Cuando los cuatro dioses vieron que el cielo se había caído sobre la
Tierra, lo cual sucedió en el primero de los cuatro años que hubo después
que cesó el sol y llovió mucho, el cual se llamaba / tochtli (unoconejo),
ordenaron los cuatro que se hicieran por el centro de la Tierra
cuatro caminos, para entrar por ellos y alzar el cielo. Y para que los
ayudasen en el levantamiento del cielo, crearon cuatro hombres: uno
llamado Tzontémoc, otro Itzcóatl, otro Itzmalín y otro Tenexxóchitl.
Creados estos cuatro hombres, los dioses Tezcatlipoca y Quetzalcóatl
Ne hicieron árboles grandes: Tezcatlipoca se transformó en un árbol
que llaman «árbol de espejo» y Quetzalcóatl en un árbol que llaman
«gran flor de quetzal». Con la ayuda de los hombres y los árboles y los
dcmáH dioses, alzaron el cielo con las estrellas, como ahora está. Por
haberlo ul/.udo así el «Señor de Nuestra Carne», hizo a Tezcatlipoca y
Quetzalcóatl Señores del Cielo y de las Estrellas; y porque levantando
el cielo ibun por él, hicieron el camino que aparece en el cielo, en el
cual se encontraron, y donde están desde entonces y donde tienen su
asiento.
Después de que el cielo fue levantado, los dioses dieron la vida a la
Tierra, porque murió cuando cayó el cielo sobre ella. En el segundo año
después del diluvio que era 2 ácatl (dos-caña) Tezcatlipoca cambió su
nombre y se transformó en Mixcóatl, que quiere decir «serpiente de nubes
». En este año quiso hacer una fiesta en honor de los dioses, y para
eso sacó lumbre de los palos, como lo acostumbran hacer. Ésa fue la
primera vez que se sacó fuego por medio de un instrumento, que consta
de unos palos que tienen corazón. Sacado el fuego, la fiesta consistió en
hacer muchos grandes fuegos.
Después de haber levantado el cielo, se consultaron los dioses y dijeron:
-El cielo ha sido construido; pero ¿quiénes, oh dioses, habitarán la
Tierra?
Se ocuparon en el negocio; luego fue Quetzalcóatl al inframundo;
llegó al Señor y a la Señora del Reino de los Muertos y dijo:
-He venido por los huesos preciosos que tú guardas.
Aquél contestó:
-¿Qué harás tú con ellos, Quetzalcóatl?
Otra vez dijo éste:
-Los dioses tratan de hacer con ellos a quien habite sobre la Tierra.
De nuevo dijo el dios de los muertos:
-Sea en buena hora. Toca mi caracol y lleva [el hueso] cuatro veces
alrededor de mi asiento de piedras preciosas.
...Pronto subió Quetzalcóatl a la Tierra. Luego que cogió los huesos
preciosos, estaban juntos en un lado los huesos de varón, y también
juntos, de otro lado, los huesos de mujer. Tan pronto como los tomó,
Quetzalcóatl hizo de ellos un lío, que se trajo. Otra vez les dijo el dios
de los muertos a sus mensajeros:
-¡Dioses! De veras se llevó Quetzalcóatl los huesos preciosos. ¡Dioses!
Id a hacer un hoyo en su camino.
Ellos fueron a hacerlo, y por caerse en el hoyo se golpeó y se espantaron
las codornices; cayó desmayado y esparció por el suelo los huesos
preciosos, que luego mordieron y royeron las codornices. A poco
volvió en sí Quetzalcóatl y lloró y dijo a su nagual:
-¿Cómo será esto, nagual mío?
El cual dijo:
-¡Cómo ha de ser! Que se echó a perder el negocio.
Luego los recogió, los juntó e hizo un lío, que inmediatamente llevó
a Tamoanchan. Después que los hizo llegar, los molió la diosa Cihuacóatl-
Quilaztli, que a continuación los echó a una vasija preciosa. Sobre
él se sangró Quetzalcóatl su miembro; y enseguida hicieron penitencia
todos los dioses. Se dice que después nacieron los hombres, puesto que
los dioses habían hecho el sacrificio de su sangre sobre ellos.
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