado. Pero se enfrentaba a dos realidades: ya no era novicio y ahora se encontraba en una casa de clausura y la puerta tenía unos goznes infranqueables, pero recordó el muro. El tonsurado se paseó muchos días por los jardines del convento hecho para místicos, fundado en 1597 por fray Bartolomé Rubio con el nombre de los Descalzos de San Diego de Alcalá, para que no quedara duda de que el monasterio no era solamente de retiro sino de clausura, donde los cilicios, que lastimaban sus carnes, y penitencias eran habituales. El encapuchado iba cabizbajo, con el ceño duro, y estaba tan ensimismado que los otros religiosos se contuvieron de importunarlo por temor a distraer a un santo en ciernes. Una noche se encontraba en sus meditaciones, en las afueras de su celda. La Luna caía grave sobre el huerto y entre el movimiento de las ramas alcanzó a divisar a un monje que trepaba el paredón. Lo siguió después de procurarse una capa. Detuvo al cura en fuga y comprobó que era fray Tadeo, quien tenía fama de taciturno y que exhalaba un olor a rosas debido a su candidez. El descubierto no tuvo más que aceptar que iría primero a la Cruz de Piedra. Mas, con los días de parranda que siguieron a esa notable noche, el fray Almeida supo que su conjurado acompañante tenía una manceba denominada Percherona, que vivía cerca del Sapo de Agua. Fue en esa casa donde el padre Almeida armado de una guitarra sacó más de un suspiro a las damas de la noche, especialmente –según los rumores- a Catalina:
Mujercita tan bonita,
Mujercita ciudadana,
que sales demañanita
al toque de la campana.

Mujercita tan bonita.
¿A dónde vas tan temprano?
Quién fuera el feliz curita
que te ve junto al manzano.

La animada concurrencia estaba integrada por una nutrida delegación de dominicos, agustinos y los representantes franciscanos que tenían un acto más: fray Tadeo era un interprete del arpa y con los fragores del licor sus melodías tenían la virtud de llevar a todos los religiosos y las muchachas a una apoteosis que parecía derramarse por el zaguán hasta inundar las callejuelas oscuras de Quito, la ciudad de las campanas. Un amanecer fatal, los parranderos tardaron más de la cuenta en regresar al convento de San Diego y cuando franquearon la tapia fueron sorprendidos por el padre guardián quien puso el grito en el cielo y hasta allí acabó la fama de santo de fray Tadeo y fray Almeida fue conducido de las orejas a su celda. Después de entregarles sus respectivos látigos, los tonsurados permanecieron en sus celdas por ocho días mientras el resto de la congregación escuchaba los azotes de los curas penitentes. Las tapias del jardín fueron levantadas al mismo tiempo que el padre Almeida colocaba masas de pan para despistar las huellas que dejaron los latigazos en las patas de su maltrecha cama. El franciscano no se avenía a la soledad, pero aún cuando recordaba los ojos de su Catita –como él la llamaba-, perdidos entre los talanes de la urbe. Una tarde, mientras se entonaban las loas en la capilla el cura jaranero tuvo una inspiración: divisó el enorme Cristo y dedujo que por su cuerpo de madera podía alcanzar el alféizar de la ventana y de allí escabullirse, desde el Coro, hasta llegar a la Capilla hasta respirar la humedad de la calle. Fray Tadeo terminó sus días de juerguista cuando le dijo que una cosa era el premio de las noches junto a la Percherona pero otra muy distinta condenarse a los infiernos por profanar la figura de Nuestro Señor Jesucristo subiéndose por sus costados y que por nada del mundo aceptaría semejante pretensión, aunque –en honor a viejas noches de parranda- le prometió no abrir la boca eso sí augurándole un castigo que se cerniría sobre el cura Almeida por irse de jolgorio por el busto del Crucificado. Fray Almeida lo tentó advirtiéndole sobre