martes, 26 de febrero de 2019

Leyenda del Castillo de Almodovar del Río

En el siglo VIII, en la provincia  de Cordoba, los bereberes vislumbraron un magnífico emplazamiento para construir su fortaleza, estaba en un  monte bastante elevado, que permitía dominar visualmente toda la zona. Se divisaba perfectamente el Guadalquivir y se podían comunicar con otras fortalezas cercanas. Así que alli construyeron su castillo al que llamaron Al-Mudawwar, (con el paso del tiempo se le añadió "del Río" por su cercanía).
Era un castillo magnífico en su época. Testigo de mil guerras y batallas entre musulmanes.
Fue pasando de mano en mano por diferentes reyes y reinos, siendo muy codiciado por su emplazamiento y seguridad.
Ya en el año 1091, el castillo pertenecía a un príncipe llamado Fath Alma´mum.
Era el amo y señor de estas tierras y vivía feliz con su esposa  la princesa Zayda en el Alcázar de Córdoba. Aunque su felicidad fue corta, ya que pronto llegaron a la península un pueblo nómada, muy bélico, sanguinario y anárquico con ganas de conquistar todos los territorios que  pudieran con el grito de "Guerra Santa".

El príncipe Fath, viendo en peligro a su familia, les mandó refugiarse en el castillo de Almodovar, mientras él batallaba enérgicamente con el recién llegado enemigo, en las calles de Córdoba donde le dieron muerte.
Mientras tanto, Zayda permanecía instalada en el castillo de Almodovar cuando vio llegar al ejercito enemigo y tomar el castillo. La hicieron presa y la encerraron en las mazmorras.
Poco después vio llegar, por un pequeño ventanuco, solitario y cabizbajo, al caballo blanco del príncipe.
Al poco, se confirmaba la noticia de su muerte.
Zayda, quedó destrozada, pasados unos días moría de pena en su mazmorra, un 28 de marzo.
Desde entonces, cuenta la leyenda que en las noches de marzo y sobre todo la del 28, Zayda se aparece paseando por las mazmorras y mas especialmente por la Torre del Homenage, situada muy cerca de las mazmorras. Se oyen sollozos en la oscuridad. Ruidos golpes y lamentos.

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