viernes, 1 de marzo de 2019

El asno con piel de león

Cuando Brahmadatta reinaba en Benarés, el futuro buda nació en una familia de campesinos. Al crecer, empezó a ganarse la vida labrando la tierra.

    En aquella época, había un buhonero que transportaba sus artículos en un asno. Siempre que llegaba a un sitio nuevo, descargaba su mercancía, vestía al asno con la piel de un león y lo dejaba suelto en los campos de arroz y cebada. Un día, los guardianes del campo no se atrevieron a acercarse a él; se marcharon a casa y extendieron la noticia. Todos los aldeanos salieron armados, haciendo sonar caracolas, aporreando tambores y gritando. Aterrado, el asno emitió un sonido: ¡el rebuzno de un asno!

    Y cuando se dio cuenta de que debía ser un asno, el futuro buda pronunció el primer verso:

  
  «Ese no es el rugido de un tigre,
  Ni el de una pantera, o un león.
 ¡El que ruge tiene piel de fiera
 Pero es asno de corazón!».

    Pero cuando los aldeanos descubrieron que la criatura era un asno lo molieron a palos y se marcharon llevándose la piel del león. Al regreso del buhonero, vio al asno caído en tan malas condiciones que pronunció el segundo verso:

    
 «Bien podría el pobre asno,
 Vestido con la piel del león,
 Haberse hinchado a cebada.
¡Pero rebuznó! Y esa fue su perdición».
   
    Y mientras esto decía, el asno murió.

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