ese Dios benigno y piadoso que perdona a las pobres criaturas en sus deslices y flaquezas y que no hay oración que no pueda ablandar a Cristo, aunque tenga que servir de escalera. Fray Tadeo se quedó pensando en el sacrilegio del cura en el mismo instante en que el padre Almeida trepaba por el Cristo doliente para alcanzar el goce de bailar, jugar las cartas, cantar, zapatear y reír junto con los otros curas y ciertos ojos de una muchacha. El Cristo le prestaba su hombro cada noche, aunque el fraile procuraba no mirarle a los ojos hasta llegar a sus citas clandestinas, en medio de abundante licor. Una madrugada, el monje llegó tan borracho que se descolgó por los brazos del Cristo y estuvo a punto de caer. ¡Cristo ayúdame!, le dijo balbuceando mientras su cuerpo se abrazaba a la imagen, llena de llagas y de ojos de vidrio, que no le impedían reflejar su ternura. Cerca al hombro del Crucificado escuchó una voz trémula: -¿Quosque tandem pater Almeida? Quedó suspendido el cura en los brazos de madera y yeso, y supuso que se trataba de una broma de algún hermano que al descubrirle lo retaba en latín. Hubo silencio. Miró los ojos de la imagen y los labios de la figura se movieron: -¿Quosque tandem pater Almeida? Esas palabras en latín parecían repetirse en un eco que salía del Coro y que avanzaba sigiloso hasta contener toda la bóveda y después concentrarse en el embriagado cuerpo del cura Almeida, que logró bajarse del Crucificado para contestarle en el mismo idioma que servía no sólo para las misas. -Usque ad rediveam Domine... Manuel de Almeida amaneció en su resaca y recordó el suceso pero dedujo que no era otra cosa que el producto de su borrachera. Una y otra vez volvió a descolgarse de la cruz y escuchar las quejas del Cristo y su misma respuesta se sucedió en varias noches, porque el cura parecía pertenecer más al mundo de los goces que de las constantes penitencias que sus hermanos enclaustrados. El Cristo tampoco desfalleció en su intento y lo retó en castellano: -¿Hasta cuándo padre Almeida? -Hasta la vuelta Señor, fue la contestación del fray que muy contento se dirigió a una noche más de aventuras deliciosas. Mas, cerca de la Plaza de San Francisco encontró un cortejo fúnebre y curas encapuchados que se dirigían lentamente, con cirios en sus manos. El séquito avanzaba por la noche quiteña en medio de lamentos espectrales y el ataúd parecía deslizarse de las manos de los franciscanos, que no mostraban su rostro. El padre Almeida se acercó a un sacerdote y le inquirió sobre el nombre del muerto. Es el padre Almeida, le replicó. No puede ser verdad, se dijo, y esperó que pasara otro encapuchado quien le contestó que era el padre Almeida quien se encontraba en el ataúd. Desconfiado aún preguntó a otro: ¿quién ha muerto?, hermano. Y la respuesta fue contundente: el padre Almeida del convento de San Diego. No quiso saber más y se acercó al féretro descubierto y levantó la capucha para comprobar con pavor que su rostro demacrado era el que tenía entre sus manos. Regresó a mirar sólo para confirmar que el cortejo fúnebre era conducido por esqueletos, con hábitos de franciscanos, que se movían con sus cirios, dejando a su paso un olor a Muerte y cipreses gastados. Despavorido llegó el padre Almeida hasta el Cristo de madera y le pidió perdón por todas sus faltas y corrió a encerrarse en su celda para comprobar, entre rezos, que otra vez volvía la mañana. El día llegó y el cura arrepentido entró a un proceso de ayuno y penitencia que le duró largos años, más allá de su designación de Visitador General. Vivió, ahora sí, una vida entregada a la contemplación y rezos, a esa misma imagen que alguna vez lo transportó a los esplendores de la noche y de la parranda, cuando se deslizaba por el Crucificado convertido en escalera.
