Las Nornas
Urd, Verdandi, Skuld
El relato del fin de la Edad de oro:
Uno de los relatos dudosos es el fin de la edad de oro a causa de la "aparición de las Mujere, las que salieronde la Tierra de los Gigantes". En aquellos apacibles días
la vida de los Äsir era armoniosa y bella, se recreaban jugando. Reinaba un estío
eterno, la hierba era verde y los mares azules, las cataratas se desplomaban como
velos sutiles de los ltos acantilados, sobre los que señoreaba el águila, mientrasque
en los ríos los peces nadaban como saeta de plata. En los campos maduraban
mieses de siembra espontánea. El tiempo carecía de valor y de existencia, y el
mundo entero era joven. Los Äsir preservaban su eterna juventud comiendo las
manzanas de la diosa Idunn.
La idílica vida concluyó con la "aparición de las Muejres, las que salieron de la tierra
de los Gigantes". Snorri en Völuspá explica que había tres mujeres, doncellas
gigantas, zursa meyyar, de Yötunheim, provistas de un poder inmenso. Estos
atributos convienen, en le mito nórdico sobre todo a las Nornas, que son de raza
gigante según Vafzrúdnismál 49. No cabe duda en cuanto a us ilimitada potencia,
puesto que son los Hados. Señalan el ciclo de la vida humana; Gylfaginning XVI las
describe como las preservadoras de toda la trama de la creación, función que llevan
salpicando con el agua del pozo de Urd el tronco del Fresno.
La raza anglosajona conservó la fe en el tremendo poder de la mayor de las tres
hermanas, Urd, aún después de convertirse al cristianismo. Esta criatura se llama
en el antiguo inglés Wyrd, que significa hado, la facultad compulsora y el destino
postrero que no pueden evitar los hombres ni las cosas; la palabra se emplea con
tal acepción nueve veces en el poema Beowulf. Persistió en el idioma inglés, con su
valor original, al menos hasta lo días de Shakespeare, y hasta la actualidad en
alguna locución escosesa. En lo que refiere a los escandinavos, ni siquiera Odín
podría burlar su sino, a pesar de colaborar con él en cualquier gran crisis. Por lo
tanto las Nornas son omnipotentes. Indica su procedencia preodínica el hecho de
que Odín esté en su poder; más aún, se remontan al tiempo indoeuropeo. Sus
antepasadas son los mismos seres de que nacieron las Moiras helenas, las diosas
del destino. Según la mitología griega, las Moiras se contaban entre los hijos de la
Noche, la cual, como ya sabemos fue uno de los seres más antiguos del mito
nórdico, por lo menos mucho más que el Odín vikingo.
Las nornas están intimamente ligadas al Pozo de Urd, situado en el cielo, cuya agua
es blanca, a juzgar por el efecto blanqueador que sus gotas tienen sobre las raíces
y el tronco de Yggdrasill, el cual se pone albo como la película interior de un huevo.
Hay pues sólidas razones para creer que las Nornas y las fases dela luna tuvieron,
en el principio, mucho en común, en especial las fases de la luna como viejo
cómputo del tiempo.
¿Cómo conciliar la idea de la coexistencia de dos fuerzas omnipotentes?
Seguramente la solución consiste en la asociación o, mejor en la identificación de
los Hados con la luna. Los primitivos escandinavos asistían cotidianamente al
desplazamineto del Brillante, del Padre del Cielo, al cerrar la noche, por obra del
satélite de la Tierra. Desde luego no existía la menor duda de que su vida y en su
poder se renovaban cada mañana, pero, no obstante, cada noche le sustituía la
luna bajo uno de sus TRES distintos aspectos: Creciente URD, Llena VERDANDI y
Menguante SKULD.
Estos nombres pueden traducirse por Pasado, Presente y Futuro de modo que,
cuando "las tres doncellas gigantas salieron de la Tierra de los Gigantes"
introdujeron el tiempo, cesó la alegre y despreocupada existencia atemporal de los
juveniles dioses en Asgard y perdieron la inmortalidad. A partir de la aparición de
las mujeres han de acontecer los hechos predestinados hasta la Ruina de los dioses
el Ragnarök.
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