viernes, 29 de marzo de 2019

BAAL Y LOS DIOSES DEL DESIERTO (KTU 1.12)

Un segundo mitema baálico de fecundidad, pero de sentido
diverso, es el del Combate de Baal y los dioses del desierto.
Dado lo fragmentario y discontinuo dei texto, creo que debe
renunciarse a toda pretensión de determinar su significación
global, habiéndonos de contentar con precisar las secciones
preservadas lo más exactamente posible. La conexión entre
las dos columnas que lo componen se deja adivinar, así como
la continuación del texto, desde las implicaciones generales
de la mitología baálica. Su desglose proprociona la secuencia
de escenas siguiente.
Se abre con una queja pronunciada al parecer por unas
divinidades femeninas, lo que aproxima formalmente nuestro
texto a KTU 1 .1 IV 2ss, (cf. también KTU 1.5 11 ss.). Como
allí, también aquí responde El regocijado, no sabemos por
qué. La razón habría que buscarla en la futura actuación de
los seres cuyo nacimiento él dispone, fatal para Baal, con lo
que también aquí El se presentaría como hostil a ese dios, al
igual que en el caso de la exaltación de Yam. La respuesta es
en realidad una orden dada a cierta esclava/concubina divina
para que se dirija al desierto a dar a luz a unos seres misteriosos,
caracterizados como ‘voraces’. En este casó lá temática
aproxima nuestro texto a KTU 1.23:30ss., donde el mismo
dios El engendra también de madres inferiores unos diosecillos
voraces, que se instalan en el desierto. Se insiste allí también
en la descripción de su voracidad, mientras en KTU 1.12
I 30-33 se exalta su aspecto combativo: ‘tendrán cuernos
como toros y morrillo como morlacos, también tendrán el aspecto
de Baal’. Un dato interesante: también aquí se anuncia
la proclamación del nombre por parte de El, como en el caso
de Yam en KTU 1.1 IV 15-19. Los versos finales de la sección
nos introducen a Baal, que se encuentra con los ‘voraces’, ya
nacidos y desarrollados, y ante los que toma una actitud
igualmente ‘voraz’.
El texto se interrumpe aquí, pero es presumible que la
laguna de unas 35 líneas que se interpone contuviese la descripción
del enfrentamiento entre ambas partes, tal como
dejan entrever los inicios de línea conservados. Cuando el
texto vuelve a ser inteligible nos hallamos con la descripción
de la derrota de Baal ante los ‘voraces’. Sus motivos pueden
desglosarse así: desfallecimiento y captura de Baal; su lamentable
situación consiguiente y los efectos de ésta sobre la tierra:
sequía total durante siete/ocho años; finalmente, motivación
del caso: cae Baal en venganza por su enfrentamiento
y muerte de su hermanos, el resto de los ‘setenta hijos’, en
confrontación esta vez con sus vengadores, nuevos y más
fuertes hijos de EL La consecuencia de esta muerte de Baal es
la paralización de toda actividad humana, la suspensión del
orden social, no sólo el natural.
Nos hallamos, pues, ante el fragmento de una teomaquia
al estilo de las que enfrentan a Baal con Yam y Mot (quizá
aludido en el epíteto ‘príncipe’, como se le denomina también
en KTU 1.23:8), y en el fondo con el mismo sentido:
contraste entre el dios de la fertilidad y las fuerzas destructoras
de la misma, que vienen del desierto. Teomaquia motivada
por Baal y promovida por El, en connivencia con las otras
divinidades, resentidas por la actitud hostil de aquél. Tenemos
así un nuevo indicio de la oposición más o menos manifiesta
que opone en el panteón ugarítico a la ‘Familia de El’
y a la ‘Asamblea de Baal’. Este se ve obligado a afirmarse en
su posición de dios patrón inmediato en pugna incesante con
poderes igualmente primordiales, es decir, divinos, que se la
disputan e intentan suplantarle, imponiendo el caos y la
muerte. El esquema es conocido en la mitología de Ugarit,
aunque nuestro texto no puede insertarse en la secuencia del
ciclo normativo. De acuerdo con aquél, cabe suponer que en
la parte perdida del mitema se narraba el ‘levantamiento’ o
resurrección de Baal, con la ayuda de sus partidarios, y su
consiguiente victoria sobre sus contrincantes, momentáneamente
victoriosos. En el esquema mitológico de Ugarit, Baal
siempre triunfa en última instancia. La consideración, en
cambio, de este texto como un mito ritual de hidroforía depende
básicamente de una determinada versión de sus líneas
finales, que nosotros estimamos menos probable.