Brujas sobre Ibarra
Desde arriba del Torreón, la ciudad, en las noches de luna, parecía una maqueta parda llena de tejados, que guardaban jardines atiborrados de buganvillas, nogales e higos. Más arriba, en cambio, se distinguían las palmeras chilenas: enjutas y lustrosas, pese a la intensidad nocturna y las exiguas farolas, alumbradas con mecheros que –de cuando en cuando- eran revisados por el farolero, envuelto en un gabán descolorido que no impedía apreciar su silueta recorriendo esa luz mortecina que golpeaba las paredes de cal. Más arriba, aún, el parque de Ibarra era un minúsculo tablero de ajedrez sin alfiles, donde destacaba el añoso Ceibo, plantado tras el terremoto del siglo XIX y que –según decían- sus ramas habían caminado una cuadra entera. La noche caía plácida sobre la enredaderas y la luna parecía indolente a las sombras que pasaban, pero que no podían ser reflejadas en las piedras. ¿Quiénes miraban a Ibarra dormida? ¿Quiénes tenían el privilegio de contemplar sus paredes blanquísimas engalanadas con los fulgores de la luna? ¿Quiénes pasaban en un vuelo rasante como si fueran aves nocturnas? ¿Quiénes se sentaban cerca de las campanas de la Catedral a mirar los tejuelos verdes y las copas de los árboles? No es fácil decirlo: unas veces eran las brujas de Mira, otras las de Pimampiro y muchas ocasiones las de Urcuquí. Eran una suerte de correos de la época, acaso a inicios de siglo, que viajaban abiertas los brazos, por los cielos estrellados de Imbabura. Por eso no era casual que las noticias –que por lo general se tardaban en llegar cuatro días desde Quito- se conociera más aprisa en los corrillos de estas tres poblaciones unidas por un triángulo mágico: que ha iniciado la revolución de los montoneros alfaristas, que el Congreso ha sido disuelto, que llegaron las telas de los libaneses o que fulano ha muerto. Todas noticias importantísimas que –de no ser por las voladoras- hubieran llegado desgastadas. Pero, a diferencia de lo que se cree de las brujas, que van en escoba, llevaban un traje negro y tienen la nariz puntiaguda, las del sector norteño ecuatoriano poseían trajes blanquísimos y tan almidonados que eran tiesos. Por eso cuando las voladoras pasaban los pliegues de sus vestidos sonaban mientras cortaban el viento. Algunos las tenían localizadas. Por eso cuando pasaban por encima de las casas, existían los atrevidos que se acostaban en cruz y con esta fórmula las brujas caían al suelo. Otros, en cambio, preferían decirles que al otro día vayan por sal y de esta manera conocían su identidad. Pero las voladoras de Mira también tenían sus hechizos. Quienes se burlaban de las brujas terminaban convertidos en mulas o gallos. Y eso, al parecer, le sucedió a Rafael Miranda, un conocido galeno de Ibarra, de inicios de siglo. Cuentan los abuelos que el doctor Miranda desapareció un día sin dejar rastro. Sus amigos lo buscaron por todos lados infructuosamente. Sus familiares estaban desesperados. El tiempo pasó. Una tarde, un conocido del doctor Miranda recorría unas huertas por Mira y miró a un hombre desaliñado con un azadón. Creyó reconocerlo. Al acercarse comprobó con estupor que se trataba del famoso doctor Miranda. Lo sacó del lugar y tras curaciones prodigiosas el galeno volvió a su estado normal y nunca más se sintió gallo. Otra historia, en cambio, sirvió para que Juan José Mejía, el popular y primer sacamuelas de Carchi e Imbabura, justificara una parranda de tres días. Cuando le preguntaron porque no había llegado a la casa contestó sin inmutarse: “Estuve en Mira amarrado a la pata de una cama, convertido en gallo y recién me escapo de las brujas”. Claro que estuvo en Mira y, acaso, le brindaron –como a muchos- el famoso tardón, que es una bebida que basta un solo trago para que el confiado visitante termine por los suelos, en un remolino de carcajadas. Por eso los políticos de turno o las autoridades, que siempre ofrecen solucionar todos los problemas, se dan cuenta de los fatídicos brebajes demasiado tarde: quedan arrumados en las sillas de madera, con un olor imperceptible a aguardiente, que es uno de los ingredientes del tardón, elaborado de papa y de secretísimos compuestos que ha sido imposible develar. Cuando alguna autoridad trataba de levantarse caía en cuenta que sus honorables posaderas estaban como pegadas a la silla. ¿Cuáles eran las palabras mágicas para volar? De boca en boca ha llegado hasta estos días lo que decían las brujas ecuatorianas: “De villa en villa y de viga en viga, sin Dios ni Santa María” y tras pronunciar este conjuro levantaban vuelo. Y hasta había quienes intentaron realizar una aventura aérea. Cuentan que un mireño insistió a una maga para que le iniciara en su arte. Tras las súplicas decidió confiarle el secreto. Lo primero que le indicó es que tenía que utilizar uno de sus trajes níveos. Aguardaron la noche y subieron a la chimenea de un horno... -Tienes que repetir esta fórmula, le dijo la encantadora. Tras decir “de villa en villa, de viga en viga, sin Dios ni Santa María”, extendió sus brazos y salió disparada por el cielo. Nuestro personaje se emocionó, pero al repetir el conjuro lo hizo de esta manera: “de villa en villa, de viga en viga, con Dios y Santa María”. Dicho esto, desplomóse cuan largo era en el patio de la casa, en medio de los ladridos de los perros y de los vecinos que lo encontraron magullado y vestido de traje blanco, con cintas y encajes. Aunque pidió discreción, al otro día toda Mira conoció esta historia y su único argumento fue se enredó en la vestimenta. Obviamente, no pudo aclarar qué hacía subido en la chimenea y con un vestido de dama. Hay quienes dicen que las brujas aún pasan por los tejados de Ibarra. Es posible. Mas, nunca se han caracterizado –como lo eran acusadas en la Inquisición Española- de artilugios malévolos. Su único delito, podría decirse, es volar para conocer tierras lejanas o para visitar a algún amante venturoso que abre su puerta antes que la maga tope el suelo. Hay quienes dicen haberlas visto reunidas practicando iniciaciones antiquísimas, en medio de un prado. Con suerte, si levantamos a mirar el cielo en una noche de luna es posible que localicemos a una bruja que regresa del sur y pasa por encima del pequeño Ceibo, del parque Pedro Moncayo, que ha empezado a brotar sus hojas.
