sábado, 16 de marzo de 2019

La estrella errante (mito ojibway)

Ocurrió una disputa entre las estrellas cuando una de ellas fue echada
de su hogar en el cielo y cayó a la Tierra.
La estrella anduvo errante de tribu en tribu, y fue vista cerniéndose
sobre los fuegos de los campamentos cuando la gente se preparaba a
dormir.
Entre todos lo pueblos del mundo sólo existía una persona que no le
temía a la estrella, y ésta era una hija de un shippewa. No le temía a la
estrella, pero la admiraba y la amaba. Cuando se despertaba en la noche,
siempre la contemplaba, por lo cual la estrella amaba a la muchacha.
En el verano, la joven, yendo a los bosques por cerezas, perdió su
camino al estallar una tormenta. Sus gritos pidiendo que la rescataran
fueron escuchados sólo por las ranas. Una solitaria noche se hizo. La
joven buscaba su estrella en vano. La tormenta cubría los cielos y, finalmente,
cogió a la joven entre sus furias, se la llevó y la lanzó a los
montes.
Pasaron muchas estaciones durante las cuales la estrella se veía apagosa
y andaba errante por los cielos. Cierta vez, en otoño, desapreció.
Entonces un cazador vio una pequeña luz brillando sobre las aguas
del pantano donde se hallaba cazando y corrió a la aldea para anunciar
la extraña aparición.
-Esto quiere decir -anunció el viejo sabio- que la estrella ha descendido
y ahora vaga, recorriendo la Tierra para buscar a la bella joven
de los sbippewas.

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