miércoles, 20 de febrero de 2019

Dafne



Era una ninfa hija, según las diferentes versiones, de Ladón, Peneo o Tiresias. Su madre, fue, en todo caso, Gea. Dafne, cuyo nombre en griego significa "laurel" era una cazadora consagrada a Ártemis, y por lo tanto, rechazaba cualquier tipo de amor masculino, y, por supuesto, no quería casarse. Cuando Apolo venció a la serpiente Pitón, se enorgulleció enormemente por su hazaña y empezó a "pavonearse" entre los dioses, especialmente con Eros, dios del amor, quien decidió darle una lección. Eros disparó una de sus flechas de punta de oro (las que infundían amor) contra Apolo y otra de punta plomo (que infundía desdén y odio) contra Dafne, sabiendo así que ésta le rechazaría sin piedad. A Apolo, como debía ser tras el lanzamiento de Eros, le sobrevino una violenta pasión por Dafne y comenzó a perseguirla sin cuartel. Ésta corrió y corrió huyendo de él pero llegó un momento en que desfallecía de cansancio así que pidió ayuda a su padre, quien justo en el momento en que Apolo logró abrazarla, convirtió a Dafne en un laurel. Otra versión afirma que Dafne no fue convertida en laurel sino que pidió ayuda a Gea, la Tierra, quien se abrió en el lugar donde ella se encontraba la recogió y puso en su lugar tal árbol. Desde entonces, Apolo quedó prendado de tal árbol, lo adoptó como símbolo suyo y cortando algunas ramas se hizo una corona de laurel, convirtiendo desde entonces este objeto en recompensa de poetas, artistas y guerreras. Otra leyenda habla de un tal Leucipo, hijo de Enómao, que también se enamoró de Dafne y se disfrazó de mujer para participar en sus juegos y divertimentos junto a todas sus amigas. Fue descubierto por Apolo, quien provocó su muerte a manos de esas mujeres que se entretenían con Dafne.


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