Culebrilla: Enfermedad que provoca una erupción en la piel siguiendo una línea. Se cree que cuando la línea (culebra) une sus dos puntas (la cabeza se junta con la cola) tiene consecuencias fatales para el portador.  Una forma de curarla es frotando un sapo sobre la culebrilla para que este absorba el veneno. También se suele escribir con tinta en ambos extremos las palabras Jesús, José y María. Otra forma de curarla: tomar un jarro con un poco de agua y tomando tres ramitas recitar la siguiente oración tres veces por día durante tres días: "Yo iba por un caminito, me encontré con San Pablo, me preguntó que tenía, contesté que era culebrilla, que con qué se curaría? Respondió San Pablo: con agua de la fuente y rama de ... (nombre del enfermo)".
Se denomina así porque los gauchos de la Pampa Húmeda de la Argentina (Sur de la Provincia de Buenos Aires y zona Este de La Pampa) suponen que su contaminación proviene del paso de una víbora o culebra sobre la ropa extendida para su secado sobre los cultivos (generalmente de trigo).
La creencia incluye la certeza que si la erupción maculo-papulosa- flictenular arrazimada, que aparece en la superficie dérmica sobre el nervio afectado (generalmente una rama SENSITIVA intercostal) circunda el cuerpo traería consecuencias fatales para el paciente, cosa imposible por la simetría bilateral hace que no haya conexión entre los nervios intercostales izquierdos y derechos, la infección es de consecuencias graves cuando ataca a los pares craneales, a causa de lo cual las vesículas pueden llegar a opacificar la cornea.
El HERPES ZOSTER es una infección aguda usualmente autolimitada topográficamente, que se produce por activación del virus latente del que la mayoría somos portadores VARICELLA-ZOSTER o Virus del herpes humano 3, del que se puede tener inmunidad parcial luego de haberse enfermado con la secreción de las pústulas de los pollos "chickenpox", ataca a los ganglios de las raices posteriores de los nervios espinales (sensitivos) y su área de inervación, produciendo dolor neurálgico a lo largo del nervio afectado y la erupción cutánea del área correspondiente a dicho nervio.

Cuniraya Huiracocha: El mito de Cuniraya Huiracocha forma parte de los escritos de Francisco de Avila, quien en la primera década del siglo XVII los recolecta en la provincia de Huarochirí. Avila fue encargado como "extirpador de idolatrías". Tenía la misión de destruir las antiguas creencias andinas y reemplazarlas por la religión católica.
Para ello recorrió la sierra de Lima (Huarochirí) con ayudantes andinos, los que escribieron en quechua los mitos y leyendas de esa región. La primera traducción al castellano la hizo José María Arguedas, publicando el libro "Dioses y Hombres de Huarochirí" en 1966. Posteriormente Gerald Taylor hizo una nueva traducción, en 1987, que aparece en el libro "Ritos y Tradiciones de Huarochirí del siglo XVII", de donde hemos adaptado el presente relato.

