martes, 2 de abril de 2019

PASEO SOBRE LOS SEPULCROS

Cierto día, á la caída de la tarde, un artesano que había asistido á la fiesta de un pueblo
distante regresaba á su casa, y en el camino encontró á un antiguo amigo, muerto hacía
unos diez años.
— Buenas tardes, dijo el muerto.
—Buenas las tengáis, replicó el otro, olvidando en el mismo instante que había trascurrido
tanto tiempo sin ver á su amigo.
—Vamos á mi casa, añadió el muerto, y allí beberemos un par de copas otra vez.
— Vamos allá, aunque no sea masque para celebrar nuestro encuentro.
Pronto llegaron á una casa, y allí bebieron y charlaron un rato.
Poco después el artesano manifestó que ya era tiempo de marcharse.
— Esperad un poco más, replicó el muerto; podréis pasar la noche conmigo.
—No, contestó el artesano; eso no puede ser, porque tengo muchas ocupaciones mañana
y me conviene llegar á casa lo más pronto posible.
—Pues entonces podéis marcharos; pero no es necesario que vayáis á pié: montad en mi
caballo y llegaréis antes.
— Muy bien, gracias.
El artesano montó y sintióse arrastrado con la impetuosidad de un huracán; pero de pronto
resonó el canto del gallo y el jinete echó de ver que estaba rodeado de tumbas y que lo que
montaba era una lápida sepulcral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario