miércoles, 27 de febrero de 2019

Algunas criaturas de la mitología grecorromana

La Quimera

  Era un monstruo que tenía la cabeza de león, el cuerpo de cabra y la cola de dragón, y que echaba fuego y llamas por la boca. Era hija de Tifón y de Echidna. El primero era un tremendo gigante con cien cabezas, que creó Juno de los males vapores de la tierra por despecho, cuando su marido Júpiter creó a Palas, a quien como sabéis hizo salir armada de su cabeza. Tuvo por mujer a Echidna, que tenía el busto de mujer y lo demás del cuerpo de serpiente. Tuvieron por hijos, además de la Quimera, el can Cerbero, la Hidra de Lerna, la Esfinge y el León de Nemea. Belerofonte combatió este monstruo y lo mató. Lo que ha dado lugar a esta absurda fábula, fue una montaña llamada Quimerífera, que coronaba un volcán, alrededor del cual vagaban leones, en cuya falda pastaban cabras y a cuyo pie se criaban serpientes; montaña que desmontó y pobló Belerofonte.

  La Esfinge

  Es un monstruo con cabeza de mujer y cuerpo de león, que generalmente representan acostada y alguna vez con alas. La más conocida y nombrada es la Esfinge de Tebas, que proponía a todo el que pasaba un acertijo y si no lo adivinaba lo destrozaba. El acertijo que decía era el conocido de que cuál era el animal que andaba por las mañanas en cuatro pies, a mediodía en dos y por la noche en tres, y que Edipo acertó ser el hombre, que de niño gatea, de hombre anda en dos pies y de anciano necesita un palo para apoyarse. De coraje de que hubiese sido adivinado su acertijo, se partió la Esfinge la cabeza contra una peña.

  Can Cerbero

  Era un mastín feroz con tres cabezas, que estaba encadenado en la orilla del Estigio, para guardar las puertas del infierno y las del palacio de Plutón. El famoso Hércules lo venció y encadenó, arrastrándole hasta un precipicio, en el que lo tiró. Las plantas sobre las que cayó la baba del enfurecido animal, se volvieron todas venenosas. La fábula del can Cerbero debe su origen a enormes mastines que los mineros tenían en sus minas para guardarlas.

  Hidra de Lerna

  Enorme culebra de siete cabezas, que si se las cortaban volvían al punto a renacer. Hacía grandes estragos en los ganados que pastaban en las cercanías de la laguna de Lerna, hasta que el heroico Hércules la atacó y mató. Esto se explica diciendo que los alrededores de aquella laguna estaban infestados de serpientes, que Hércules exterminó, disponiendo una quema de yerbas y arbustos de aquellos parajes.

  Hipogrifo

  Animal fabuloso, medio caballo medio águila, que según los poetas era montado por los héroes, sin duda para significar que se servían de poderosos, ágiles y briosos caballos.

  Salamandra

  Especie de salamanquesa que constituyeron en emblema del fuego, porque creían, no sólo que podía vivir entre llamas, sino que las apagaba por su excesiva frialdad.

  Eran tres, Alope, Acheloe y Ocitea, e hijas de Neptuno y de la mar. Sus cuerpos eran de milano, sus caras de viejas, con pico encorvado. Eran tan malas y voraces, que todo lo asolaban, y por doquier pasaban dejaban tras sí el hambre y la desolación, por lo cual Bóreas, que es el viento norte, las persiguió hasta el mar Jónico, en el que, cansadas de volar, cayeron y se ahogaron. Dícese que lo que ha dado lugar a esta fábula fue una plaga de langosta que asoló el país.

  Harpías

  Eran tres, Alope, Acheloe y Ocitea, e hijas de Neptuno y de la mar. Sus cuerpos eran de milano, sus caras de viejas, con pico encorvado. Eran tan malas y voraces, que todo lo asolaban, y por doquier pasaban dejaban tras sí el hambre y la desolación, por lo cual Bóreas, que es el viento norte, las persiguió hasta el mar Jónico, en el que, cansadas de volar, cayeron y se ahogaron. Dícese que lo que ha dado lugar a esta fábula fue una plaga de langosta que asoló el país

No hay comentarios:

Publicar un comentario