KTU 1.12 I
El mito parece, pues, una nueva versión del contraste que
enfrenta a Baal con las fuerzas de la esterilidad y la muerte y
que el Ciclo normativo desarrolla de manera prototípica. El
estado fragmentario de la tablilla impide poder presentar el
argumento con seguridad y nitidez en todas sus partes. Nos
quedan sólo algunos retazos del mismo.
(Laguna de unas 10 líneas y otras 6 irreconstruibles)
5 ............
— [Está resultando] nuestra preñez como la de Shahar,
[está siendo] nuestro parto como el de la Aurora1.
Nuestra entraña, El, padre nuestro,
10 el hígado como el fuego2 nos devoran,
nuestros pechos como cachorros3 nos mordisquean.
El se rió en su corazón,
se regocijó-en su entraña:
15 — Vete tú, ¡oh Talish!, sierva de Yarhu,
¡oh Damgay!, sierva de Ashera.
Toma tu taburete, tus angarillas, tus pañales
20 y vete al encinar de Takam,
al centro del divino desierto de Shaiy4.
Clava los codos en tierra,
los antebrazos en el suelo’,
retuércete y pare a los ‘voraces’,
encoge tus rodillas6 y da a luz a los ‘destrozones’,
El proclamó sus nombres7.
Tenían cuernos como toros
y morrillo como ‘morlacos’;
también tenían el aspecto de Baal.
Baal se había ido a rastrear,
se había dirigido hacia las lindes del desierto.
Y he aquí que llegó junto a los ‘voraces’,
se topó con los ‘destrozones’.
Baal los codició ardientemente,
el hijo de Dagón se enardeció por ellos.
Baal se les acercó por su pie,
sí, el dios Hadad a su pasos.
KTU 1.12 II
El texto fragmentario apenas permite hacerse una idea del
primer resultado del encuentro. Cuando aquél se hace inteligible,
nos aparece Baal saliendo derrotado del embite. Resulta
así el texto en cierto sentido ‘la pasión de Baal', cuya muerte
acarrea consecuencias desastrosas de todo orden, natural y
social. El texto resulta ser una teomaquia como las que enfrentaban
a Baal con Yam y Mot. En la misma se conmemora
un episodio de la historia y destino de Baal: su momentáneo
y recurrente fracaso ante los dioses del desierto, de la esterilidad.
No sabemos cómo se coordinaba en esta versión tal episodio
con el de su triunfo también recurrente.
(Laguna de unas 5 líneas)9
í ].-[ ]
[ ]
y los ojos [eran como los de Baal],
el rostro [como el de Hadad].
Baal se [les acercó a pie],
el dios Hadad [a su paso],
de manera imperceptible (?)10.
[Baal] los codició [ardientemente],
el dios <Hadad> se enardeció [por ellos],
10 [su] entraña [se conmovió (?)].
Un día [y otro pasó (?)].
Intentó [ ]
estaba devorado [ ]
como un [ ]
15 [ ]
[ ]
[ ]
[ ]
en [ ]
20 y en [ ]
Baal [se les acercó por su pie,
el dios Hadad [a su paso],
de manera imperceptible.
Los reunió Baal [ ],
25 el hijo de Dagón [los ].
Los agrupó [ ],
e/al último [ ].
Las heces de su copa [bebieron],
la poción del Noble [les enardeció (?)],
30 la poción del Terrible les excitó.
A los ojos de Baal los agarró [el miedo],
a su torso agarró [el espanto],
a los pies de Baal los agarró [el pavor]11.
