A Zeus, o Júpiter como se le conocía en Roma, se le dedicaron muchos templos entre los que destacan el de Dódona y el de Olimpia, donde se celebraban los juegos olímpicos que junto con los de Nemea estaban dedicados en su honor.
Los padres de Zeus fueron el titán Cronos y la titánida Rea y tuvo muchos hermanos importantes como Poseidón, Hades, Hestia, Démeter y Hera.
Nacimiento e instauración en el poder
El nacimiento de Zeus es uno de los episodios más destacados y conocidos de la mitología griega y ha sido muchas veces representado por el arte. Su padre temía ser destronado por uno de sus hijos por lo que los devoraba cuando nacían. Sin embargo, Rea, harta de tanta muerte, cuando nació Zeus envolvió una piedra entre pañales y se la entregó a Cronos quien vomitó a sus hermanos y la piedra. Así, Zeus y sus cinco hermanos y hermanas ganaron la guerra que se originó frente a los titanes que fueron expulsados a los abismos del Tártaro, en los más profundo del submundo. En esta guerra Zeus fue ayudado por los Hecatonquiros y los cíclopes, liberados de la prisión en la que Cronos los había dejado. Desde entonces, Zeus, Poseidón y Hades se repartieron el dominio del mundo.
Otras versiones afirman que la existencia de Zeus fue descubierta y que Titán culpó a Cronos de perjurio declarándole una guerra y encerrándolo. Según dicha leyenda, cuando Zeus creció se apiadó de él y logró vencer a Titán y dar el trono a su padre, pero Cronos seguía recelando contra Zeus por lo que le persiguió sin tregua, aunque sólo le valió para que éste y sus hermanos se unieran frente a él, logrando así el poder, definitivamente.
Zeus inició la generación de los llamados dioses olímpicos instaurando toda la corte de dioses y diosas que en él habitaban. Su poder también fue disputado por los gigantes y por los Aloadas pero, finalmente, la lucha siempre se decantaba del bando de los olímpicos. Durante uno de esos primeros intentos, llamado Gigantomaquia, su gobierno fue disputado por los gigantes, hombres de colosal tamaño, con cincuenta cabezas y piernas y que era sus enemigos. Se organizó una guerra entre dichos gigantes y los dioses del Olimpo y los primeros lograron la supremacía durante mucho tiempo, pero, con grandes esfuerzos, los dioses abandonaron la guarida en Egipto a la que habían huido, salvo Dionisio, y con la ayuda de Hércules (no el Hércules héroe que todos conocemos) vencieron a los Gigantes.
Sin embargo, se abrió una época de crimen en el mundo en el que tiranos y reyes ejercían todo de tipo de derechos, injustos para los demás y Zeus decidió enviar un diluvio que destruyó a la raza humana salvo a Deucalión y a su mujer, quienes pudieron crearla de nuevo.
Descendencia y amantes
Los hijos de Zeus son muy numerosos, fruto de sus múltiples relaciones con diosas y mujeres mortales, a pesar de su boda con su hermana Hera, y que dotan a Zeus de un carácter lascivo que la iconografía griega intentó evitar en algunos momentos de su historia, pero sin mucho éxito. Entre sus hijos cabe destacar a Ares, dios de la guerra, Hebe, de la juventud, Hefesto, del fuego, Atenea, de la sabiduría, o Ilitía, diosa del parto.
Aspecto
Zeus es representado de forma majestuosa y sabia acompañado de un águila con sus mismos rasgos.
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