miércoles, 20 de febrero de 2019

El monte arabí

En la murciana población de Yecla, concretamente a 18 km en dirección noroeste, nos encontramos con una mística elevación del terreno. Enigmática sobre todo por su riqueza en yacimientos y restos arqueológicos de todo tipo, pero la leyenda, como siempre, va mucho más allá.

       

  En el Arabí, además de sus numerosos restos arqueológicos, petroglifos, pinturas rupestres y bellos paisajes, hay "algo" más. Algo que no podemos describir con palabras, porque la sensación que muchas personas dicen haber tenido cuando conocen este monte, va más allá de la comprensión humana. ¿Energías? ¿Presencias sobrenaturales? Existen testimonio de todo tipo, desde gente que se siente bien en este monte, hasta personas que nada más poner un pie en alguno de sus lugares, han sentido un fuerte mareo, indisposiciones que le han obligado a abandonar el lugar de forma inmediata. El monte es un lugar preñado de historia, se dice que también de dramáticos sucesos (batallas en tiempos de árabes tales como las ya vistas en estas páginas) y otros afirman que el lugar era hace miles de años como hoy pudiera ser Santiago de Compostela o Lourdes, no tanto por el sentido religioso, como por el de peregrinación de gentes. En el cerro del Arabilejo todavía se conservan restos de una muralla de la fortaleza de un antiguo poblado. Hasta el momento no ha existido ningún tipo de excavaciones en este lugar, que a buen seguro darían buenos resultados y sorprendentes descubrimientos que aportarían un poco de luz en la desconocida historia del Monte Arabí. Otros afirman que bajo el monte se haya una importante acumulación de Uranio, Magnetita, o pasan grandes corrientes de agua, o telúricas, que son los causantes de que algunas personas sientan extrañas sensaciones al pasear por el monte. Incluso se habla de curanderos que acuden al monte a "cargar sus energías".                             
  Muchos habitantes de las inmediaciones aseguran que grupos de gente pertenecientes a no se sabe qué "secta" o grupo religioso, celebran rituales en algunas de sus cuevas, lo cual es fácilmente constatable por los numerosos restos de velas que quedan en el lugar: personas semidesnudas, con la cara tapada, en medio de una multitud de velas encendidas, realizando rituales con nadie sabe qué propósitos... Quizá toda esta actividad de civilizaciones, batallas, rituales, pinturas rupestres, petroglifos, se deba al atractivo del monte, a ese "gancho" y sensación de bienestar que tiene.               
  Muy cerca del Arabí se encuentra el Cerro de Los Santos, lugar, este si, de numerosos hallazgos arqueológicos, incluso de una "dama", una estatua que puede contemplarse en la Casa de la Cultura de Yecla, así como la "Rosa de los Vientos", una gigantesca losa de piedra con una estrella grabada, encontrada también muy cerca de esta zona. Se habla también de la posibilidad de que alguno de estos poblados de la antigüedad constituyese lo que fue la legendaria ciudad de Elo. Lo cierto es que este monte se encuentra en una encrucijada, lugar de paso y de comunicación entre las distintas zonas del Levante español, prueba de esto es la calzada romana que aún se conserva en las inmediaciones. En el siglo XIX, un historiador llamado "Costa" sitúa, como ya hemos señalado, a la ciudad de Elo en las cercanías del Cerro de los Santos, en donde dice se guardaban los papiros del dios Thoth egipcio, y donde también existía un observatorio astronómico.                             
  Si hay una leyenda realmente conocida y famosa sobre el Arabí entre todos los yeclanos y entre todos sus visitantes es “La Cueva del Tesoro” , de la que se dice que tras recorrer una serie de estrechos pasadizos, se llega a una gran puerta custodiada por dos vigilantes armados, tras la cual se encuentra un gran preciado tesoro. Otros dicen que esta cueva era en realidad una salida secreta de la fortaleza del Arabilejo (se encuentra a escasos 500 metros). La realidad, a día de hoy, es que dicha cueva ha sido explorada en su totalidad hasta que llega un momento en que por la estrechez de sus pasadizos, no es posible el paso de ninguna persona, pero la cueva continúa más allá...         

  Lo cierto es que hay un relato que se cuenta que ocurrió en el siglo XIX, en el que se narra que llegaron al lugar dos hombres a caballo, pidiendo a los labradores de la zona que cuidaran de las monturas hasta su vuelta. Pasados tres días, lo hombres volvieron del monte cargados con unos sacos, cuyo contenido se ignora. Se marcharon, no sin antes agradecer a los labradores su cuidado con unas piezas de oro...
  Pero los misterios y extraños sucesos no acaban aquí. Esto es sólo la historia y las leyendas sobre este monte, pero en la actualidad siguen pasando cosas a las que no vamos a dar explicación, pues es de imaginar que escaparían a cualquier afirmación lógica, sin embargo vamos a exponerlas para su conocimiento.
  Desde hace muchos años, se viene hablando, comentando, que determinadas personas que visitan el monte son testigos de la presencia de extrañas siluetas de luz, "personas" ataviadas con túnicas, y que parecen tener cierta fosforescencia. El mensaje que estas entidades parecen dar es el de conservación, protección y cuidados del lugar.                   
 
  En cuanto al fenómeno OVNI cabe señalar que en Febrero de 1979 fue observado un gigantesco objeto con forma de cilindro, en la vertical, sobre el monte Arabí, de un tamaño nada menos que 800 metros de longitud. En la base de dicho objeto evolucionaban varios puntos luminosos.
  En julio de 1991, en torno a la 1:00 AM. Un radioaficionado, que volvía de viaje de Madrid en compañía de un familiar, se vio obligado a detener el vehículo ante el paso rasante sobre el suelo y la carretera de una esfera luminosa de gran tamaño que les impedía el paso. Otras esferas de menor tamaño subían y bajaban por el Cerro de Los santos, situado a escasos metros de la calzada. En cuanto la carretera quedó despejada, continuaron el viaje lo más rápidamente posible, alejándose de tan misteriosas luces.           
  Ya entre los años 1983 y 1985 hubo en Yecla una especie de "oleada OVNI", con gran cantidad de testigos que pudieron observar misteriosas luminosidades evolucionando sobre los montes y sierras que rodean Yecla y el Arabí.               
 
  Todo lo expuesto convierte El Arabí en lugar de visita obligada para todo aquel que vaya a Yecla, pues allí sigue,  encerrando sus misterios, mostrándolos sólo a unos pocos privilegiados. Sin duda es un lugar de enigmática belleza, y de perennes secretos y leyendas.

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