Cuentan que en tiempos muy antiguos, Cuniraya Huiracocha se convirtió en un hombre muy pobre, y andaba paseando con su ropa hecha arapos, y sin reconocerlo algunos hombres lo trataban de mendigo piojoso. Pero Cuniraya Huiracocha era el dios del campo. Con solo decirlo preparaba las chacras para el cultivo y reparaba los andenes. Con el solo hecho de arrojar una flor de cañaveral (llamada pupuna) hacía acequias desde sus fuentes. Así, por su gran poder, humillaba a los demás dioses (huacas) de la región.
Había una vez una mujer llamada Cahuillaca, quien también era huaca, que por ser tan hermosa todos los demás huacas la pretendían. Pero ella siempre los rechazaba. Sucedió que esta mujer, que nunca se había dejado tocar por un hombre, se encontraba tejiendo debajo de un árbol de Lúcumo. Cuniraya que la observaba de lejos pensaba en una manera astuta de acercarse a la bella Cahuillaca. Entonces se convirtió en un pájaro y voló hasta la copa del Lúcumo, donde encontró una lúcuma madura a la que le introdujo su semen, luego la hizo caer del árbol justo al costado de donde Cahuillaca se encontraba tejiendo. Al verla se la comió muy gustosa y de esta manera la bella diosa quedó embarazada sin haber tenido relaciones con ningún hombre.
A los nueve meses, como era de esperarse, Cahuillaca dio a luz. Durante más de un año crió sola a su hijo, pero siempre se interrogaba sobre quién sería el padre. Llamó a todos los Huacas y Huillcas a una reunión para dar respuesta a su pregunta. Cuando supieron de la reunión todos los huacas se alegraron mucho, asistieron muy finamente vestidos y arreglados, convencidos de ser a los que la bella Cahuillaca elegiría. Esta reunión tubo lugar en un pueblo llamado Anchicocha. Al llegar se fueron sentando, y la bella huaca les enseñaba a su hijo y les preguntaba si eran los padres. Pero nadie reconoció al niño. Cuniraya Huiracocha también había asistido, pero como estaba vestido como mendigo Cahuillaca no le preguntó a él pues le parecía imposible que su hijo hubiese sido engendrado por aquel hombre pobre.
Ante la negativa de todos los preguntados de reconocer al niño, Cahuillaca ideó posar en el piso al niño, dejando que ande a gatas solo hasta donde se encuentre su padre. Hizo así, y el niño se dirigió muy contento donde se encontraba Cuniraya Huiracocha. Cuando su madre lo vio, muy encolerizada, gritó: "-Ay de mí! "Cómo habría podido yo dar a luz el hijo de un hombre tan miserable?". Y con estas palabras cogió a su hijo y corrió hacia el mar. Entonces Cuniraya dijo: "-Ahora sí me va a amar!" y se vistió con un traje de oro, y la siguió, llamándola para que lo viera. Pero Cahuillaca no volvió para mirarlo, siguió corriendo con la intención de arrojarse al mar por dar a luz el hijo de un hombre tan "horrible y sarnoso". Al llegar a la orilla, frente a Pachacamac, se arrojó y quedaron convertidos, ella y su hijo, en dos islotes que están muy cerca a la playa.
Como Cuniraya pensaba que Cahuillaca voltearía a verlo, la seguía a
distancia llamándola y gritándole continuamente. Entonces se encontró con un cóndor y le preguntó: -"Hermano, "dónde te encontraste con esa mujer?", -"Aquí cerca está, ya casi la vas alcanzando" le respondió el cóndor. Por darle esa respuesta Cuniraya le dijo al cóndor: -"Siempre vivirás alimentándote con todos los animales de la puna, y cuando mueran tú sólo te los comerás, y si alguien te mata, él también morirá"
El huaca siguió en su carrera en pos de Cahuillaca, encontrándose con una zorrina. -"Hermana" le preguntó, ""En donde te has encontrado con esa mujer?"
La zorrina le respondió: -"Ya no la alcanzarás, está muy lejos"-. Por darle esa mala noticia el huaca le dijo: -"Por lo que me has contado, te condeno a que camines sólo de noche, odiada por los hombres y apestando horriblemente". Más abajo en su camino se encontró con un puma. -"Ella todavía anda por aquí ya te estás acercando" le dijo el puma
Por darle tan buenas noticias Cuniraya le respondió: -"Comerás las llamas del hombre culpable, y si alguien te mata te hará bailar primero en una gran fiesta, y todos los años te sacará sacrificándote una llama" (De este modo Cuniraya le confiere al puma categoría para ser adorado, y manda además que todos los años se celebre una fiesta en su honor, en la que se bailará y se sacrificará una llama en su honor) También se encontró con un zorro. Al preguntarle por Cahuillaca el zorro le dijo que se encontraba ya muy lejos y que no la alcanzaría.
