domingo, 24 de marzo de 2019

Un sitio pesado (Loreto)

Un joven que vivía en el fundo de San Luis tuvo noticia
de que en el caserío de Varaderillo, distante una legua
de dicho fundo, se celebraba una fiesta. Invitó a algunos
de sus amigos para que fueran a la fiesta, pero ninguno
aceptó. Entonces él se fue solo.
En el camino que une San Luis y Varaderillo hay un
arroyuelo, el que al decir de la gente tiene madre, y salen
de allí fantasmas, unas veces en forma de chanchos y otras
en la de toros negros, que persiguen a los transeúntes. Es
un sitio pesado.64
El joven regresó de la fiesta a altas horas de la noche.
Y al pasar por ese arroyuelo vio que venía a derramarse
junto a él un chorro de agua cristalina que salía del tronco
de un árbol de lupuna, que estaba al borde del camino;
al mismo tiempo oyó el llanto de una criatura y una voz
que de detrás de ese árbol le decía: «Coge a la criatura y
llévala».
El joven, asustado, echó a correr hasta su casa. Y cuando
se durmió, en sueños oyó nuevamente aquella voz del
camino, que le decía: «Fuiste un cobarde. Si hubieras hecho
lo que te dije, serías el hombre más afortunado del
mundo».

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