sábado, 29 de diciembre de 2012

Las sirenas


A lo largo del tiempo, las Sirenas cambian de forma. Su primer historiador, el rapsoda del duodécimo libro de la Odisea, no nos dice cómo eran; para Ovidio, son aves de plumaje rojizo
y cara de virgen; para Apolonio de Rodas, de medio cuerpo arriba son mujeres y, abajo, aves
marinas; para el maestro Tirso de Molina (y para la heráldica), "la mitad mujeres, peces la
mitad". No menos discutible es su género; el diccionario clásico de Lempriére entiende que
son ninfas, el de Quicherat que son monstruos y el de Grimal que son demonios.

Las sirenas eran ocho hermanas hijas de la musa Calíope y del Dios río Aqueloo, poseían alas y la parte superior de su cuerpo era la de una mujer mientras que la inferior era de ave, aunque a nuestros tiempos se ha preservado mejor la imagen de monstruos mitad pez y mitad mujer, por influencia del mito de los tritones.

Poseedoras de una bella voz osaron competir con las musas, ante las que fueron derrotadas, apenadas se retiraron a una pequeña isla cerca de Sicilia . En cuanto avistaban una nave se lanzaban al mar y entonaban su dulce y embriagante canto, entonces los marineros desviaban su rumbo para ir en busca de las sirenas y se lanzaban al mar para no regresar, según otras versiones chocaban contra las rocas y naufragaban , después los marineros eran devorados por las sirenas.

Se sabía que las sirenas dejarían de existir si algún hombre se atreviera a escuchar su canto y soportara la tentación de arrojarse al mar, aunque nadie había poseído la fuerza de voluntad para esto, hasta que Odiseo debió de cruzar sus peligrosos dominios, entonces por consejo de Circe tapo los oídos de sus compañeros con cera, pero el deseaba escuchar el canto de las sirenas, por lo que ordeno que lo amarraran al palo mayor de la embarcación ,de esta forma sus compañeros no podrían escuchar a las sirenas y Odiseo aunque las escuchara no podría arrojarse al mar. Cuando pasaron cerca de las sirenas, Odiseo escucho su maravillosa voz ,y suplicaba desesperado que lo liberaran para poder arrojarse al mar, pero nadie lo escucho. Para tentarlo, las Sirenas le ofrecieron el conocimiento de todas las cosas del mundo.
"Nadie ha pasado por aquí en su negro bajel sin haber escuchado de nuestra boca la voz dulce
como el panal, y haberse regocijado con ella y haber proseguido más sabio... Porque sabemos
todas las cosas: cuantos afanes padecieron argivos y troyanos en la ancha Tróada por
determinación de los dioses, y sabemos cuanto sucederá en la tierra fecunda
"
(Odisea, Xll).
El enorme mástil se movía ante los esfuerzos de Odiseo, que fueron vanos. Finalmente Odiseo y sus compañeros salieron triunfantes y las sirenas que rodeban su navio, desaparecieron, El cuerpo de una de ellas fue llevado por el mar a las playas italianas y encontrado por unos marineros, que le dieron sepultura. Gente proveniente de los más reconditos puntos de Italia acudio para visitar a aquella novia tan deseada, pero tan temida de todos los navegantes, fundándose con el tiempo en honor de aquella sirena la ciudad de Parténope , que posteriormente cambio su nombre por el de Nápoles.
Otro tradición nos dice que las sirenas se transformaron en piedras cuando Orfeo, en la nave de los argonautas logro cantar con más dulzura que ellas, y ninguno de los tripulantes presto atención a las sirenas, a excepción de Butes que se lanzo al mar, pero Afrodita lo salvo.

En el siglo VI, una Sirena fue capturada y bautizada en el norte de Gales, y figuró como una santa en ciertos almanaques antiguos, bajo el nombre de Murgen. Otra, en 1403, pasó por una brecha en un dique, y habitó en Haarlem hasta el día de su muerte. Nadie la comprendía, pero le enseñaron a hilar y veneraba como por instinto la cruz. Un cronista del siglo XVI razonó que no era un pescado porque sabía hilar, y que no era una mujer porque podía vivir en el agua.
El idioma inglés distingue la Sirena clásica (siren) de las que tienen cola de pez (mermaids).

Las sirenas son relacionadas con el mundo de Ultratumba, al parecer eran sombrías divinidades que indicaban el paso de un mundo a otro al igual que Caribdis y Escila.

Fuentes :
Jorge Luis Borges
El libro de los seres imaginarios (1968)

UTEHA
Fabulas, leyendas y cuentos Libro I (1983)

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