jueves, 7 de marzo de 2019

DE LA MUERTE DE ATARRABI

Sin embargo, viendo que no podía recuperar su sombra, Atarrabi pidió al sacristán que en el
momento de la elevación en la misa, lo matase. Y que le sacase el corazón y lo pusiera,
pinchado en un palo, a la puerta de la iglesia. Si se lo llevaban unos cuervos era que estaba
condenado, y si lo cogía una paloma, señal de que se había salvado.
El sacristán cogió una gran maza y mientras el sacerdote decía misa, espero a que se proyectase
su sombra en el suelo, y en ese critico momento descargo sobre su cabeza un fuerte golpe,
dejándolo tendido y muerto.
Después, tal como le había ordenado, le saco el corazón, lo clavo en un palo dejándolo a la
puerta de la iglesia y se quedo observando allí quien se lo llevaría.
Pronto llego una bandada de cuervos, que empezaron a dar vueltas por encima del corazón,
trazando círculos. Pero al instante surgió una paloma pequeña y blanquísima que se abalanzo
sobre el llevándoselo por los aires, y aun pudo ver el sacristán como se remontaba hasta el cielo.

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