Por esto le dijo al zorro: -"Aunque andes a distancia, los hombres llenos de odio te tratarán de zorro malvado y desgraciado. Y cuando te maten te botarán a tí y a tu piel como algo sin valor". El halcón, con quién también se encontró, le auguró que pronto la alcanzaría. Por ello le contestó el huaca: -"Tendrás mucha suerte, y cuando comas primero almorzarás picaflores. El hombre que te mate llorará tu muerte, y sacrificará una llama en tu honor, y bailará poniéndote sobre su cabeza para que resplandescas allí".
Enseguida se encontró con unos loros, quienes le dijeron que ya no la alcanzaría. Por ello Cuniraya les maldijo así: -"Andareís gritando muy fuerte, y cuando los escuchen, sabiendo que tienen la intención de destruir los cultivos, sin tardar los hombres os ahuyentarán y habrán de vivir sufriendo mucho, odiados por ellos". De este modo, cada vez que se encontraba con alguien que le daba una buena noticia le auguraba un buen porvenir, y si se encontraba con alguien que le daba malas noticias lo maldecía. De este modo llegó hasta el mar donde se encontraban dos hijas de Pachacamac custodiadas por una serpiente. Pero poco antes, la madre de éstas: Urpayhuachac, había entrado al mar a visitar a Cahuillaca.
Aprovechando esta ausencia Cuniraya violó a la menor de las hijas. Cuando quiso hacer lo mismo con la otra, ésta se transformó en paloma y voló. Es por esto que a su madre le llaman Urpayhuachac: la que pare palomas. En ese tiempo no habían peces en el agua. Solo Urpayhuachac los criaba en un estanque que estaba dentro de su casa. Cuniraya, enfadado porque había ido a visitar a Cahuillaca arrojó todos los peces del estanque al mar. Y es por esto que el mar, ahora, se encuentra poblado de peces. Cuando la hija menor de Urpayhuachac le contó lo que Cuniraya le había hecho, se encolerizó y se decidió por matarlo. Para ello tramó un astuto plan. Urpayhuachac llamó a Cuniraya con el pretexto de quitarle las pulgas. Este aceptó. Pero al mismo tiempo hacía crecer una gran peña para que le callera encima al huaca y lo aplastara.
Pero éste, con gran astucia, se dio cuenta de las verdaderas intenciones de Urpayhuachac, y huyó del lugar. Desde entonces Cuniraya Huiracocha anda por el mundo engañando a huacas y hombres.

Cure: GU. Palabra de origen guaraní que significa "cerdo". Existe una leyenda que afirma que el curé era un gaucho avaro y perezoso que por no haber ido a ver al niño Jesús cuando nació, fue transformado en cerdo.

Curundú: GU. En el litoral argentino brebaje que se agrega al mate para atraer el amor de otra persona.

Curupí: GU. Leyenda de la región misionera. El curupí es un individuo antropófago representado con grandes bigotes que anda en cuatro pies y con un miembro viril de tamaño exagerado. También se lo describe como un enano robusto con los pies dirigidos hacia atrás, por lo que le es difícil trepar y andar.

Curuzú José: En Palmar Grande, antigua frontera, Departamento de General Paz, Provincia de Corrientes, Argentina, existe una cruz que recuerda a un paisano llamado José, que juntamente con otro llamado Casimiro fue herido en la batalla del Rincón de Vences en 1847.
Después de su fallecimiento, se erigió una cruz en homenaje, que tiempo mas tarde fue reemplazada por otra mas grande, en cumplimiento de una promesa por un supuesto milagro acaecido por la intercesión de José.
La Cruz se encuentra ahora en la Capilla del lugar, en donde se eligen "Mayordomos" encargados de arreglar la capilla. Para su elección, en la primera noche luego de rezar, se realiza un baile en la casa del mayordomo del año anterior y se corona a una pareja elegida con una "Sarta" (ristra de tortas de almidón unidas en forma de corona grande) que se coloca a la pareja elegida para mayordomo de la primera noche de novena del siguiente año. Las siguientes ocho noches se vuelve a repetir el ritual para elegir a los restantes ocho mayordomos para cada día de la novena.


No hay comentarios:

Publicar un comentario