martes, 2 de abril de 2019

LOS DOS CADÁVERES

Un soldado había obtenido licencia para ir á visitar á su familia, y hallándose en camino
una tarde en que ya iba á cerrar la noche, vióse en la precisión de pasar por un cementerio.
De pronto echó de ver que alguien corría detras de él y oyó gritar:
— ¡ Detente, no te puedes escapar!
Al volver la cabeza vio una forma humana que corría hacia él enseñando los dientes. El
soldado se apartó rápidamente de la línea que seguía, y como divisase una capilla, dirigióse
á ella precipitadamente.
Nadie había en el sagrado recinto; pero sobre una mesa vio un cadáver con hachas encendidas
al lado; el fugitivo se ocultó en un rincón y mantúvose allí, casi sin respirar, observando
con la mayor atención para ver lo que sucedería. Un momento después entró el muerto que
perseguía al soldado, y en el mismo instante el que estaba en la mesa incorporóse y gritó:
— ¿Qué buscas aquí?
—He perseguido á un soldado que acaba de refugiarse en esta capilla y quiero devorarle.
— Nada de eso, hermano, contestó el otro; ha entrado en mi casa y es presa mía.
—No, que es mía.
— Pues no la tendrás.
Entonces dio principió una lucha espantosa entre los dos cadáveres, lucha que al parecer
iba á prolongarse mucho; pero de repente cantó el gallo, los dos cuerpos cayeron inanimados
en tierra y el soldado pudo continuar su camino , murmurando:
—¡Alabado sea el Señor! Me ha librado délos vampiros.

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