Y (le) abatieron los ‘sedientos’ [como a un toro],
35 (le) agarraron los ‘voraces’ [como a un morlaco],
cayó en la ciénaga [Baal]12.
Sus hocicos13 se inflamaron [„.],
en sus lomos prendió el ardor [...],
sus cuernos como de uno con ter[cianas (?) se
debilitaron].

El (quedó) como uno que se abrasa [de fiebre],
(cuyos) dientes la muerte (?) [hace crujir (?)]H.
Se resquebrajó completamente la [tierra],
las vaguadas de los campos se resecaron.
Siete años El completó (así),
sí, ocho giros de tiempo.
Pues se vistió como un vestido la sangre de sus hermanos15,
como un manto la sangre de sus congéneres.
Pues a sus setenta y siete hermanos [salió al paso],
también a los ochenta y ocho.
El príncipe de sus hermanos le encontró,
sí, le topó el príncipe de sus camaradas.
Frente al caudillo más distinguido,
frente a la tropa más escogida16
cayó así Baal como un toro,
se dobló Hadad como un ‘morlaco’,
en medio de la ciénaga, Baal.
Cedió él en la supremacía,
cedió en él la afirmación.
Dejó [en consecuencia] el rey el juicio,
abandonaron las aguadoras la fuente;
cesó el murmullo’7 del templo,
cesó el tintineo de la fragua'8.
NOTAS
1. /: ‘Qadmo’; ‘el Este’, ug. qdm.
2. I; ‘animales’, ug. ki¡<t>.
3. /: ‘dolorosamente, como con amargura’; ‘como palomas’, leyendo
trm en vez de mrm.
4. h. ilano de los demonios//desierto del dios destructor’, ug. md(í)br il
íiy.
5. La polisemia de los lexemas ugaríticos amt, 'zm e yd permite otras
traducciones; v.g. ‘esclava7‘fuertemente7‘echa’. Creemos que el parelelismo
favorece la versión asumida.
6. /: ‘¡que te bendigan’, dada la ambivalencia del Eexema ug. brk.
7. /: ‘ique los dioses proclamen sus nombres!’. Para esta prerrogativa del
dios El cf. KTU 1,1 IV 13».
8. Propiamente ‘por su Pata’> en alusión posiblemente a la caracterización
teromófica de la divinidades aquí en juego.
9. Para la reconstrucción hipotética ofrecida, cf. en parte de Moor, An
Anthology ofReligtous Texts, pp. 131s.
10. Literalmente: ‘viniendo sin venir’, ug. at bl at.
11. Preferible esta versión a la que ve aquí a Baal disponiéndose a montar
y disparar su arco, arma que la mitología no atribuye a este Dios.
12. Cf. infra líneas 53-55.
13. /: ‘a continuación’; ‘en la fuerza de su rostro’, ug. anpnm.
14. Versión hipotética.
15. O bien los que se revisten son ‘sus hermanos’, con ‘un vestido de
sangre/lamento’; cf. DLU 132s. {dm (II), /d-m-m/),
16. /: ‘en un tiempo crucial, en un momento crucial’; ‘en el máximo peligro’,
dada la anfibología de ug. ‘dn y skn.
17. /: ‘la fuente’, ug. qr, favorecido por la presencia en la línea anterior de
‘aguadoras’.
18. /: ‘el pozo de la casa del mago’, ug. mslt bt brí. La polisemia de estos
versos finales es muy pronunciada. Algunos autores leen aquí una plegaria
ritual para invocar e inducir la caída de agua (ug. Stk < *ntk). Pero a esto se
oponen algunas razones lexicográficas (‘verter’ requiere normalmente preposición)
y gramaticales (improbables imperativo Gt y combinación de formas
imperativas y yusivas con cambio de persona), lo que conlleva la correspondiente
modificación del sentido de los diferentes lexemas. Con todo, un colofón
de esa naturaleza es perfectamente verosímil, si se supone que estamos
ante un mito-ritual, pero tal hipótesis no se impone. Parece más bien tratarse
de un elemento descriptivo más de! mitema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario