Para los antiguos, esta nación de enanos habitaba en los confines del Indostán o de Etiopía. Ciertos autores aseveran que edificaban sus moradas con cáscaras de huevo. Otros, como Aristóteles, han escrito que vivían en cuevas subterráneas. Para cosechar el trigo se armaban de hachas como para talar una selva. Cabalgaban corderos y cabras, de tamaño adecuado. Anualmente los invadían bandadas de grullas, procedentes de las llanuras de Rusia.
Pigmeo era asimismo el nombre de una divinidad, cuyo rostro esculpían los cartagineses en la proa de las naves de guerra, para aterrar a sus enemigos.
Tomado de :
Jorge Luis Borges
El libro de los seres imaginarios (1968)
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