sábado, 23 de marzo de 2019

LA ORDEN

Y por encima de todas las órdenes habladas resuena la Orden Silenciosa – Toda-penetrante, Inmutable, Indivisible, Irrevocable, Refulgente, Toda-dadora, Impronunciable, Irrepetible, Invulnerable, Inexpresable, Eterna, Inaplazable, Iluminadora, Manifestada en Relámpago.
Aquí están dos Órdenes – en los confines del Mundo están los Señores Cristo y Buda. Y la Palabra de Ellos es una espada fulgurante. Sobre Ellos se manifiesta una Orden Silente.
Por sobre Ellos está Ella, La Que Veló Su Rostro; Ella, Quien Tejió la Red de los mundos lejanos; Ella, la Mensajera de lo Indecible, La Soberana de lo Intangible, la Conferidora de lo Irrepetible.
Por tu Orden está el Océano Silenciado y los torbellinos dibujan las señales invisibles.
Y Ella La Que Veló Su Rostro permanecerá Sola en Vigilia, en medio del Esplendor de Sus Señales.
Y nadie ascenderá a la Cima. Nadie será testigo de la Refulgencia del Dodecaedro, el Símbolo de Su Poder.
Del espiral de la Luz, Ella Misma ha tejido el Símbolo en Silencio. ¡Ella, La Guía de aquellos que se dirigen hacia el logro!
Los cuatro cuadrados del signo de la afirmación están concedidos por Ella sobre aquellos que están determinados a alcanzar el éxito.

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