sábado, 16 de marzo de 2019

Mitos del agua (mito inca)

El agua toma figura humana tan viva y graciosa que a veces confunde
a los propios hombres.
En Chiquián, Ancash, la laguna de Yarpín, se apareció a un cazador
en la forma de una muchachita que sostenía con una mano un cuenco
de oro y con la otra un peine, también de oro. Llenó con agua el cuenco
y con el peine se puso a ordenar nu larga cabellera*, lutgo Invitó ftt MW
dor a bajar al fondo del agua, en donde todo era de oro,
El agua se estremece también con enconos y amores. La lagUM dt
Sausagocha montó una vez su caballo blanco y armada de brillante
pada, guerreó con el lago Guallasgón. En San Marcos, las lagunas An>
tamina y Condorgocha se casaron. El Arco del Cielo las casó; los cerros
más altos inclinaron sus cabezas para que el arco pasara sin quebrarse.
En Ticlacayón, Junín, se puede oír contar la historia de una fuente
que se enamoró de un pastor. El agua cuidaba la choza y la comida
del joven mientras éste conducía sus animales hacia los fríos prados
de la cordillera. Deseoso de penetrar el misterio, esperó escondido y
pudo ver cómo salía del manantial una niña que enderezaba hacia él
sus menudos pasos. Entonces le salió al encuentro y preguntó: «¿Quién
eres?». Dijo ella: «Soy la fuente», y se quedó a vivir con el pastor.

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