miércoles, 27 de febrero de 2019

ARES, DIOS DE LA GUERRA

En la Teogonia Hesíodo dice que Ares era hijo de Zeus y de Hera. En los combates, que significaban su máxima ocupación, conducía el carro su hermana Belona, acompañada del Terror y del Espanto. Otra versión del nacimiento de Ares narra que éste surgió de las entrañas de Hera sin intervención de Zeus, envidiosa está del nacimiento de Atenea.

  Se le representa desnudo de cuerpo y espalda, con casco en la cabeza, desencajados los ojos, erizado el cabello, protegido el pecho con una coraza en la que estaban grabadas horrorosas efigies de monstruos, y abierta la boca como fiera sedienta. Además del Espanto, y el Terror, su cortejo lo formaban el Furor, la Ira, la Crueldad, la Violencia, la Devastación y la Ruina.

  Sin embargo, cuando tenía enfrente un enérgico adversario, este feroz dios de la Guerra era siempre vencido especialmente por Atenea, queriendo simbolizar tal circunstancia la supremacía del talento sobre la fuerza.

  Ares amó a la diosa del Amor, Afrodita, con exaltada pasión. Hefaistos, que era el marido burlado, sorprendió a los dos amantes y los expuso a la vergüenza de los demás dioses. Ares huyó aTracia a peregrinar por el mundo tal como había hecho Apolo. De estos amores ilícitos nació Armonía o Hermione, que luego se casaría con Cadmo. A esta boda asistieron todos los dioses del Olimpo, excepto Hera.

  Ares también se unió a otras mujeres, aunque sin amarlas, porque ya no pudo olvidar jamás a la diosa del Amor, que había logrado despertar en él un ardiente deseo.

  El culto de este dios tuvo poco éxito en Grecia. Por el contrario, en Roma fue considerado en gran estima y le erigieron en protector de su vasto Imperio. Se le sacrificaban el toro y el carnero, ofrendándole también el gallo. Los monumentos le representan armado con casco, lanza y escudo, unas veces desnudo, otras con vestido militar y otras con un manto a la espalda y con barba o sin ella. En ocasiones es portador del bastón de mando en la diestra y en la armadura del pecho lleva grabada la cabeza de la Gorgona o Medusa.

  En realidad puede decirse que cada pueblo tuvo su dios de la Guerra.

  Diodoro Sículo asegura que el primero fue Belo, rey de Babilonia, inventor de las armas y del arte de disponer las tropas para la batalla; el segundo un rey egipcio; el tercero un príncipe tracio; el cuarto el Ares griego y el quinto y último el Marte: latino, amante de Rea Silvia, de cuya unión nacieron Rómulo y Remo. En la mitología germánica podría decirse que Ares se identifica con todos los dioses de aquel panteón dado su carácter guerrero, pero más especialmente con Donnar, hijo de Wottan.

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