Se trata de un pájaro sagrado egipcio cuyo nombre significa “aquel que vuelve”, es el emblema de la resurrección y consagrado a Osiris, parece haber sido el antecedente del ave Fenix griego. En ocasiones, similar a una garza, con largas plumas que salen de la parte posterior de la cabeza, otras, como una suerte de águila, adornada con plumas rojas y doradas, correspondientes al sol naciente.
De acuerdo a la leyenda, el animal se elevaba cantado de las ramas que salían de cierto árbol y su canto era tan hermoso que que hasta los dioses se detenían para oírlo. Pero según otras versiones, el ave cantaba a la hora de su muerte llevando a la muerte a las criaturas que quedaban hechizadas por la belleza de su canto.
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