sábado, 23 de marzo de 2019

PARÁBOLA SOBRE AQUEL QUE PREGUNTABA

Dgulnor era considerado el más sabio. Él tuvo la felicidad de encontrar un Maestro que vino de las Sagradas Tierras Subterráneas, pero que estaba privado de su lengua y de su mano derecha. El discípulo, aspirando constantemente, le hizo una pregunta al Maestro y éste inclinó la cabeza. El discípulo hizo dos preguntas y el Maestro se inclinó dos veces. Pronto el discípulo hizo muchas preguntas y el Maestro inclinaba la cabeza incesantemente. Las preguntas continuaron por tres años y por tres años el Maestro inclinó su cabeza.
“Entonces de acuerdo con tu experiencia podría pasar cualquier cosa.”
Y el Maestro no sólo que inclinó la cabeza sino que hizo una reverencia hasta topar el suelo y abriendo sus vestidos en el pecho, descubrió en su seno la imagen del Bendito en actitud de ofrendar con sus dos manos. Así fue afirmada la sabiduría y exaltada la creación de la vida.

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