El Kraken es una especie escandinava del zaratán y del dragón de mar o culebra de mar de los árabes.
En 1752, el danés Eric Pontoppidan, Obispo de Bergen, publicó una Historia natural de Noruega, obra famosa por su hospitalidad o credulidad; en sus páginas se lee que el lomo del Kraken tiene una milla y media de longitud y que sus brazos pueden abarcar el mayor navío. El lomo sobresale como una isla; Eric Pontoppidan llega a formular esta norma: "Las islas flotantes son siempre Krakens". Asimismo escribe que el Kraken suele enturbiar las aguas del mar con una descarga de liquido; esta sentencia ha sugerido la conjetura de que el Kraken es una magnificación del pulpo.
Entre las piezas juveniles de Tennyson, hay una dedicada al Kraken. Dice, literalmente, así:
"Bajo los truenos de la superficie, en las honduras del mar abismal, el Kraken duerme su antiguo, no invadido sueño sin sueños. Pálidos reflejos se agitan alrededor de su oscura forma; vastas esponjas de milenario crecimiento y altura se inflan sobre él, y en lo profundo de la luz enfermiza, pulpos innumerables y enormes baten con brazos gigantescos la verdosa inmovilidad, desde secretas celdas y grutas maravillosas. Yace ahí desde siglos, y yacerá, cebándose dormido de inmensos gusanos marinos hasta que el fuego del Juicio Final caliente el abismo. Entonces, para ser visto una sola vez por hombres y por ángeles, rugiendo surgirá y morirá en la superficie".
Tomado de :
Jorge Luis Borges
El libro de los seres imaginarios (1968)
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